Bienvenidos un día más a Cocinillas y un año más al día con la noche más mágica de la Navidad… la de los regalos. De muy pequeña, recuerdo irme a la cama con miedo la noche del 5 de enero por si quien se colaba en casa era un ladrón en vez de los Reyes… críos…
Ingredientes
Para la masa de los donuts caseros sin azúcar:
- Harina de trigo, 280 g + un poco más para enharinar la encimera
- Leche templada, 80 ml
- Agua templada, 40 ml (*)
- Levadura fresca de panadería, 10 g
- Azúcar, 30 g
- Sal fina, 2 g
- Mantequilla, 30 g
- Huevo, 1 para la masa y otro para pintar
- (*) Si puedes conseguir un agua de azahar de calidad, cambia la mitad del agua por agua de azahar. Pero si es agua de azahar industrial, ten cuidado porque luego a mucha gente le repite mucho y es mejor ser prudentes.
Para el glaseado de azúcar:
- Azúcar glass, 60 g
- Leche, 2 cucharadas
Para decorar
- Nata montada (**)
- Guindas o frutas escarchadas
- (**) O cualquier otro relleno para roscón que te guste.
De mayor, descubrí que la espera era mucho más llevadera si una se metía en harina a preparar roscones, y sí, está bien dicho en plural, porque siempre me ha parecido que son un regalo perfecto para llevar ese día a cualquier casa.
La receta de Roscón de Reyes más fácil que existe
Durante años busqué la receta del roscón de Reyes perfecto. la encontré y fue la primera que compartí con vosotros hace ya cuatro añazos.
Una receta que, pese a no ser difícil, sí resulta muy laboriosa porque requiere de varios reposos y hay que estar pendiente de ella. Si algún año tenéis tiempo os recomiendo que os pongáis manos a la obra y preparéis esta deliciosa receta.
Pero como no siempre hay tiempo para tanto y yo no quiero que os quedéis sin roscón, estos últimos años he probado recetas más sencillas con las que también se puede hacer un roscón riquísimo en casa. La que más me ha gustado de todas ellas es la que utiliza la masa de los donuts caseros, que solo necesita un par de reposos sencillos y da muy buenos resultados.
Preparación de la receta de roscón de Reyes más fácil que existe
01: Preparar el roscón
- En el bol de la amasadora ponemos la harina con la sal y la levadura desmenuzada.
- Hacemos un hueco en el centro y echamos la leche, el agua, el azúcar, la mantequilla a temperatura ambiente y el huevo. Mezclamos durante 2 minutos a velocidad lenta y amasamos durante otros 10 minutos a velocidad rápida hasta que la masa esté completamente lisa y elástica tal como veis en la imagen superior.
- Enharinamos la encimera con un poco de harina reservada y volcamos nuestra masa sobre ella. Amasamos a mano durante un par de minutos hasta formar una bola que dejamos reposar durante hora y media en un bol tapada con un trapo limpio y en un lugar cálido apartado de corrientes de aire.
- Cuando la masa haya doblado su volumen, la pasamos de nuevo a la encimera enharinada y la aplastamos con las manos hasta tener una lámina redonda u ovalada de unos 2 cm de espesor. Es mejor aplastarla con las manos que usando rodillo.
- Colocamos la lámina sobre un trozo de papel de horno y, con ayuda de las manos hacemos un gran hueco en el centro. Debe ser grande para que no se cierre durante la cocción.
- Colocamos el papel con nuestro roscón crudo sobre una bandeja de horno y lo dejamos reposar otra media hora y, mientras tanto, vamos precalentando el horno a 225ºC.
- Pasada la media hora, pintamos nuestro roscón con huevo batido, bajamos la temperatura del horno a 200ºC y horneamos durante unos 25 minutos con calor arriba y abajo. Si son grandecitos puede ser necesario algún minuto más.
02: Glaseado
- Mientras se hornea el roscón, preparamos el glaseado mezclando el azúcar glass con la leche hasta tener una pasta.
- En cuanto lo saquemos del horno, echamos el glaseado por encima y los dejamos enfriar en una rejilla.
- Para servir el roscón, los abrimos con un cuchillo de sierra, cubrimos la parte de abajo con nata montada y será en la nata donde “enterremos” nuestra sorpresa envuelta en un pequeño trozo de papel film, tapamos con la otra mitad y decoramos con la fruta escarchada.
Notas
En vez del glaseado, que tiene como resultado un roscón mucho más ligero, se puede hacer la decoración tradicional de azúcar cubriendo el roscón con azúcar humedecido y láminas de almendra justo después de pintarlo con huevo y antes de meterlo en el horno.