La receta que os traigo hoy no es una receta vegana porque hayamos sustituido la carne o el pescado por otros alimentos como el tofu, el tempeh o el seitán, es vegana porque está hecha solo con verduras y es perfecta para aquellos que quieren comer más verde y no saben cómo.

Ingredientes

  • Aceite de sésamo, 1 cda
  • Zanahoria, 1
  • Pimiento verde, 1 pequeño
  • Cebolleta, 1 pequeña
  • Calabacín, 1 grande
  • Champiñones, 200 g
  • Guisantes congelados, 150 g
  • Maíz dulce, 1/2 lata pequeña
  • Caldo de verduras, 500 ml
  • Leche de coco ligera, 200 ml
  • Sriracha, 1 cucharada (*)
  • Lima kaffir, 3 o 4 hojas (*)
  • Citronella, 1 vara (*)
  • Guindillas, 2 o 3 cortadas en un par de trozos
  • Sal

(*) Se venden en supermercados asiáticos

Y es que cuando a uno no le han acostumbrado a comer verduras de pequeño, intentar aficionarse a ellas de mayor puede ser más complicado.

Pero más complicado no significa imposible, y uno de los trucos que mejor funcionan para disfrutar de un buen platazo de verduras es utilizar especias y condimentos típicos de otros platos que sí nos gustan. En este caso, hemos utilizado unos cuantos muy típicos de la comida tailandesa, para preparar una sopa en la que he puesto un poco de todos los vegetales que tenía en casa en ese momento.

Cómo hacer una sopa de verduras tailandesa

Para darle un toque tailandés a nuestra sopa utilizamos ingredientes como las hojas de lima kaffir, la citronella, la leche de coco, la sriracha. Le iría bien también un trozo de galanga, que yo esta vez no tenía, o unas gotas de salsa de pescado -no sería vegana- y unas hojas de cilantro también le irían muy bien.

1: Salteamos las verduras

En una cazuela que sea lo suficientemente honda como para hacer una sopa, ponemos a calentar el aceite de sésamo y salteamos la zanahoria con la cebolla y el pimiento hasta que tomen un poco de color. Después añadimos el resto de vegetales, calabacín, champiñones, guisantes y maíz.

2: Preparar la sopa de verduras

Añadimos el caldo de verduras, las hojas de lima kaffir, la citronella cortada en trozos de unos 6 cm, las guindillas cortadas en un par de trozos, la sriracha y la leche de coco bien agitada. Removemos con la cuchara para que se mezclen el caldo y la leche de coco y la sriracha se disuelva bien.

Tapamos dejando una pequeña rendija y cocinamos a fuego lento durante una media hora o hasta que las verduras estén tiernas a gusto de los comensales.

3: Servir

Podemos servir la sopa inmediatamente o dejarla reposar un poco y servirla templada, aunque estas noches que ha estado refrescando bastante, una taza calentita resultaba de lo más reconfortante.

Notas

Si queréis que quede un plato más saciante podéis añadir un poco de arroz basmati o thai ya cocido en el momento de servir. No os aconsejo echarlo directamente en la cazuela a no ser que sepáis que no va a sobrar, ya que el arroz en el líquido enseguida pierde textura. Mejor poner el arroz en un bol y servir la sopa por encima.

Otra opción es añadir a la sopa algunas legumbre además de los guisantes, como por ejemplo, garbanzos o alubias cocidas, que podemos añadirlas en mitad de la cocción para que se empapen bien de todos los sabores y así conseguiremos un plato que será quizá más un potaje que una sopa, pero con mayor cantidad de proteínas.

Si va a ser una comida de plato único y queremos que quede bien equilibrado, entonces pon las dos cosas, arroz y legumbres.