Que conste en acta que escribo esto porque llevo varios días siendo interrogada sobre esta receta y espero que con estas líneas se vean calmadas las ansias de mis amigos hamburguesófilos y, de paso, se aclaren las dudas de todos aquellos que estos días pasados hayan visto en algunos medios “la receta de la salsa secreta para Big Mac”, supuestamente filtrada en Internet, que aún no tengan claro cuáles son exactamente los ingredientes.

La salsa para Big Mac nunca ha sido un secreto

Eso, para empezar, por mucho que hace unos días “The Sun” publicase la receta supuestamente filtrada en internet por un usuario de Pinterest.

Perdonadme porque todavía me sigue resultando curioso  que se pueda calificar de receta secreta, o de filtración, a una lista de ingredientes que no es ningún secreto por el simple hecho de que alguien haya cogido la lista de la página oficial de McDonald’s y la haya copiado en una red social.  Porque una cosa no quita la otra y McDonald’s será un establecimiento de comida rápida y calidad limitada, pero estar está muy bien documentada y si uno se va a la web americana puede comprobar que la composición de cada uno de los productos aparece publicada con todo lujo de detalles.

Ahora bien, como algunos ingredientes de la citada lista parecen más propios de un laboratorio que de una cocina y a nosotros lo que nos interesa es preparar la salsa con ingredientes que sepamos nombrar, vamos a ponernos al lío, que veréis que no es difícil.

Cómo hacer en casa la salsa para Big Mac

En la misma publicación de The Sun se hacen eco de una versión casera propuesta por la bloguera Kelly Brinker de Mom Deals que, a juzgar por los ingredientes, debe parecerse bastante a la original pero con menos química y, en cualquier caso, tiene pinta de estar rica. Lo que no puedo es asegurar si saben igual, puesto que entre que hace mucho tiempo que no piso un McDonald’s y que nunca he sido muy fan del Big Mac, la verdad es que no recuerdo bien la salsa original.

El pequeño problema, es que en esta propuesta de versión casera aparecen dos ingredientes que no son muy populares en nuestras latitudes y a muchos les surge la duda, pero tranquilos, no es difícil hacerse con ellos y enseguida os cuento cómo.

La preparación no entraña ningún misterio, pues simplemente hay que mezclarlo todo en un bol, taparlo con papel film y dejarlo reposar en la nevera durante toda la noche. Dice también la receta que se remueva unas cuantas veces mientras está reposando en el frigorífico que, digo yo, que bastará con remover cada vez que lo saques de la nevera para servirte.

Hasta aquí todo bajo control, el pero viene cuando nos piden una cosa que se llama salsa de pepinillos y otra que se llama aliño francés. Pero no hay nada que temer, que veréis que se puede salir airoso de la situación.

Relish o salsa de pepinillos agridulces

El relish es el hermano perezoso del kétchup y la mayonesa al que le dio pereza saltar a las mesas españolas. Si aquí los establecimientos de comida rápida lucen orgullosos botellas amarillas de mostaza y rojas de kétchup para que todo el mundo se sirva a placer, en EEUU lo normal es que te encuentres también una botella, que bien podría ser verde, de relish, una salsa picante hecha con pepino y otras hortalizas. Además, como es una salsa que nos encanta, tenéis la receta explicada paso  a paso en el blog, solo tenéis que pinchar en el enlace.

Aunque si os da pereza prepararla, también podéis comprarla hecha, pues se puede encontrar en la sección de comida internacional de varios supermercados o, incluso en Mercadona, que se vende un relish bajo el nombre de salsa de jalapeños Develey,

¿Qué es el aliño francés?

Esta es mucho más fácil que la anterior, pues solo es una vinagreta con mostaza y para prepararla solo tienes que mezclar:

• 2 cucharadas de vinagre blanco
• 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• 1/4 de diente de ajo rallado
• 1 cucharadita de mostaza de Dijon
• sal y pimienta al gusto

Aclarado esto, preparar en casa la receta de la salsa “secreta” para Big Mac es un juego de niños, por lo que ya no vas a tener ninguna excusa para no disfrutar de unos auténticos Big Mac caseros la próxima vez que se te antojen.