Ahora que algunos ya pueden por fin reunirse con sus familias y que no falta nada para que todos puedan hacerlo es momento de pensar en esas recetas que harán que el reencuentro sea inolvidable. Ni qué decir tiene que la mejor manera de terminar una comida especial es disfrutando de un buen postre y el que os proponemos hoy es de los que siempre dejan una deliciosa huella en el paladar. Esta tarta de queso y Oreo es muy sencilla de preparar, ni siquiera necesita horno pero hará las delicias de los más golosos.

Paso 1

Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.

Paso 2

Abrimos las galletas Oreo doble crema y separamos las galletas de la crema rascando bien con una cucharilla. Reservamos la crema y trituramos las galletas con la mantequilla hasta obtener una especie de arena con la que cubriremos el fondo de un molde circular desmontable de 24 centímetros de diámetro compactándola bien presionando con el fondo de un vaso o con el dorso de una cuchara. Esto será la base de nuestra tarta y la dejaremos en la nevera mientras realizamos el resto de pasos.

Paso 3

En un bol batimos la crema de queso con el azúcar y la crema que hemos retirado del interior de las galletas.

Paso 4

Calentamos la leche y disolvemos la gelatina bien escurrida en ella y la incorporamos poco a poco a la mezcla anterior hasta tener una crema homogénea.

Paso 5

Montamos la nata con ayuda de unas varillas eléctricas y la incorporamos con movimientos envolventes y añadimos 4 galletas Oreo trituradas.

Paso 6

Vertemos la mezcla sobre la base de galletas que teníamos enfriando en la nevera y refrigeramos de 4 a 6 horas antes de servir para que cuaje la tarta.

Paso 7

En el momento de servir nuestra tarta de queso y Oreo, la decoramos con las galletas mini Oreo y desmoldamos con cuidado.

Notas

Otra opción para decorar en el momento de servir si no tenemos las galletas mini Oreo es espolvorear la tarta con unas cuantas galletas Oreo ralladas a modo de cobertura.