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Pocas cosas se identifican más con la Semana Santa en España que las magníficas y pletóricas torrijas. Cuando se aproxima el momento, pocas son las casas que no las cocinan y las tienen en su haber (literalmente, en función de la geografía española donde uno se encuentre, puede verlas de todas las clases y colores), pero… ¿Conocéis el origen de tan preciado manjar?
Cabe hacer un inciso que, al mismo tiempo, sirva de crítica social. ¿Por qué hay que resignarse a comer torrijas sólo en Semana Santa? ¡Con lo ricas que están en cualquier época del año! Dicho esto, cabe mencionar que, pese a encontrar datos fehacientes que así lo avalen, su relación con la Cuaresma se debe a que son un alimento muy, pero que muy rico con el que no se peca nada en absoluto. Más allá de esta afirmación, no se sabe nada más acerca de su origen en los menús de vigilia.
Sin embargo, lo que sí se sabe es su origen. De hecho, tanto es así que se trata de uno de los postres más antiguos que existen en el mundo: Marco Gavio Apicio (siglo I d.C) dedica un par de apartados a este dulce: “Toma buenos panecillos de mosto africanos, sin corteza, y ponlos en leche. Cuando estén remojados mételos en el horno sin que se sequen. Sácalos calientes, pínchalos y úntalos con miel para que empape. Espolvorea con pimienta y sirve” y "Coge pan, quítale la corteza y corta trozos grandes. Remójalos en leche, fríelos en aceite y añade miel por encima”. Como pueden ver, ya se asemeja bastante a lo que son hoy en día.
Sin embargo, dos mil años más tarde, la historia cambió y se adaptó a los nuevos ingredientes y a la fusión de culturas y tradiciones. Así, es muy difícil concretar una elaboración tradicional de torrijas, pues, por ejemplo; raro era en el siglo XVI encontrar torrijas bebidas en leche (era perecedera y no todos podían disponer de ella), eran casi todas empapadas en vino. Eso sí, lo único que no ha cambiado desde su origen fue la utilización del pan de torrijas; el cual, por cierto, se puede hacer en casa y asegurarnos el éxito entre los más golosos comensales.
El hecho de que cueste tanto trabajo encontrar torrijas tradicionales de leche, nos lleva a, de igual forma que hizo Dabiz Muñoz, hacer nuestra propia receta de torrijas con un singular, pero delicioso, toque personal. ¡Torrijas de tiramisú, allá vamos! Un poco de café para embeber la leche, el toque del mascarpone por encima y para terminar un poco de cacao, tan fácil y tan sencillo.
Cómo hacer torrijas de tiramisú
Ingredientes
- Rebanadas de pan de torrijas, 5 ud
- Café, 250 ml
- Leche entera, 50 ml
- Azúcar, 80 g
- Huevos, 2 ud
- Aceite de oliva suave para freír, abundante
- Café soluble, 1 cucharadita
- Queso mascarpone, 150 g
- Crema de queso Payoyo, 50 g
- Azúcar glas, 80 g
Paso 1
Preparar la crema de queso.
Paso 2
Diluir el café con el azúcar y la leche
Paso 3
Embeber las torrijas, pasar por huevo y freír.
Paso 4
Terminar con el café y la crema de queso
Paso 1
Mezclar el queso mascarpone con la crema de queso Payoyo, a temperatura ambiente para que sea más fácil, con el azúcar glass en un recipiente ancho. Batir con varillas y mucha energía hasta que quede una textura cremosa y homogénea. Se puede añadir también un poco de mantequilla en pomada. Meter en una manga pastelera y reservar en la nevera para que coja cuerpo.
Paso 2
Hacer el café para embeber las torrijas. Para ello, disponer 250 ml de café en un recipiente. Agregar azúcar e integrar hasta que se disuelva. Es importante que el café sea bien intenso, para que luego la torrija nos sepa bien a café, añadir la leche a este café y reservar templado.
Paso 3
Empapar el pan de torrija sobre la mezcla del café y la leche, un par de minutos hasta que el pan esté bien embebido. Cada pan es distinto así que tendremos que ver cómo está de esponjoso, si nos pasamos corremos el riesgo de que se deshaga. Pasar después por el huevo batido y freír en abundante aceite caliente. La idea es que quede una fina película de huevo alrededor del pan para que conserve dentro toda la jugosidad. Freír durante un par de minutos hasta que estén doradas y retirar a papel absorbente.
Paso 4
Colocar la torrija sobre un plato. Terminar por encima con un poco de café en polvo y la crema de queso. Espolvorear un poco de cacao en polvo y comer antes de que desaparezcan.