No son pocas las recetas típicas de Carnaval en nuestro país, como puedan ser las filloas gallegas o las flores. Pero fuera de nuestras fronteras también se celebra esta festividad con recetas típicas. Concretamente en Alemania, se preparan los Mutzenmandeln, unos dulces típicos que reciben su nombre por la forma almendrada que se les da (Mandeln significa almendras), y porque llevan en su elaboración también harina de este fruto seco.

Se consumen durante la temporada de carnaval, pero son típicos también en Navidad acompañados de un vino caliente que elaboran con diferentes especias. Su forma original almendrada se consigue estirando la masa resultante con un rodillo, y cortándola con un cortador especial en forma de lágrimas que utilizan los alemanes, pero que puede apañarse de manera casera utilizando uno en forma de corazón y cortando esta forma por la mitad.

En nuestro caso, nos saltaremos este paso para simplemente formar bolitas (aunque podríamos terminarlas también dándoles una forma ovalada), con lo que estéticamente podríamos asemejarlos a nuestros buñuelos de Semana Santa. Aunque no tengan nada que ver de sabor.

Su textura es harinosa, liviana y ligeramente seca, y sorprende que, a pesar de ser una masa frita, no queden nada aceitosos. Elaborarlos no tiene mucho truco, pero sí hay que prestar atención a la hora de freírlos. El aceite deberá estar caliente, sin ser demasiado, para que se cocinen por dentro sin quemarse por fuera, y habrá que utilizar la cantidad suficiente para que los buñuelos floten suficientemente, por lo que será más útil utilizar un cazo que una sartén. No hay que escatimar en aceite si queremos lograr un buen resultado. 

Como la mayoría de la repostería frita, como las torrijas o los pestiños, está mejor el día que se elabora, pero estos buñuelos se conservan muy bien de un día para otro, guardados en un recipiente tapado.

Quizá no pensemos que la repostería alemana pueda darnos muchas alegrías, pero estos buñuelos resultan deliciosos, tanto o más que otro postre típico como el kouglof.

Cómo hacer buñuelos alemanes

Buñuelos de almendra

Ingredientes

  • Harina de trigo, 200 g
  • Maizena, 30 g
  • Azúcar, 90 g
  • Mantequilla, 50 g
  • Huevos, 2 ud
  • Harina de almendra, 70 g
  • Ron, 2 cucharadas
  • Sal, una pizca
  • Aceite de oliva suave, abundante para freír

Paso 1

Preparar la masa de los buñuelos

Paso 2

Dejar enfriar en la nevera

Paso 3

Freír los buñuelos

Paso 4

Pasar por azúcar

Paso 1

Mezclar la harina de trigo y la Maizena tamizadas, con la levadura, en un bol amplio. Añadir la sal y la almendra en polvo, mezclando bien.

Paso 2

Derretir la mantequilla en el microondas, en función descongelar, unos pocos segundos sin que hierva. Añadir a la masa anterior junto con el licor.

Paso 3

Batir los huevos con el azúcar con la ayuda de unas varillas eléctricas hasta que espumen y crezcan de volumen. Añadir a los huevos el bol con las harinas y mezclar con una espátula hasta obtener una masa lisa y densa. Hacer una bola con la masa y envolverla en papel film. Meterla en la nevera un mínimo de 30 minutos.

Paso 4

Poner un cazo con abundante aceite a calentar, lo suficiente para que los buñuelos floten, sin que humee. Mientras se calienta el aceite, sacar la masa de la nevera, y con las manos coger pellizcos de masa que bolearemos para darles forma redonda, procurando que queden todas más o menos del mismo tamaño.

Paso 5

Freírlos por tandas, durante 2-3 minutos a fuego medio para asegurarnos de que se hagan bien por dentro. Los iremos sacando a un plato con papel absorbente.

Paso 6

En un bol mezclar el azúcar con la canela y rebozar en ella los buñuelos.