Ya están las fruterías llenas de cajas de fresas y fresones a buen precio. La temporada de las frutas más apetitosas ya está aquí, golosinas que nos regala la naturaleza que ya son un postre en sí mismas, pero también la base para preparar muchos otros.

Mi último descubrimiento, redes sociales mediante, es el fruit sando, que es un postre japonés que últimamente se ve mucho por internet. Sando, en Japón, es un sándwich. Normalmente, se hacen con un pan de leche que se llama shokupan, pero que, si no nos queremos complicar la vida, podemos sustituirlo por nuestro pan de molde favorito o con uno tipo brioche que también sería perfecto. 

[Katsu sando, receta para hacer en casa el sándwich japonés más famoso]

Sin duda, tiene todas las papeletas de convertirse en el postre de este verano, porque es tan delicado como una nube y tan apasionante como unas fresas con nata que se pueden comer en cualquier parte y sin cuchara. Hablo de fresas porque son mis favoritas, pero también se admiten otras frutas como kiwi, melocotón, frambuesas, plátano... 

[Katsu sando de berenjena, el sándwich japonés en versión vegetariana]

El fruit sando recuerda mucho y está tan bueno como una tarta, pero con la diferencia de que no hay que hornear bizcochos ni encender fuegos para nada, por lo que se puede hacer en 5 minutos, 10 a lo sumo si queremos hacerlo muy cuqui colocando la fruta ordenada y retirando los bordes del pan.

En Japón, estos sandos de frutas se pueden encontrar en las pastelerías más modernas, pero también en las que se conocen como tiendas de conveniencia, tipo el 7-Eleven, donde se venden envasados como los sándwiches de las máquinas de vending. Aquí en España no resultaría tan fácil comprarlo, a mí no me consta que ya se vendan en algunas pastelerías, aunque es posible que ya lo haga alguna o lo tenga en mente en el momento en el que se publique este artículo.

La buena noticia es que este postre, que recuerda a las nubes de chuchería, es facilísimo de hacer en casa siguiendo la receta que os dejamos a continuación. Incluso puede prepararse una versión vegana utilizando un pan que no lleve lácteos ni huevos y sustituyendo la nata montada por crema de coco.

No es necesario que las frutas sean variadas, puedes hacerlo con las que más te gusten o con las que tengas en casa.

Paso 1

Lavamos las fresas o fresones, las secamos dando toquecitos con papel absorbente y les quitamos el tallo. Pelamos el melocotón y el kiwi. Picamos todo en trozos grandes, por ejemplo, podemos cortar los fresones en cuartos o las fresas en mitades y trocear las otras frutas en pedazos de tamaño similar.

Paso 2

Ponemos la nata para montar, que ha de estar fría de la nevera, en un bol y batimos a velocidad media con unas varillas eléctricas hasta que empiecen a formarse picos suaves. Añadimos el azúcar y la esencia de vainilla y continuamos batiendo a velocidad media hasta que se formen picos firmes. Hay que estar atentos porque, si nos excedemos con el batido, la nata puede convertirse en mantequilla.

Paso 3

Para montar el sándwich de fruta, ponemos una capa gruesa de nata montada sobre una rebanada de pan, "enterramos" la fruta en la nata y cubrimos con más nata montada para nivelar la superficie y que no se vea la fruta. Colocamos la otra rebanada de pan de molde.

Paso 4

Envolvemos cada uno de los sándwiches en papel film y guardamos en la nevera durante unos 30 minutos para que se enfríe.

Paso 5

Para servir el fruit sando, lo retiramos de la envoltura plástica y, si se desea, retiramos las cortezas del pan con ayuda de un cuchillo de sierra y lo cortamos en triángulos.