¿Echabais de menos el roscón de Reyes? Pues hoy, aún respetando su tradición estacional en España, vamos a hacer algo muy parecido: el panquemao. Se trata de un postre muy típico de Murcia y de la Comunidad Valenciana que recibe su nombre de la costumbre de tostarlo mucho.

Es una masa similar al del roscón, pero con la particularidad de que lleva anís en su masa, de que en vez de comerse en Navidad, se devora en Pascua y de que en ocasiones se corona con merengue o azúcar quemado. Ello le confiere ese sabor tan característico, esa textura tan esponjosa y ese aroma tan suave. Estamos hablando de recetas típicas de Semana Santa, como podrían también ser los buñuelos o todas las preparaciones con bacalao

Aunque típico de la localidad de Alberic, rápidamente se fue extendiendo por el resto de Valencia llegando a elaborarse de patata, huevo e, incluso, calabaza. Cuenta la leyenda que su historia se remonta a la época en la que dicho territorio estaba ocupado por los musulmanes. En aquel entonces, la hija del rey sufría de inapetencia y este, en consecuencia, la mandó a una finca en la ya mencionada localidad para ser alimentada por una anciana guisandera llamada “Mona”. Esta le preparó un pan conocido como “pit de sultana”, compuesto por harina, hue­vos, azúcar, aceite y levadura. Estaba tan bueno que la hija del rey no dudó ni un momento en zampárselo, lo que le devolvió la energía y le hizo recuperar su salud. No se sabe a ciencia cierta si este es o no el origen del postre, pero lo que sí es seguro es que Alfonso XVIII tenía un panadero particular en Albaric que le proveía de dichos panes.

Seguramente, junto con la horchata, el panquemao sea uno de los postres más famosos del territorio (dicen que en Semana Santa se consumen más de sesenta mil panquemados), aunque no necesariamente se sirve como tal.

Muchas veces es costumbre comerlo acompañado de longaniza, huevo duro o patata. ¡Cómo si de un hornazo se tratase! Es una receta que bien se puede hacer en casa y que ese olor a mantequilla y bollería recién hecha despertará un cocinillas y un devorador en vuestro interior. Empapar un buen pedazo de panquemado en el café de por la mañana puede convertirse en el nuevo momento diario de felicidad suprema.

Cómo hacer panquemao de Semana Santa

Ingredientes

  • Harina de fuerza, 300 g
  • Harina común, 250 g
  • Azúcar, 120 g
  • Huevos camperos M, 2 ud
  • Aceite de oliva suave, 40 ml
  • Mantequilla en pomada, 50 g
  • Leche entera, 110 ml
  • Levadura seca de panadería, 7 g
  • Ralladura de naranja, 1 cucharada
  • Ralladura de limón, 1 cucharada
  • Licor de Anís, 1 cucharada
  • Sal, 1 pizca
  • Azúcar para decorar, 70 g
  • Agua, unas gotas
  • Huevo para pincelar, 1 ud

Paso 1

Amasar todos los ingredientes y dejar fermentar.

Paso 2

Volver a hacer una bola y fermentar de nuevo.

Paso 3

Cortar, pintar con huevo y disponer el azúcar por encima.

Paso 4

Hornear.

Paso 1

Lo mejor para elaborar este tipo de recetas es contar con una amasadora, aunque bien puede hacerse a mano con mucha paciencia pues se necesita amasar a conciencia para que la masa desarrolle el gluten completamente y la masa quede lisa y sedosa. Hay que tener en cuenta que si nos pasamos de amasado también será perjudicial.

Poner todos los ingredientes en un mismo bol, integrar y amasar hasta que se forme una mezcla homogénea. Lo ideal es hacerlo en intervalos de un minuto, con reposos de cinco, hasta que quede una masa fina y homogeneizada. Si no lo hacéis con amasadora os recomiendo hacer un volcán con la harina, poner todos los ingredientes en su interior e ir incorporándolos poco a poco desde dentro hacia fuera para que la harina vaya absorbiendo poco a poco. Cuando la masa sea manejable sacar a una superficie y amasar a conciencia. 

Paso 2

Tapar con papel film, colocar en un bol previamente engrasado y dejar fermentar en un sitio seco y cálido hasta que doble su volumen. Un buen truco si hace mucho frío en casa es meter el bol en el horno con la luz encendida. 

Paso 3

Cuando haya doblado su tamaño, la vertemos sobre una superficie limpia y seca, y le damos forma con delicadeza, estas masas hay que tratarlas con cuidado. Queremos formar una bola prieta que dejaremos fermentar de nuevo tapada, con un poco de aceite de por medio, hasta que doble el volumen de nuevo. 

Paso 4

Precalentar el horno a 180 ºC. Mezclar el azúcar con unas gotas de agua para que se quede denso pero humedecido.

Paso 5

Cuando haya vuelto a doblar su tamaño, hacer una cruz en la superficie con la ayuda de una cuchilla o un cúter bien afilado y pintar con huevo batido. Colocar por encima el azúcar húmedo que hemos preparado. Hornear a 190 ºC durante 30 minutos.