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Antes de irme a vivir a Madrid, para mí las torrijas era el desayuno de domingo cuando había quedado mucho pan duro y mi madre se levantaba con ganas de meterse en la cocina. Pero en la capital descubrí que la Semana Santa no es lo mismo sin unas buenas torrijas, que como cualquier receta tradicional, no hay dos personas que las hagan igual y en cada familia tienen sus truquitos.
Ingredientes
- Leche, 500 ml
- Piel de un limón
- Canela en rama, un palito
- Azúcar, 3 o 4 cucharadas
- Pan para torrijas, una barra
- Huevo batido, para rebozar
- Azúcar y canela, para rebozar
- Aceite de sabor suave, para freír
Paso 1
Infusionar leche con azúcar, piel de limón y canela.
Paso 2
Empapar el pan con la mezcla, pasar por huevo las torrijas y freírlas
Paso 3
Rebozarlas en una mezcla de azúcar y canela.
El caso es que casi todas están buenísimas y siempre se pueden adaptar al gusto de cada casa, más o menos dulces, más o menos empapadas, con leche, con almíbar, chocolateadas.... No sigo porque estoy empezando a salivar.
Cómo hacer torrijas caseras
Las torrijas son uno de los grandes milagros de la cocina tradicional española de aprovechamiento, pues consigue convertir un trozo de pan, normalmente duro, en un dulce de textura delicada y sabor delicioso que conquista a todos.
Aunque lo habitual es usar pan de torrijas, un pan con poca fermentación y miga densa capaz de absorber gran cantidad de líquido, también se pueden hacer con otros panes, incluido el pan de molde o con restos de bollería como brioches, croissants, etc.
Para la hidratación se suele usar leche aromatizada, pero también se puede usar almíbar de licor o de vino, leche con cacao. Tradicionalmente se fríen y posteriormente se rebozan en una mezcla de azúcar y canela o se bañan con almíbar, eso depende de lo goloso que sea cada uno. Así pues, la receta que os propongo hoy, que es la más básica hecha con ingredientes muy fáciles de conseguir incluso en estos días de cuarentena.
Receta de torrijas para principiantes
Como os digo, ademiten toda clase de personalizaciones, pero incluso, si las hacéis tal cual os cuento, estar torrijas caseras sencillas son una delicia.
Paso 1
En un cazo ponemos a calentar la leche con la piel de limón sin la parte blanca, el palo de canela roto en dos o tres trozos y las 3 cucharadas de azúcar. Calentamos hasta llevar a ebullición y dejamos enfriar.
Paso 2
Cortamos el pan en rebanadas de unos dos centímetros de espesor, las sumergimos en la leche infusionada hasta que estén bien empapadas y, con ayuda de una espátula las vamos reservando en un plato.
Paso 3
Ponemos a calentar el aceite a fuego medio-alto. Pasamos las torrijas por huevo batido y con cuidado de no romperlas, de nuevo os recomiendo usar una espátula, las sumergimos en el aceite caliente. Las freímos entre 2 y 3 minutos por cada lado hasta que estén doradas y las sacamos escurriéndolas muy bien. Las vamos dejando sobre una rejilla o colador. Yo, personalmente, soy amiga de ponerlas sobre papel absorbente porque el aceite que queda en el papel luego lo reabsorben las torrijas.
Paso 4
Cuando hayamos terminado de freír todas nuestras torrijas, mezclamos la taza de azúcar con la canela en polvo, rebozamos nuestras torrijas caseras en la mezcla y servimos. Si las rebozamos cuando aún están calientes se formará una especie de almíbar y si esperamos a que se enfríen un poco seguirán apreciándose los granos de azúcar. No es que una opción sea mejor que otra, pues ambas tienen sus defensores así que puedes elegir la que más te guste.