- Total: 30 min
- Comensales: 7 - 8
¡Qué buenas están las croquetas! ¿Verdad? Pues estas, aunque sean unas croquetas de acelgas, también lo están. Y eso que no son unas croquetas al uso, haciendo bechamel, esperando a que se enfríe, rebozando, friendo y demás. Digamos más bien que por la forma parecen croquetas, pero la receta igualmente se podría haber llamado salchichas veganas y el nombre le quedaría bien.
Ingredientes
- Acelgas frescas, 300 g (*)
- Cebolla, 1
- Ajo, 3 ó 4 dientes
- Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada
- Pimentón dulce de La Vera, 1 cucharadita colmada
- Alcaravea, ½ cucharadita (**)
- Orégano, ½ cucharadita
- Cayena molida, opcional
- Sal, al gusto
- Harina de maíz precocida, 2 ó 3 cucharadas soperas colmadas (***)
- Aceite para freír, opcional
- (*) Antes de que me preguntéis ya os digo que no he probado con acelgas congeladas.
- (**) La alcaravea es lo que da el toque maestro a la receta y lo que hace que al comer estas croquetas de acelgas recuerden a unas salchichas. De hecho esta especia es la que se usa para dar el sabor característico a las salchichas Bratwurst y para aromatizar algunos quesos daneses como el Tilsit o el Havarti.
- (***) Es harina de maíz de la que se usa para hacer arepas venezolanas o tortillas de maíz mexicanas, ni se os ocurra usar Maizena®, que es fécula de maíz y no tiene nada que ver.
El caso es que estas croquetas de acelgas veganas son un aperitivo bastante rápido de preparar, sin gluten, por lo que son unas croquetas aptas para celíacos, no llevan bechamel, por lo que también son unas croquetas sin lactosa. Y a pesar de tanto “sin”, están increíblemente buenas gracias a la magia de las especias utilizadas.
Preparación de las Croquetas de acelgas rápidas sin bechamel y veganas
- Picamos el ajo y la cebolla en trocitos pequeños.
- En una sartén ponemos a calentar el aceite de oliva virgen extra a fuego medio (7/12) y rehogamos el ajo y la cebolla con una pizca de sal.
- Añadimos las acelgas lavadas y cortadas y damos unas vueltas.
- Hacemos hueco a un lado y echamos la alcaravea y la dejamos unos segundos antes de mezclar con el resto para que se caliente y suelte sus aromas.
- Mezclamos y, si queremos un toque picante, añadimos cayena molida al gusto.
- Echamos el pimentón dulce de La Vera, el agua y un poco más de sal.
- Dejamos cocer a fuego medio-bajo (4/12) unos 10 minutos hasta que las acelgas y la cebolla estén tiernas.
- Escurrimos bien en un colador y dejamos enfriar unos 5 minutos.
- Añadimos el orégano y la harina de maíz, empezando por dos cucharadas y mezclando bien hasta tener una especie de masa con las que poder formar las croquetas sin que se deshagan. Si vemos que es necesario, vamos añadiendo un poco más de harina. Al terminar, podemos probar la masa, por si fuese necesario rectificar de sal, que normalmente, lo será.
- Formamos nuestras croquetas y tenemos dos opciones, freírlas en aceite abundante como si fuesen croquetas de las de toda la vida o cortarlas en rodajas no muy gruesa y terminar de hacerlas en una plancha engrasada como si fuesen tortitas,
- Podemos servirlas con un poco de alioli vegano, hecho con lactonesa de leche de soja y un diente de ajo.
Resultado
Es sorprendente como el toque de las especias consigue que estas croquetas de acelgas no parezca que son completamente vegetales. Además, si se hacen a la plancha en forma de bocaditos, tenemos un aperitivo saludable, rico en fibra y nada pesado gracias a la alcaravea, que ayuda a hacer la digestión.
¿Os animáis a probar las croquetas de acelgas veganas?