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Polos tropicales de piña y sandía, este helado sin heladera es la estrella del verano

El verano está hecho para los helados y una solución muy fácil para hacer en casa son los polos. Con pocos ingredientes, sin añadir azúcar, te contamos cómo hacerlos.

27 julio, 2022 15:05

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Estos polos de sandía y piña son facilísimos de preparar, no llevan azúcar añadido y son la opción perfecta para refrescarte e hidratarse en verano comiendo fruta helada. Lo bueno de hacer polos es que no necesitas ningún tipo de heladera ni máquina específica, solo habrá que triturar bien la fruta y disponerla en los moldes que cada uno quiera o tenga.

¿No hay moldes? No pasa nada, porque si se tiene una máquina de envasar al vacío se pueden fabricar de forma casera las propias bolsas de tipo «flash». Los espacios entre uno y otro han de ser de, al menos, unos 4 cm para que queden polos de buen tamaño. Estas bolsas también se compran ya fabricadas, pero siempre está bien tener alternativas para no ir comprando muchos cacharros de cocina. Aún así, si se decide comprar algún molde, la recomendación será aceitarlo previamente porque muchas veces cuesta después desmoldarlo. Eso o comprarlos de silicona.

La mezcla interior en este caso es de piña y sandía, para darle un punto tropical y muy refrescante al helado, pero las posibilidades son tan infinitas como las frutas de verano que tenemos a nuestro alcance. Además, se puede añadir hierbabuena o cualquier hierba aromática y siempre le vendrá muy bien incorporar algo de zumo de lima o limón al conjunto para ensalzar los sabores. Lo mejor será triturar la fruta y utilizarla tal cual, para mantener así su fibra, pero si se quiere una mezcla más lisa la opción será utilizar la licuadora para el proceso.

Si la fruta es madura no hace falta incorporar nada de azúcar, de ningún tipo, tampoco edulcorantes. Con la propia fructosa de la sandía y de la piña será más que suficiente. Eso sí, una vez rellenados los moldes habrá que meterlos en el congelador así que hay que hacer un buen hueco previamente.

Si se usa el truco de las bolsas de vacío para hacer «flash» hay que llenar cada «tubo» de la bolsa entre las 2/3 y 3/4 partes, para que el líquido pueda expandirse durante el cambio de estado de líquido a sólido, y sellar la bolsa con la opción de sellar sin hacer vacío que tienen todas las envasadoras.

Otros polos muy fáciles de hacer son los polos de limón cremosos y una opción maravillosa son los sándwiches helados de mango (sin heladera) que también nos darán un puntazo tropical. Para los más aventureros, el helado de café y nata homenaje al jaspeado de moka será una gran opción, también está la alternativa del helado fácil y saludable de chocolate o el mítico limón helado.

Polos flash de piña y sandía

Ingredientes

  • Sandía, 1/4 ud
  • Piña, 4 rodajas
  • Zumo de lima, 1 cucharada (opcional)

Paso 1

Pelar la fruta y quitar huesos y corazones.

Paso 2

Preparar las bolsas de los polos.

Paso 3

Triturar la mezcla.

Paso 4

Rellenar los polos y congelar.

Paso 1

Lo primero será tener preparados los moldes de los polos. Si vamos a utilizar el truco de la bolsa de vacío, para ahorrar plástico, no hará falta que separemos cada unos de los polos, sino que podemos ir sellando la bolsa para hacer los diferentes compartimentos, más o menos dejando unos tres o cuatro centímetros entre cada sellado.

También se necesitará un embudo para rellenarlos bien y habrá que tener cuidado de solo llenar las 2/3 partes de cada compartimento por dos razones, para que no explote al expandirse el líquido a medida que se congela y para sea mucho más fácil sellarlos.

Paso 2

Pelar la sandía, quitar las pepitas y trocearlas. Pelar la piña muy bien para que no quede ninguna parte dura y quitar el corazón. Trocear las rodajas.

Paso 3

En un vaso batidor disponer la sandía junto con la piña y, si se quiere, un poco de zumo de lima o de limón y alguna hierba aromática. Triturar muy bien hasta conseguir una mezcla líquida.

Paso 4

Rellenar los moldes con la ayuda del colador, si usamos la bolsa de vacío adaptada lo más fácil es meterlos dentro de un recipiente alto y estrecho (como el de la batidora) y rellenarlos ahí mismo. Congelar al menos durante 8 horas antes de desmoldar.