Con la llegada del otoño y ya metidos de lleno en el nuevo curso académico, la temática que más se repite entre las preguntas culinarias de mis amigos es la de las cenas. Preparar la cena después de un día de trabajo intenso, o incluso pensar qué preparar de cena, supone una gran carga mental para muchas personas.

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Cuando se trata de pensar en qué cocinar para la cena, ni siquiera hacer batch cooking nos ayudará mucho, porque en un momento o en otro hay que decidir cuál será el menú y, para algunas personas, esto resulta complicado. Algunos pensarán que la cena se resuelve con cualquier cosa y es cierto que para la última comida del día no queremos complicarnos mucho la vida, pero es importante que la cena sea lo más equilibrada posible si queremos disfrutar de un buen descanso y no despertar con hinchazón, sensación de pesadez y falta de energía.

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Buscaremos recetas que aporten proteínas, fibra, una pequeña cantidad de grasas saludables, pero que no sean excesivamente calóricas ni ricas en carbohidratos refinados o azúcares simples. Es importante que también nos produzcan sensación de saciedad, pues nadie quiere irse a la cama con hambre, y, por supuesto, que esté rica y nos resulte agradable de comer incluso si se trata de un menú muy ligero porque lo que se busca es perder alguno de esos kilos que se pueden haber cogido en vacaciones.

Pescado y vegetales para cenar

Una combinación que nunca falla cuando buscamos una cena fácil de preparar, equilibrada y saludable es el pescado cocido, a la plancha, al vapor o en papillote y vegetales con algún aliño sabroso.

Cumpliendo todas estas premisas, hoy os proponemos una ensalada de espinacas, aguacate y salmón a la plancha, una cena que se puede preparar en pocos minutos y que tiene todo lo necesario para levantarse sin sensación de pesadez y a tope de energía.

El salmón es rico en proteínas de alta calidad, que favorecen la reparación muscular y ayudan a mantenernos saciados por más tiempo. Además, contiene ácidos grasos omega-3, que promueven una buena salud

El aguacate proporciona grasas saludables, que también proporcionan sensación de saciedad sin necesidad de comer en exceso. Esto evita los antojos nocturnos o las ganas de picar alimentos poco saludables más tarde.

Esta ensalada no tiene carbohidratos simples ni refinados (como los que contienen los panes o las pastas), lo que la convierte en una opción ligera, ideal para una cena. Esto favorece una digestión más rápida antes de dormir y ayuda a evitar que el exceso de calorías se convierta en grasa acumulada.

Por el contrario, las espinacas, el pepino y los tomates cherry aportan una cantidad considerable de fibra, que es esencial para una digestión saludable y contribuye al control del apetito. Además, la fibra estabiliza los niveles de azúcar en la sangre, lo que es clave para evitar aumentos bruscos de insulina que podrían favorecer el almacenamiento de grasa.

En definitiva, se trata de una ensalada baja en calorías y ligera para el estómago, lo que facilita el sueño reparador. Está llena de nutrientes como vitaminas A, C, E y K y minerales como el magnesio y el potasio. Es, pues, una receta óptima para aquellos que se encuentren en un proceso de pérdida de peso y para todos los que busquen una cena sencilla y equilibrada que les proporcione bienestar durante la noche.