No sólo de galletas de chocolate viven nuestros placeres y es que estas galletas de tarta de zanahoria son firmes candidatas a abrir otro sueño dulce e irredento. Además de estar buenísimas, tiernas por dentro y crujientes por fuera y con un sabor inigualable, la realidad es que son muy fáciles de hacer y no conllevan la hora de horno que suele tardar cualquier tarta de zanahoria al uso, pero ese remate de crema de queso hará que nos trasladen directamente a nuestros recuerdos "zanahoriles" más inmediatos. 

Ingredientes

  • Zanahoria rallada o picada muy fina, 80 g
  • Mantequilla, 220 g
  • Azúcar, 80 g
  • Azúcar moreno, 180 g
  • Huevos, 2 u
  • Harina de trigo, 320 g
  • Bicarbonato sódico, 5 g
  • Levadura química, 3 g
  • Canela en polvo, 1/2 cucharadita
  • Jengibre en polvo, 1/2 cucharadita
  • Nuez moscada molida, 1/6 cucharadita
  • Sal, 1/2 cucharadita
  • Clavo molido, una pizca
  • Copos de avena o muesli, 160 g

Para el frosting o cobertura de crema de queso

  • Queso crema, 200 g
  • Mantequilla, 50 g
  • Azúcar glas, 225 g

Paso 1

Mezclar los ingredientes húmedos por un lado y los secos por el otro.

Paso 2

Amasar bien y hacer bolitas

Paso 3

Hornear

Paso 4

Preparar la crema de queso y terminar con ella, cuando estén frías, las galletas.

Paso 1

Atemperar muy bien la mantequilla, durante un largo rato fuera de la nevera, para que se quede muy tierna. En ese momento, batir enérgicamente con varillas o una máquina junto a los dos azúcares, hasta que parezca que la mezcla espume ligeramente. 

Paso 2

Precalentar el horno a 190ºC y colocar papel de hornear encima de una bandeja. 

Paso 3

Añadir los huevos a la mezcla, uno a uno y poco a poco sin dejar de remover bien todo para que se integren en la mezcla de las galletas de tarta de zanahoria. 

Paso 4

En un bol mezclar todo el resto de ingredientes menos el muesli o los copos de avena. Harina, especias, bicarbonato, sal y levadura. Ir añadiendo esta mezcla poco a poco a la anterior, con la ayuda de una espátula o cuchara para no batir en exceso la preparación pues no nos interesa. Añadir por último la zanahoria rallada, el muesli o los copos de avena.

Paso 5

La masa se pegará a las manos pero no importa, la tendremos que manejar con cuidado para hacer bolas del tamaño de una pelota de golf y ponerlas muy bien separadas en la bandeja de horno. Hornear durante 10 minutos aproximadamente, que los bordes se doren pero el centro no. Dejar reposar por completo antes de tocarlas, que enfríen muy bien. 

Paso 6

Preparar el frosting de queso, para ello sólo tendremos que batir con unas varillas enérgicamente (mejor con máquina) la mantequilla y el queso crema, que tendrán que estar a temperatura ambiente para que se puede hacer bien, muy cremosos. Si os habéis olvidado de sacarlos de la nevera siempre os podréis ayudar del "modo descongelación" de vuestro microondas. Cuando ya estén el queso y la mantequilla mezclados añadir el azúcar glas y seguir batiendo. Trasladar entonces a una manga pastelera y enfriar muy bien. 

Paso 7

Decorar las galletas de tarta de zanahoria con el frosting y, si se quiere, rallar un poco de zanahoria cruda para terminar o también coronar con algunos frutos secos al gusto de cada uno. 

Trucos y sugerencias

Para rallar la zanahoria se utiliza cualquier rallador al uso pero también se puede triturar en un robot hasta que quede bien pequeñita pero sin que llegue a hacerse una pasta, eso es importante. 

Si utilizas muesli encontrarás trocitos más crujientes después en las galletas, algo que no sucederá si usas copos de avena. 

Si no te quieres pringar las manos, utiliza un sacabolas o una cuchara para helados para hacer la forma perfecta de las galletas. No, no hace falta aplastarlas cuando las pongas encima de la bandeja del horno. 

Estas cookies se conservan muy bien un par de días pero puedes congelarlas también tanto antes de hornear como después. Si las horneas congeladas ten en cuenta que necesitarán un par de minutos más dentro del horno para estar perfectas. 

El truco del microondas para ablandar la mantequilla y/o el queso crema es traicionero. Siempre que lo hagáis tendrá que ser en modo descongelación y muy controlado, abriendo el microondas cada 30 segundos para ver qué está pasando. Si se os olvida, se os derretirá todo y ya no habrá marcha atrás.