Ingredientes

  • 90 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 2,5 cucharadas de canela en polvo
  • 2 cucharadas de azúcar moreno
  • 2 rebanadas de pan de molde
  • Una pizca de sal

Las tostadas son un habitual de los desayunos de muchos españoles. Tanto que a estas alturas pueden parecer de lo más aburridas comparadas con alternativas como las galletas, los muffins e incluso los croissant. Por eso hoy os traemos una forma sencilla de darle una vuelta a vuestras tostadas para alegraros la mañana mientras coméis algo delicioso.

Foto por Asier G. Morato

Cómo se preparan las tostadas de canela

Aunque es tan fácil de preparar como cualquier otra, la tostada de canela requiere un poco de preparación. Además, vamos a prescindir del tostador para cocinarlas directamente sobre una sartén antiadherente.

1: Mezclamos

Foto por Asier G. Morato

Lo primero de todo es mezclar los 90 g de mantequilla con las dos cucharadas y media de canela y las dos cucharadas de azúcar moreno. Aunque ésta última se puede reducir si no sois muy golosos. Tiene que quedar homogéneo tanto en color como en textura.

La mejor forma de hacerlo es tener la mantequilla a temperatura ambiente, puesto que si está fría va a ser casi imposible. No te recomiendo que la metas al microondas, puesto que si se derrite no servirá para la receta.

2: Untamos por ambos lados

Foto por Asier G. Morato

Una vez tengamos la mantequilla de canela lista, es el momento de untarla de forma generosa por ambos lados del pan de molde. Aunque vale cualquiera, mi recomendación es usar un pan grueso. Si lo prefieres también puedes usar un pan de hogaza.

3: Tostamos en la sartén

Foto por Asier G. Morato

Por último, ponemos la sartén antiadherente en el fuego y tostamos las rebanadas por ambos lados. No hace falta echar aceite, puesto que la mantequilla se encargará de que no se pegue. En cuanto a la temperatura, lo mejor es empezar a fuego fuerte y después bajarlo un poco para evitar que se queme.

Foto por Asier G. Morato

Una vez se doren las tostadas de canela están listas para comer, aunque antes de untarla en el café te recomiendo echarle una pizca de sal.