Cheesecake de calabaza y zanahoria sin azúcar
- Total: 1 h 15 min
- Comensales: 6 - 8
Una de las cosas buenas que tiene el que se haya puesto tan de moda celebrar Halloween es que las calabazas también triunfan en estas fechas, además estamos en plena temporada de estas hortalizas y, como sabéis, en Cocinillas nos encanta sacarle partido a todo lo que está en su mejor momento. En el caso de la calabaza es fácil, pues es un ingrediente muy versátil que se puede incluir con éxito tanto en platos dulces como salados.
Para muestra, esta receta de hoy, una deliciosa tarta de queso horneada al más puro estilo americano y llena de sabor a otoño. Además, por aquello de que es bueno cuidarse durante todo el año y que, como ya sabréis tengo diabéticos en casa, la receta que os traigo es apta para diabéticos e intolerantes a la lactosa, aunque se pueden sustituir fácilmente los ingredientes si preferís el azúcar o los lácteos normales.
Ingredientes
- 400 g de crema de queso tipo Philadelphia sin lactosa a temperatura ambiente
- 2 zanahorias peladas y cortadas en rodajas finas
- 300 g de calabaza cocida sin sal y triturada
- 100 g de sirope de ágave
- 200 g de nata para montar sin lactosa
- 5 huevos medianos a temperatura ambiente
- 1 cucharada de canela en polvo
- 1 rulo de galletas tipo Digestive sin azúcar (*)
- 50 g de mantequilla sin lactosa en pomada
- 2 ó 3 onzas de chocolate negro sin azúcar para decorar (opcional)
Estad atentos porque también os contaré un truquito para que la tarta de queso al horno no se hunda por el centro. Vais a ver que es muy fácil y que el tiempo de preparación de la receta en el que realmente se trabaja es mínimo. El resto es horno y enfriado.
¡Os lo cuento!
Preparación de Cheesecake de calabaza y zanahoria sin azúcar
- Trituramos las galletas con la mantequilla hasta obtener una pasta arenosa que colocaremos en el fondo de un molde desmontable y la compactaremos con ayuda del dorso de una cuchara para que todo el fondo quede bien cubierto y nivelado. Reservamos en la nevera.
- Precalentamos el horno a 150ºC
- Trituramos la zanahoria con la nata y reservamos.
- En un bol amplio batimos los huevos con el sirope de ágave hasta que doblen su volumen.
- Añadimos el puré de calabaza y lo integramos con ayuda de unas varillas.
- Añadimos la crema de queso y la integramos con las varillas.
- Añadimos la mezcla de nata y zanahoria y la integramos.
- Finalmente añadimos la canela molida y la integramos en la mezcla.
- Ponemos la mezcla en el molde desmontable sobre la base de galletas y horneamos durante una hora a 150ºC. No debemos abrir la puerta del horno antes de ese tiempo y, cuando haya pasado, comprobaremos si la tarta está cuajada en el centro. Si no es así, la dejaremos 10 minutos más y volveremos a comprobar. Cuando esté lista, apagamos el horno y la dejamos enfriar dentro. De esta manera, la tarta no se nos hundirá por el centro y quedará mucho más esponjosa. Yo esta vez la dejé toda la noche.
- Cuando esté fría, fundimos unas onzas de chocolate y las usamos para decorarla un poco. Reconozco que esta vez no estaba yo muy artística y la decoración quedó un poco “chuchurría” 🙁
- Podemos servirla con unas trufas de chocolate o un poco de nata montada.
Resultado
Aunque las explicaciones pueden parecer un poco largas, en verdad lo que hay que hacer es muy sencillo y se resume en cuatro cosas contadas:
- Triturar galletas con mantequilla
- Formar la base
- Mezclar resto de ingredientes
- Hornear y esperar a que se enfríe.
Además, ahora que toca celebrar Halloween, esta es una tarta perfecta para eso, de paso que compráis la calabaza para haceros un Jack O’Lantern con la cáscara, con lo de dentro aprovecháis y os hacéis una tarta 🙂
Si preferís usar azúcar, cambiad el sirope de ágave por 180 g de azúcar integral de caña.