Uno de los recuerdos que tengo es de cuando yo tenía unos 7 años, ver a mi abuela y a su hermana en la cocina de la casa manos a la obra. El olor a canela, anís y azúcar envolvía toda la casa y al escucharlas reír te hacía querer ayudar, pero no había manera, cada vez que intentaba entrar “en su territorio” me hacían salir a base de amenazas con el rodillo. Ese recuerdo es el que me ha hecho traeros hoy estos pestiños.

Ingredientes

  • 750 grs de harina
  • 250 ml de aceite de oliva (si es de sabor fuerte añadir 1/4 de girasol)
  • 250 ml de vino blanco
  • 1 cucharada de canela
  • 1 cucharada de anís en grano
  • 1 cucharadita de ajonjolí (sésamo)
  • 1 pizca de sal
  • Cáscara de limón.
  • Ralladura de naranja
  • Miel y agua (para bañarlos)

Preparación de pestiños de familia

Ponemos a confitar la cáscara de naranja en el aceite que vamos a usar para freír nuestros pestiños, durante 10 minutos. Confitar es poner algo en aceite a potencia muy baja para que el aceite se impregne del sabor de la naranja, en este caso.

Ponemos los ingredientes secos en un recipiente (harina, sal, anís, ajonjolí, y la ralladura del limón) y revolvemos. A continuación hacemos un agujero en el centro de la mezcla anterior y volcamos el aceite y el vino blanco. Amasamos nuestra masa de pestiños durante 5 minutos aproximadamente.

Esta masa, al tener aceite de oliva no se pegará a las manos y por lo tanto nos resultará más fácil su manejo.

Ahora podemos trabajar la masa de nuestros pestiños en pequeñas porciones o todo de una vez, eso depende de cada cual. Alisamos y aplastamos la masa con ayuda de un rodillo hasta que quede finita (aconsejo que cuanto más fina mejor porque al freírla crece y si queda gruesa no quedan bonitos).

La cortamos con un cortador de galletas o con el cuchillo para darle forma cuadrada.

Una vez cortadas las porciones de los pestiños le damos forma, es muy fácil solo hay que coger la esquina opuesta de nuestro cuadrado y las unimos en el centro. Presionamos fuerte para que al freírlos no se separen y se abran perdiendo la forma característica de los pestiños.

Añadimos al aceite caliente, tiene que estar a temperatura media, a 170/180 ºC (si no tienes vitrocerámica os aconsejo que tengáis un termómetro a mano para saber la temperatura exacta). Freímos hasta que estén dorados. Sacamos y dejamos reposar en un plato previamente cubierto de papel absorbente para retirarles el exceso de aceite.

Mientras se enfrían nuestros pestiños ponemos una cazuela al fuego para hacer un almíbar de miel (1/2 taza) y agua (3/4). Cuando esté caliente lo retiramos del fuego y procedemos al bañarlos con la ayuda de un pincel.

Y ya están nuestros pestiños acabados.

Resultado

Estos pestiños parecen complicados de hacer y de elaborar por el tema de la fritura, pero están deliciosos y vale la pena darse un capricho. Es la receta antigua de la familia y no creo que se pierda porque el resultado es todo un éxito.

Espero que los probéis porque estos pestiños están de muerte, os lo aseguro.

Tiempo: 1 hora aprox.

Dificultad: 2/5

Digestión: 3/5

Precio: 3 €

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