El creciente interés por alimentarnos mejor y la falta de tiempo que tenemos a diario puede que sean algunos de los motivos por los que platos como el poke o el bol de Buda se han vuelto mundialmente famosos. 

El poke, o poke bowl, es un plato tradicional hawaiano con influencias japonesas que se deben a los inmigrantes nipones. La palabra 'poke' quiere decir 'cortar' en hawaiano y el plato se prepara cortando pescado crudo en dados y marinándolo en salsa de soja, aceite de sésamo y otros condimentos.

El pescado, una vez marinado, se sirve sobre un cuenco de arroz blanco o integral hervido y se acompaña de algunos vegetales como algas, edamame, mango, aguacate. Un elemento importante del poke es el aliño con el que se adereza el plato para darle sabor que busca siempre el umami, puede consistir en una mayonesa picante o una mezcla de condimentos con una base de salsa de soja y cítricos.

Al expandirse por todo el mundo y llegar a cadenas de comida rápida, hemos ido encontrando nuevas versiones en las que la proteína ya no es pescado crudo, sino otros ingredientes como pollo o tofu.

El cuenco de Buda, la alternativa al poke

El bol o cuenco de Buda (Buddha bowl), en cambio, no es una receta tradicional de ninguna parte del mundo, sino que es una creación contemporánea como resultado de poner en práctica distintas recomendaciones nutritivas para llevar una alimentación saludable.

La referencia a Buda en el nombre del plato procede de la similitud con el "bol de la mendicidad" (patra) que los monjes budistas utilizan para recolectar alimentos. La idea es que el cuenco contenga alimentos en abundancia, como el vientre de Buda en representaciones artísticas que simbolizan plenitud y bienestar. Los boles de Buda buscan poner un mismo plato un conjunto de ingredientes nutritivos y equilibrados, por eso se ha popularizado tanto en la alimentación moderna, especialmente en dietas vegetarianas y veganas.

El cuenco de Buda se compone de una base que puede incluir cereales como el cuscús y el arroz integral o pseudocereales como la quinoa. El aporte proteico viene casi siempre de legumbres como garbanzos y alubias o de otras fuentes vegetales como el tofu, el tempeh o el seitán. Aunque pueden emplearse otras de origen animal como pollo o pescado a la plancha.

Para acompañar, se emplean verduras, tanto crudas como cocinadas, se pueden incluir zanahorias ralladas, espinacas crudas o salteadas, aguacate, pimientos asados. Todo ello se sazona con aliños ligeros y saludables como aceite de oliva virgen extra, zumo de limón, tahini, yogur. 

Una característica de los cuencos de Buda es, además, incluir muchos colores en el plato y ordenarlos estéticamente para que el plato resulte visualmente muy atractivo.

Ingredientes para hacer un bol de Buda

  • Quinoa, 200 g
  • Agua, 400 ml
  • Garbanzos cocidos, 200 g
  • Espinacas frescas, 100 g (los brotes son más tiernos)
  • Zanahoria, 1 ud
  • Pimiento rojo, 1 ud
  • Pepino, 1 ud
  • Aguacate, 1 ud
  • Sal
  • Pimienta

Para el aliño

  • Aceite de oliva, 2 cucharadas
  • Salsa de soja, 2 cucharadas
  • Zumo de limón, 1 cucharada
  • Semillas de sésamo, 1 cucharadita
  • Sal
  • Pimienta

Paso 1

Lavamos la quinoa en agua siguiendo las instrucciones del paquete. Frotaremos bien los granos unos con otros para eliminar las saponinas. Es imprescindible realizar este paso, pues, de no hacerlo, la quinoa tendrá un sabor amargo muy desagradable.

Paso 2

Llevamos el agua a ebullición, añadimos la quinoa y sal al gusto. Cuando el agua vuelva a hervir, reducimos el fuego. Cocinamos durante 15-20 minutos hasta que el agua se haya absorbido y la quinoa esté tierna.

Paso 3

Mientras se cuece la quinoa, lavamos y preparamos los vegetales pelando los que sea necesario. Cortamos la zanahoria y el pimiento rojo en juliana, el pepino en rodajas finas y el aguacate en láminas.

Paso 4

En una sartén con un poco de aceite de oliva, salteamos los garbanzos cocidos con sal y pimienta al gusto durante 5 minutos hasta que estén ligeramente dorados.

Paso 5

En un bol suficientemente grande o en una ensaladera, colocamos una base de espinacas frescas. Encima, servimos la quinoa cocida, los garbanzos salteados, la zanahoria, el pimiento rojo, el pepino y el aguacate de manera colocándolo todo de la forma más estética que seamos capaces.

Paso 6

Para preparar el aliño, mezclamos el aceite de oliva, la salsa de soja y el zumo de limón en un bote pequeño que tenga tapa. Cerramos el bote, lo agitamos para que se emulsione todo y, cuando lo haya hecho, lo servimos sobre nuestro bol.

Paso 7

Para darle el toque final, espolvoreamos semillas de sésamo por encima nuestro bol de Buda.