Esta semana, tan cerquita de estas fiestas tan bonitas, me gustaría compartir con todos vosotros uno de mis postres preferidos, la mousse de chocolate. Con estas comilonas que nos esperan a lo mejor no es el postre ligerito que apetece. Sin embargo, yo soy de los que el postre nunca puede faltar y siempre hay que dejar un huequito y más si se trata de chocolate. Además debemos pensar que los más pequeños se juntan con primos, amigos,… y al final no cenan mucho, pero ante algo así ¿se podrán resistir? y menos si los hacen entre ellos…

Preparación:

Esta receta la vamos a hacer en tres partes: chocolate, claras y yemas.

Primero troceamos el chocolate y lo derretimos al baño María a fuego muy lento. Cuando esté casi todo derretido, añadimos la mantequilla y mezclamos hasta que se derrita del todo.

Mientras se hace el chocolate, separamos las claras de las yemas. Batimos las yemas con 2 cucharadas de azúcar por un lado y reservamos.

Con las claras debemos esforzarnos un poquito más. Añadimos un pellizco de sal y 3 cucharadas de azúcar y batimos hasta que queden a punto de nieve. Merece la pena que suba cuanto más mejor ya que las burbujitas que quede luego en la mousse depende de este paso.

Por último, mezclamos primero bien el chocolate con las yemas y luego con las claras hasta que desaparezca el color blanco y se tiña todo de marrón. Ponemos en vasitos individuales, si lo vais a hacer para las fiestas podéis usar copas de cóctel o de champán (de las anchas). Y dejamos reposar de 6 horas a 1 día en la nevera para que coja consistencia.

Para adornar podemos usar nata o fideos de chocolate de colorines, aunque a mi me gusta así, sin que nada pueda hacer sombra al gran protagonista, el chocolate.

Resultado:

Tiempo: 15 minutos de preparación + de 6 a 24 h. de  minutos de nevera

Dificultad: 2/5

Digestión: 4/5

Precio: 2 €