La mona de Pascua no es precisamente el dulce típico de mi pueblo, no he crecido comiéndola ni cargo a mis espaldas con esta tradición, pero la vida está para experimentar y para atreverse con todo, así que aquí me tenéis, haciendo algo distinto para una Semana Santa con un nuevo sabor. Eso sí, no podemos dejar de lado a los protagonistas familiares de estas fechas, los pestiños y la coca de sidra ayamontina.

Ingredientes para el fermento o masa madre

  • 100 gramos de harina de fuerza
  • 12 gramos de levadura fresca
  • 60 ml de agua
  • Todo el fermento o masa madre
  • 400 gramos de harina de fuerza
  • 12 gramos de levadura fresca
  • 150 gramos de azúcar
  • 3 huevos M
  • 80 gramos de aceite de oliva
  • Ralladura de una naranja mediana
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1 pizca de sal
  • 1 clara de huevo
  • 2 huevos para el centro
  • Azúcar glass o chocolate

¿Os atrevéis a meteros conmigo en harina? Pues venga, allá vamos con la receta.

Ingredientes

Preparación del fermento o la masa madre

  1. Disolvemos la levadura en el vaso de agua.
  2. A continuación añadimos la levadura disuelta en el agua a la harina y removemos con una paleta hasta integrar bien.
  3. Tapamos con papel film y reservamos en la nevera durante 24h aproximadamente.

Preparación de la masa para la mona de Pascua

  1. Sacamos la masa madre de la nevera y la dejamos atemperar.
  2. En un bol mezclamos la harina (previamente tamizada), la levadura, la masa madre o fermento y los huevos ligeramente batidos, removemos con una paleta hasta integrarlo todo.
  3. A continuación se agrega el aceite de oliva poco a poco y después el azúcar.
  4. Ahora es el momento de añadir la esencia de vainilla, la ralladura de la naranja y la pizca de sal, la mona tradicional se elabora con agua de azahar (15 ml) pero en casa no la teníamos y hemos sustituido por la vainilla para dar un matiz diferente. Nos toca meter las manos en la masa para conseguir que quede homogénea y elástica (tiene que caer con su propio peso, no quedar compacta). Si la masa se pega mucho a las manos podemos añadir un poco más de harina, pero no debemos pasarnos porque sino la mona no quedará esponjosa.
  5. Una vez tengamos nuestra masa con la consistencia deseada, hacemos una bola y la metemos en un bol previamente enharinado, la tapamos y la dejamos reposar durante una hora aproximadamente.
  6. Antes de seguir, es el momento de precalentar el horno a 180 ºC.
  7. Trascurrido el tiempo de reposo, cortamos nuestra masa en dos y hacemos dos bolas, nos saldrán dos monas. Una vez tenemos las bolas hacemos con el dedo un agujero en el centro y vamos agrandando un poco la “rueda” con movimientos circulares, para que me entendáis, como si fuera un volante y con cuidado de no romper la masa. Lo típico es colocar en el agujero central un huevo de gallina, puede ser un huevo normal o huevo tintado con colorante alimenticio.
  8. Para finalizar, decoramos la mona pincelando la superficie con una clara de huevo. Decoraciones hay para todos los gustos, yo las espolvoree por encima con azúcar de vainilla, pero se pueden poner fideos de colores, de chocolate, azúcar glass, etc.
  9. Llevamos nuestras monas al horno durante unos 25 minutos aproximadamente, es aconsejable ir controlando a partir de los 20-22 minutos con un palillo para comprobar si sale limpio y está correctamente horneada la masa. Es importante colocar la bandeja del horno en los raíles inferiores.

Resultado

Ya tenemos listas para degustar dos doradas y deliciosas monas. La textura es agradable y  esponjosa, el sabor es muy bueno, con el leve toque a vainilla y el último regusto a naranja.

En mi caso una vez la mona estaba fría he cambiado el huevo de gallina por un huevo de chocolate, así con sorpresa y todo, creo que es una idea genial para sorprender a los niños. En casa hemos hecho una mona tradicional y otra con chocolate, lo ideal es disponer de una aguja para inyectar chocolate, Nutella, Nocilla o cualquier relleno que os guste y se os ocurra ¡Imaginación al poder!

Y llegados a este punto, tengo que contaros mi pequeña metedura de pata. No estoy acostumbrada a cocinar con levadura fresca, por lo cual cuando me he puesto a hacer la masa de la mona, no la del fermento, me he equivocado y he puesto levadura química. A pesar de mi error el resultado final ha sido bastante delicioso, así que si os pasa como a mí no temáis, tendréis mona para merendar. El único problema con esto es que en el reposo la masa aumenta su tamaño por la fermentación de la levadura fresca, sin embargo con la levadura química esto no pasa ya que necesita de calor para fermentar. En definitiva, si usáis la levadura correcta la mona será aún mucho más esponjosa.

¡Feliz Semana Santa!

Tiempo: 30 minutos (24h de reposo del fermento, 1h de reposo de la masa y 25′ de horneado)

Dificultad: 2/5

Digestión: 2/5

Precio: 2,50 euros

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