En el programa Masterchef de esta semana los concursantes hicieron el verdadero tiramisú italiano, pero yo os traigo una versión fácil y rápida para que los alérgicos al huevo y los cocinillas con poco tiempo podamos disfrutar de un postre sabroso y muy parecido al original.
Ingredientes
- 250 gr. de nata para montar
- 250 gr. de queso mascarpone
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 75 gr. de azúcar
- Bizcochos de soletilla (si eres alérgico al huevo utiliza bizcochos o galletas sin huevo)
- 1 taza de café expreso o intenso
- 4 cucharadas de licor (amaretto, whisky, coñac,…)
- Cacao en polvo sin azúcar
Los alérgicos al huevo tendréis que tener cuidado con los bizcochos de soletilla que empleéis, porque normalmente contienen huevo. Los podréis sustituir por bizcochos o galletas sin huevo.
Preparación del Tiramisú sin huevo
- Mezclamos el mascarpone con el extracto de vainilla, y un par de cucharadas de café. Batimos con las varillas hasta que la crema esté bien combinada. Entonces, la mezclamos con el azúcar y volvemos a batir hasta integrarla y montarla ligeramente.
- Montamos la nata con las varillas y la incorporamos a la crema anterior. Es importante hacerlo con movimientos de arriba hacia abajo para que la crema final no pierda volumen y consigamos esa textura fina y deliciosa. Reservamos este preparado en la nevera.
- Mezclamos el licor con el resto del café, azucaramos al gusto y mojamos los bizcochos.
- Elegimos el molde o recipientes en los que vamos a servir el postre. Cubrimos con un fondo de bizcochos y encima colocamos una capa de crema. Repetimos este proceso por lo menos una vez más, y tantas veces como nos permita el recipiente. Alisamos la última capa de crema y espolvoreamos el cacao en polvo sobre esta última capa de crema con ayuda de un colador.
- Tapamos con film transparente y refrigeramos unas horas para que el postre tome más sabor y quede más compacto.
Resultado
A veces los bizcochos son demasiado blandos y tras mojarse en el café resulta difícil ponerlos en el envase elegido sin que se rompan. En este caso, es mejor poner los bizcochos “secos” directamente en el envase y mojarlos ahí con ayuda de una cucharita.
Cuando refrigeramos el tiramisú con el cacao ya vertido en la superficie éste se suele humedecer y oscurecer, aunque sigue estando buenísimo, es sólo un tema óptico. Si no queréis que esto pase, espolvoread el cacao justo antes de servir.
Con estas cantidades sale una buena cantidad de tiramisú sin huevo. Yo lo he servido en envases individuales, pero podéis utilizar un amplio recipiente de cristal, y os recomiendo que sea cuadrado o rectangular, para colocar más fácilmente los bizcochos. La ventaja de utilizar envases individuales es poder personalizar el tiramisú sin huevo: café con cafeína, descafeinado, con chorrito de licor, sin alcohol, con un licor en concreto, etc. 😉