Estamos a mediados de mayo y en nada empieza la temporada de lucir palmito en bañador, como no empecemos ya con la operación bikini es que no llegamos, así que hoy toca receta fácil y ligerita.

Ingredientes para preparar hamburguesas fit de pollo y espinacas

  • 300 g de pechuga de pollo limpia de grasas y pieles
  • 200 g de espinacas frescas
  • 1 diente de ajo
  • 1 ramita de perejil fresco
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • sal y pimienta al gusto

Todo porque el otro día vi en Lidl unas hamburguesas verdes que decían ser de pollo y espinacas, pero cuando por curiosidad me dio por leer los ingredientes, me dieron un poco de mal rollo y pensé que en casa se podían hacer mucho más ricas y más sanas, así que, ni corta ni perezosa, me puse manos a la obra a preparar estas hamburguesas fit de pollo y espinacas, que gracias a estas últimas quedan jugosas sin necesidad de añadir ni grasas ni harinas. Por no llevar no llevan ni huevo, así que tomad nota porque os van a encantar.

Preparación de las hamburguesas fit de pollo y espinacas

En una sartén ponemos a calentar el aceite y echamos el ajo prensado o picado muy fino. Cuando empiece a soltar su aroma añadimos las espinacas bien lavadas y escurridas, las rehogamos durante unos 3 minutos, las retiramos de la sartén escurriéndolas muy bien y reservamos.

En un procesador de alimentos ponemos la pechuga de pollo troceada, sal y pimienta al gusto, una ramita de perejil fresco y las espinacas, trituramos hasta tener una mezcla homogénea.

Cortamos unos trozos de papel de horno para que luego nos resulten más fáciles de manipular y, con ayuda de un aro de emplatar damos forma a nuestras hamburguesas fit de pollo y espinacas.

Engrasamos ligeramente la sartén y cocinamos nuestras hamburguesas a la plancha de dos a tres minutos por cada lado en función del grosor que les hayamos dado.

Resultado

Ya que se trata de unas hamburguesas fit, lo mejor será servirlas con una guarnición ligera, en mi caso unos simples pepinillos en vinagre y unas rodajas de tomate aliñado con sal y aceite, aunque por supuesto también estarían deliciosas dentro de un bollo de pan con su queso fundido y todo lo que sea menester.