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Estas barritas crujientes de chocolate, crema de cacahuete y palomitas bien podrían pasar por un turrón de autor creado por algún gran chef. A mí esta receta inspirada en una de la marca Whole Earth me ha recordado, concretamente, al turrón de palomitas y caramelo salado de Dabiz Muñoz y, lo mejor de todo, es que es superfácil de hacer y no lleva ingredientes que no puedan conseguirse en cualquier supermercado.
[Cacahuetes, una legumbre muy sana de la que no debes abusar]
El origen del consumo de cacahuetes (también conocidos como maní o cacahuates en otros países de habla hispana) se remonta a las antiguas culturas de América, particularmente en las regiones de América Central y del Sur. Los cacahuetes eran cultivados y consumidos por diversas civilizaciones precolombinas mucho antes de que se extendieran por el resto del mundo.
¿Desde cuándo se comen cacahuetes?
Se cree que los cacahuetes fueron cultivados por primera vez en la región del trópico sudamericano, alrededor de 7 600 años atrás. Las evidencias arqueológicas indican que estas legumbres eran una parte importante de la dieta de las antiguas civilizaciones como los Incas y los Aztecas que los consumían tanto en su forma natural como en platos y bebidas.
Después de la llegada de los conquistadores europeos a América, los cacahuetes fueron traídos a Europa y, desde aquí, se extendieron por otras partes del mundo como África y Asia. En algunas de estas regiones, los cacahuetes se convirtieron en un cultivo popular y se integraron en diversas preparaciones culinarias y productos alimenticios.
No fue hasta el siglo XIX cuando el cacahuete comenzó a ser cultivado en los Estados Unidos, especialmente en el sur, donde el clima era adecuado para su crecimiento. Durante la Guerra Civil Americana, el consumo de cacahuetes se incrementó debido a su valor nutritivo y su capacidad para ser almacenados durante largos períodos.
En la actualidad, los cacahuetes son uno de los cultivos más importantes en el mundo y se utilizan en una gran variedad de formas: desde crudos, fritos o tostados, o convertidos en productos como mantequilla de cacahuete o aceite de cacahuete, hasta golosinas y productos de repostería como las famosísimas chocolatinas y bombones Reese's rellenos de mantequilla de cacahuete.
[Cómo hacer mantequilla de cacahuete casera]
En España, los cacahuetes se han consumido tradicionalmente tostados o fritos como aperitivo y también es frecuente su uso como sucedáneo de la almendra en la elaboración de turrones blandos en marcas muy económicas.
En los últimos años, influidos por la cultura norteamericana -¡quién no ha sentido curiosidad de pequeño por la mantequilla de cacahuete que le ponían a los sándwiches en las películas americanas!- y por las interesantes propiedades nutricionales de esta legumbre, el consumo en forma de crema de cacahuete también se ha vuelto muy habitual y es fácil encontrar este formato hasta en los pequeños supermercados de barrio.
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Propiedades nutricionales de los cacahuetes
Según la Fundación Española de la Nutrición, los cacahuetes son «fuente de proteínas (albúmina) y grasa, casi tanta como la carne. Casi el 50 % de su grasa es monoinsaturada, y el 29 % poliinsaturada, siendo esta última —mayoritariamente— de la serie omega-6.
Al aporte significativo de proteína (un 27 %), se le suma el de fibra —en cantidades considerables—».
«Estos frutos aportan una cantidad interesante de minerales, por ejemplo, son fuente de fósforo, potasio, magnesio y cinc (una ración media de cacahuetes equivale al 15 y 12 % respectivamente de las ingestas diarias recomendadas de fósforo y magnesio. Respecto al contenido en vitaminas, la niacina es la más destacada, seguida de la vitamina E (25 g de cacahuetes sin cáscara aportan un 27 % de las ingestas recomendadas para la niacina el grupo de hombres de 20 a 39 años con actividad física moderada y el 35 % en el caso de las mujeres)».
Ingredientes para hacer barritas de chocolate, cacahuete y palomitas de maíz
- Mantequilla, 100 g
- Sirope de ágave, 100 ml
- Crema de cacahuete, 350 g
- Copos de avena, 150 g
- Palomitas de maíz saladas, 100 g
- Chocolate negro para postres, 200 g
Paso 1
Preparar mezcla
Paso 2
Fundir chocolate y echar la capa superior
Paso 3
Decorar con más crema de cacahuete y enfriar
Paso 1
Forramos el interior de un molde cuadrado de 20 x 20 cm con papel de hornear asegurándonos de que este llegue a los lados y cubra la base.
Paso 2
Pesamos la mantequilla, el sirope y 300 g de la crema de cacahuete en una cacerola pequeña (reservamos 40 g de crema de cacahuete que utilizaremos más tarde). Ponemos al fuego y empezamos a calentar la mezcla a fuego lento y revolviendo regularmente hasta que esté líquida, pero sin que llegue a hervir.
Paso 3
Trituramos groseramente la avena y las palomitas de maíz en un procesador de alimentos y las ponemos en un bol. Vertemos la mezcla líquida de crema de cacahuete sobre ellas y volvemos a mezclar todo con ayuda de una espátula de cocina.
Paso 4
Una vez ya hecha la mezcla, la echamos en el molde que tenemos preparado. Igualamos la superficie con una espátula. Cubrimos y colocamos en el refrigerador para que se enfríe durante unos 20 minutos.
Paso 5
Mientras tanto, derretimos el chocolate en un recipiente resistente al calor al baño María, asegurándonos de que la base del recipiente no toque la superficie del agua. Cuando el chocolate se haya derretido, lo añadimos a la mezcla de crema de cacahuete, avena y palomitas sobre la mezcla de palomitas de maíz con crema de cacahuete que tenemos en el molde y damos pequeños golpes en la mesa con el molde para que el chocolate fundido se distribuya por toda la superficie y quede ésta lo más lisa posible.
Paso 6
Rápidamente, para que no solidifique el chocolate, calentamos la crema de cacahuete restante hasta que esté líquida, pero sin hervir -podemos hacerlo en el microondas-. Con ayuda de una cuchara repartimos la mantequilla de cacahuete líquida de forma irregular por toda la superficie del chocolate, luego con la ayuda de un cuchillo, hacemos algunos remolinos para decorar.
Paso 7
Tapamos con papel film y dejamos reposar en la nevera durante al menos 2 horas. Sacamos, cortamos en cuadrados y ya estaría listo para comer.