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Continuamos con nuestro particular itinerario siguiendo los platos más saludables de la gastronomía española. Después de haber redescubierto el zarangollo murciano y la pipirrana de Jaén, hoy nos trasladamos hasta Extremadura para recordar uno de sus platos más tradicionales: el zorongollo, que nada tiene que ver con el revuelto de huevo, cebolla y calabacín típico de Murcia.
Este plato extremeño tiene más similitudes con recetas típicas del Mediterráneo como la escalivada catalana o la ensalá asá típica de Almería, pues es una ensalada de hortalizas que, opcionalmente, puede servirse con ventresca de atún o huevo duro si se desea preparar un plato más completo. Aun así, en su versión vegana, es un plato rico en vitaminas y antioxidantes que es perfecto para una cena ligera.
Pocas calorías y muchos nutrientes
Una ración del zorongollo típico de Extremadura aporta solo 175 kcal, que proceden, principalmente, del aceite de oliva virgen extra utilizado para aliñarlo. Aporta también unos 4 gramos de fibra.
Su aporte de micronutrientes es otra de las cualidades destacables de este plato. Una ración aporta del orden de 150 mg de vitamina C, que supone más del 150 % de la cantidad diaria recomendada (CDR). Es fuente de vitamina A, de la que aporta 4 500 UI (un 90 % de la CDR).
Y no es despreciable la cantidad de algunos minerales presentes en el plato: 500 mg de potasio, 25 mg de calcio y 20 mg de magnesio.
Perfecto para una cena ligera
Sus ingredientes principales son el pimiento rojo y el tomate, por lo que es un plato ligero que resulta saciante sin resultar pesado. Esto es beneficioso porque evita la incómoda sensación de irse a la cama con la barriga hinchada. Además, el zorongollo no sobrecarga el sistema digestivo con una digestión pesada, lo que puede contribuir a un sueño más reparador. Su bajo contenido en grasas saturadas lo convierten en una opción excelente para una cena tranquila y saludable.
Los pimientos rojos tienen más vitamina C que las naranjas, un antioxidante potentísimo que ayuda a absorber el hierro y a fortalecer el sistema inmunológico. La vitamina A, derivada del betacaroteno, ayuda a mantener la salud ocular y la salud de la piel. Los tomates son también ricos en licopeno, otro antioxidante.
Tanto el tomate como el pimiento tienen un alto contenido de agua, esto ayuda a mantener nuestro cuerpo hidratado, algo importante antes de dormir. Además, son una buena fuente de potasio, un mineral esencial para regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo y mantener la salud muscular y cardiovascular.
Rapidísimo de preparar
El zorongollo extremeño es, además, un plato que puede prepararse en tiempo récord si se utilizan unos pimientos asados en conserva o que hayamos preparado con antelación, por ejemplo, en un batch cooking.
Si no es el caso, te contamos cómo asar los pimientos, que no requiere nada de esfuerzo, aunque sí tendrán que estar un rato en el horno.
Para asar los pimientos:
- Precalentamos el horno a 200 °C.
- Lavamos los pimientos y los colocamos en una bandeja para horno. Los asamos durante unos 30 minutos, dándoles la vuelta pasados los primeros 15 minutos para que se asen de manera uniforme. Sabremos que están listos cuando la piel esté oscurecida y algo arrugada.
- Una vez que los pimientos estén listos, los retiramos del horno y los cubrimos con un paño limpio durante unos minutos. Cuando podamos tocarlos sin quemarnos, les quitamos la piel y los cortamos en tiras.
Ingredientes para hacer zorongollo extremeño
- 2 pimientos rojos grandes asados
- 2 tomates
- Huevo duro, opcional
Para aliñar
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de vinagre de vino
- Sal, al gusto
Paso 1
Pelamos y cortamos los tomates en rodajas finas y los colocamos en una fuente.
Paso 2
Colocamos las tiras de pimiento asado sobre los tomates.
Paso 3
Añadimos el ajo finamente picado, rociamos con el aceite de oliva y el vinagre de vino y salamos al gusto.
Paso 4
Opcionalmente, podemos añadir un poco de cebolla picada para dar un toque crujiente y huevo duro para aumentar la cantidad de proteínas.
La gastronomía extremeña
Aparte del zarangollo, Extremadura es la cuna de algunos de los platos más emblemáticos de la cocina española y también de algunos de sus productos como los embutidos de cerdo ibérico, la torta del Casar o el apreciadísimo pimentón de la Vera.
- Migas extremeñas. Plato tradicional a base de pan duro desmigado y frito con ajo, pimentón y acompañamientos como torreznos, chorizo, panceta o pimientos fritos. Es un plato contundente, muy popular en las zonas rurales.
- Torta del Casar. Es un queso de oveja muy cremoso, muy apreciado en Extremadura. Se consume extendido sobre pan, y es ideal para tapas o como aperitivo.
- Vaca retinta. La carne de vaca retinta, autóctona de Extremadura, es una de las carnes más apreciadas. Se sirve en diferentes preparaciones, como a la parrilla o en guisos.
- Patatera. Es un embutido típico hecho con grasa de cerdo, pimentón y patata. Se suele consumir untado sobre pan o en bocadillos.
- Morcilla patatera. Elaborada con sangre y grasa de cerdo, junto con patata y pimentón. Tiene un sabor intenso y se consume tanto cocida como cruda, acompañada de pan.
- Pimentón de la Vera. Este 'oro rojo' es un ingrediente imprescindible en la cocina extremeña. Este pimentón ahumado se utiliza en guisos, embutidos y salsas, aportando un sabor único y característico.
- Escarapuches. Es una ensalada fría hecha con carne de caza, generalmente perdiz o conejo, marinada con vinagre, aceite, ajo y pimentón. Es un plato ideal para el verano que puede hacerse para aprovechar sobras
- Repápalos. Es una receta de aprovechamiento que se hace con sobras de pan duro. Son una especie de albóndigas hechas con pan, leche y huevo que se fríen y se guisan en una salsa que puede ser dulce o salada.