Lo confieso, siento verdadera devoción por los moldes de Nordicware. Me costó muchísimo decidirme a comprar el primero porque no son precisamente baratos y yo era de las que pensaban que ningún molde podía ser tan especial como para ser tan caro. Me equivocaba. La sensación que se siente a la hora de desmoldar el bizcocho y ver cómo queda perfecto de forma es… impagable. Y no os vayáis a pensar que me dan comisión o que me regalan algo, si os cuento todo esto es porque hoy es el Día Internacional del Bundt Cake. Que ojo, aunque existen otras marcas que usan el nombre Bundt en sus moldes, en realidad estos moldes  son una marca registrada de Nordicware, de manera que solo deberíamos llamar Bundt a un bizcocho que se haya hecho en uno de estos moldes. Los demás, son simplemente bizcochos con agujero.  Aunque son de los moldes más caros que existen, recientemente Nordicware ha sacado una línea de moldes mucho más económicos y que aún no he tenido ocasión de probar (son esos moldes de colores que muchos ya habéis visto, así que si alguien tiene información sobre si funcionan igual de bien que los clásicos que se manifieste y nos haga el enorme favor de compartirla).

Ingredientes

  • 1 medida de yogur griego
  • 1 medida de aceite de girasol
  • 2 medidas de leche evaporada
  • 2 medidas de azúcar integral de caña
  • 3 medidas de harina floja
  • 1 medida de cáscara de lima confitada (*)
  • 1/2 medida de jengibre confitado (*)
  • 1 cucharada de jengibre en polvo 
  • 2 sobres dobles de gasificante
  • Usaremos como medida, un vaso de yogur. Estas cantidades son para un molde Bundt de 12 tazas (yo he usado el Star):
  • (*) Se puede sustituir por cualquier otra fruta escarchada de las que vienen en los surtidos navideños.

Así que, como hoy el día va de Bundt, pues receta de Bundt que os traemos, en este caso un delicioso bizcocho sin huevos y con un toque navideño gracias al jengibre.

Preparación del Bizcocho Bundt de jengibre sin huevos

  1. Precalentar el horno a 180ºC.
  2. En un bol batimos la leche evaporada con el aceite hasta que duplique su volumen y reservamos.
  3. En otro bol mezclamos bien el azúcar con el yogur.
  4. Añadimos la mezcla de leche evaporada y aceite sobre la de yogur y mezclamos todo con movimientos envolventes.
  5. Mezclamos la harina con los sobres de gasificante y tamizamos el conjunto sobre la mezcla anterior. Mezclamos todo con suavidad hasta que no queden grumos.
  6. Añadimos el jengibre en polvo y las frutas confitadas y los integramos en la masa.
  7. Engrasamos el molde, vertemos la masa y horneamos a 180ºC durante 50-55 minutos sobre la rejilla del horno hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.
  8. Cuando esté listo, lo sacamos del horno, lo dejamos reposar sobre una rejilla 10 minutos y desmoldamos. Parece una tontería, pero estos 10 minutos son claves para que el desmoldado sea perfecto.

Resultado

Si no soléis utilizar leche evaporada, las dos medidas de ésta pueden sustituirse por 1 de leche normal y otra de nata para montar, o por dos medidas de nata para cocinar. Si queréis hacer el bizcocho con huevos, bastará sustituir las 2 medidas de leche evaporada por 4 huevos M.

A la hora de hornear un bizcocho de este tipo, es importante hacerlo sobre la rejilla del horno pues es de la única manera que la chimenea, que así es como se llama al tubo central del molde, cumpla su función permitiendo que circule el aire caliente y que la cocción del bizcocho sea muy uniforme.