Después de una semanita de platos salados en Cocinillas, para el último día os dejamos el postre. No tenía mucho tiempo pues entre el trabajo y el examen que me ha tocado preparar a última hora, y por supuesto los ineludibles compromisos sociales (qué mal nos hace el bienquedismo…), así que me he dispuesto a haceros una cosa muy sencilla que me habían comentado.
Ingredientes para 4-6 personas
- 5 naranjas de zumo
- 6 cucharadas de leche condensada
- 3 láminas de gelatina (o medio sobre si es en polvo)
- 6 cucharadas de agua
La elaboración es muy sencilla, pero es que además es algo muy socorrido y se puede aprovechar para cuando viene un invitado a comer o a cenar y harás que se quede con cara de felicidad. Eso seguro. Adelante pues con la crema mousse de naranja, que no es ni crema ni mousse, si no que coge un poco de ambos conceptos.
No tiene mucho misterio y entre todo mal se os tiene que dar para tardar 20 minutos en hacerlo, podéis hacerlo en mucho menos, pero tampoco hay que andar con prisas, que la cocina hay que disfrutarla cuando se puede.
Primero de todo exprimimos las naranjas apurando bien, si bien puede que estéis especialmente vagos o no tengáis naranjas, pues tirad de zumo del que tenéis en la nevera (medio litro aproximadamente) pero no os quedará igual, eso seguro.
Yo he empezado por ahí porque la gelatina la tenía en polvo, pero si la tenéis en hojas, antes de poneros a exprimir dejadlas en remojo en agua del tiempo para que se vayan ablandando, y así aprovechamos el tiempo del exprimido. Una vez el zumo ya listo y las hojas, de tenerlas, ya ablandadas, pasamos a la siguiente fase.
En agua muy muy caliente (seis cucharadas soperas), disolvemos las hojas de gelatina (o vertemos el contenido de medio sobre en caso de esa modalidad) y removemos hasta disolver. En el primer caso lo tendríamos que pasar por el colador, en el segundo ya lo tendríamos.
Ahora mezclamos la leche condensada, con el zumo y el agua con gelatina. Removemos bien, veréis como cambia de color a un anaranjado más parecido a un huevo batido. Una vez bien removido, servimos en las copas en las que vayamos a disponerlo y metemos en el frigorífico durante mínimo dos horas aproximadamente. Y ya está, listo, finito. A la hora de presentarlo, podéis ponerle hojas de menta o hierbabuena, o granulos de granada, o frambuesas, o hacer espirales con la piel de naranja o bien rallar ésta… Lo que queráis.
Tiempo: 10-15 minutos
Dificultad: 1/4
Digestión: 4/4
Precio: 2€