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No descubrimos nada nuevo si decimos que las cremas de cacao comerciales son básicamente azúcar, pero nos encantan. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud nos aconseja controlar el consumo de este endulzante y, no solo eso, a muchos este tipo de productos nos caen algo pesados.
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Aún así, muchos son los que no llevan bien el renunciar a comer este tipo de productos a diario y, ante la disyuntiva de tener que elegir entre hacer caso a la OMS y comer lo que a uno le pide el cuerpo, en los últimos años está empezando a triunfar, sobre todo en las redes sociales, una nueva forma de cocinar o de combinar ingredientes que intenta versionar esas preparaciones que todos identificamos como gochas y disfrutonas, pero de una manera más saludable.
Porque comer "saludable" sin disfrutar de la comida tampoco es lo más sano, haciendo eso estaríamos dejando de lado la salud mental. Venimos de muchos años de cultura de dieta que han llevado a muchas personas a padecer trastornos de conducta alimentaria. Durante décadas les hemos dado un valor moral a los alimentos, yo la primera, clasificándolos en buenos y malos y, básicamente, con la densidad calórica como criterio de selección. Comer lechuga bien, comer chocolate mal y, si lo comes, debes sentir remordimientos.
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Afortunadamente, esto está cambiando, nos está costando, pero estamos aprendiendo que los alimentos nos nutren y es ahora que empezamos a ser más conscientes sobre lo que necesita nuestro cuerpo. Buscamos elegir alimentos y técnicas de cocción que nos hagan sentir bien, física y emocionalmente, pero sabiendo que podemos disfrutar de cualquier alimento sin sentir culpa. Eso sería la situación ideal y realmente saludable.
Un cambio en la forma de cocinar
A raíz de tener claro esto, hemos empezado a ver en redes muchas recetas del estilo de la que os proponemos hoy, que es una falsa nutella hecha con garbanzos, una legumbre que aporta 19 gramos de proteínas por cada 100 gramos, así como proteínas y minerales como hierro y calcio. Estamos en la era de la airfryer, de buscar rebozados crujientes, pero sin grasas; de comer postres, pero sin las cantidades de un dulce de pastelería para darle a nuestro cuerpo lo que necesita cada día, pero sin renunciar a los sabores que hacen feliz a nuestro cerebro.
Por supuesto, nadie dice que, por ejemplo, un bizcocho de boniato con chocolate sea mejor que un brownie de la mejor pastelería de la ciudad, pero es que tampoco es peor, porque son cosas diferentes y no son comparables.
Si hablamos de la receta de hoy, es evidente que una receta hecha con garbanzos, dátiles y chocolate no va a ser idéntica a una crema hecha con azúcar, grasa y chocolate, muy palatable y pensada para que nos enganche y no queramos parar de comer, pero entre eso y comerse unos garbanzos hervidos, pues hay muchos términos medios, como el de la receta de hoy, que están muchísimo más ricos y que, para muchos, pueden ser la única forma de introducir legumbres en su dieta.
Ingredientes
- Garbanzos cocidos, 250 g
- Nata de soja o avena, 200 ml
- Aceite de oliva suave, 1 cucharada
- Sirope de ágave, 1 cucharada
- Dátiles Medjoul, 4 - 6 ud (en función de lo dulce que te guste)
- Esencia de vainilla, 1 cucharadita
- Chips de chocolate negro o chocolate negro en tableta, 200 g
- Sal, 1/4 cucharadita (opcional, para realzar el sabor a chocolate)
Paso 1
Enjuagamos los garbanzos y los escurrimos bien.
Paso 2
Cortamos los dátiles longitudinalmente y retiramos el hueso. Este paso es importante recordarlo, porque muchas batidoras han muerto en combate intentando triturar un hueso de dátil.
Paso 3
Si nuestro chocolate es en tableta, lo troceamos muy menudo, como si fueran gotas de chocolate. Haciéndolo así no tendremos que fundirlo, ya que se irá fundiendo solo con el calor que se genera por fricción durante el triturado con el resto de los ingredientes.
Paso 4
Ponemos los garbanzos en un procesador de alimentos o en un robot de cocina tipo Thermomix junto con la nata vegetal, los dátiles deshuesados, el sirope de ágave, el aceite de oliva virgen extra, la esencia de vainilla y la sal. Trituramos todo, primero a velocidad lenta y después a máxima potencia hasta tener una crema completamente lisa.
Paso 5
Pasamos la nutella saludable a un bote y la guardamos durante unas horas en la nevera para que asiente. Después de utilizarla, la que sobre debe conservarse en nevera.
Truco Cocinillas
Puedes prescindir de la sal a la hora de triturar los ingrendientes y, a la hora de untar la nutella saludable en el pan, poner por encima algunas escamas de sal. Aparte de potenciar el sabor, le darán una textura crujiente al bocado que resulta muy agradable.