El otro día nos dimos cuenta de cuántos recuerdos evoca un plato a veces, pasaba con la mayoría de vosotros con las gachas, e inmediatamente a mi me recordo a otro plato que me evoca recuerdos, en este caso un postre. Un clásico.

Este fin de semana he tenido que atender varias ocupaciones, que si trabajo que te llevas a casa, que si a este hace mucho que no le ves y te tienes que tomar una caña, que si vas a ver a un familiar, puede que tengas que hacer compras, ver muebles… Por lo que al final ese oasis de descanso que representan estos dos días se quedan en nada. Decidí darme media horita escasa para prepararme un arroz con leche, del de toda la vida.

Primero de todo, ponemos ¼ de litro de leche (la mitad de lo que habíamos dispuesto) en un cazo y lo calentamos a fuego alto, inmediatamente metemos también las dos lascas de la cáscara del limón (no han de ser muy pequeñas ni muy grandes), y la canela en rama. De no tener rama de canela (como en mi caso porque lo habíamos gastado días antes) echad canela en polvo de manera generosa pero sin pasarse, calculad más o menos lo que está concentrado en una rama.

Agitamos con una cuchara para ayudar a que se disuelva mejor la canela y lo llevamos a ebullición, es decir hasta que empiece a subir la leche. En ese momento añadimos el arroz a la mezcla y removemos un poco. Bajamos el fuego al mínimo ( o al menos que esté muy bajo) y dejamos que se vaya haciendo, removiendo de vez en cuando para que el arroz no se pegue en el fondo del cazo.

Con el resto de la leche que teníamos reservada vamos a hacer lo siguiente: cada vez que veamos que se va consumiendo la que tenemos en el cazo vamos echando un poco de leche reservada más, de forma que se consuma y vayamos echando consecutivamente hasta 4 veces (o que se acabe la leche). Este proceso no debe llevaros más de 20 minutos, de hecho diría que 15 pero puede ser que un poco más, dependiendo de cuánto se esté haciendo el arroz. La única manera de testarlo es probarlo directamente vosotros mismos. Si veis que no se termina de hacer y se ha acabado la leche podéis echar un pelín más.

Una vez ya esté en su punto y con la leche consumida (y el extra en caso de haberlo necesitado también), ya lo tendréis. Así de fácil y así de sencillo, sólo os queda dejarlo en la nevera un tiempecito para que se enfríe y el arroz chupe parte de la leche. No llega a la media hora todo el proceso. Si queréis más raciones pues calculad: si por ejemplo son 4 raciones, pues 4 puñados de arroz, 1 litro de leche, 4 lascas de corteza de limón, y 2 ramas de canela. Hay gente que cuece el arroz a parte y luego le añade la “salsa”, el tradicional se hace de esta manera, para que el arroz se empape de la leche en la cocción, y sea un poco más “crema” y no quede suelto.

Tiempo: 20-25 minutos

Dificultad: 1/4

Digestión: 2/4

Precio: No llega a 2€