Tanto los guisos más tradicionales como los más vanguardistas necesitan como base un buen caldo y, por suerte para todos, hacer un caldo de jamón casero es tan fácil que no lleva ni cinco minutos de trabajo.

Ingredientes

  • Zanahorias, 3
  • Puerro, 1
  • Rama de apio, 1
  • Nabo, 1
  • Chirivia, 1
  • Hueso de jamón, 2 trozos
  • Puntas de jamón, 300 g
  • Agua

Paso 1

Paso 1 Lavamos las verduras, las cortamos en trozos grandes y las ponemos en el fondo de una olla. En este caso hemos usado una olla de cocción lenta, pero puedes hacerlo en una olla normal a fuego lento y dejándolo cocer durante unas tres horas.

Paso 2

Paso 2 Añadimos los trozos de hueso y las puntas de jamón. Cubrimos con agua, tapamos la olla y la dejamos funcionar durante diez horas a temperatura baja.

Paso 3

Paso 3 Pasado ese tiempo, retiramos el jamón y las verduras y colamos el caldo. Lo dejamos enfriar en la nevera durante al menos cuatro horas -lo más cómodo es dejarlo durante toda la noche-. Al enfriarse, la grasa formará una capa sólida que será muy fácil de retirar simplemente con ayuda de una cuchara o pasándolo de nuevo por un colador. Llegado este momento ya podemos usar el caldo para lo que lo necesitemos, una sopa, un guiso, un arroz,...

Paso 4

Paso 4 Si queremos que quede aún más limpio, podemos clarificarlo, para ello lo ponemos al fuego hasta que esté a punto de hervir, y, en ese momento añadimos un par de claras de huevo batidas. Lo dejamos durante una media hora y lo colamos, de esta manera, cualquier impureza que quedase en el caldo se pegará a la clara de huevo y nos quedará un caldo limpio y cristalino.

Paso 1

Lavamos las verduras, las cortamos en trozos grandes y las ponemos en el fondo de una olla. En este caso hemos usado una olla de cocción lenta, pero puedes hacerlo en una olla normal a fuego lento y dejándolo cocer durante unas tres horas.

Paso 2

Añadimos los trozos de hueso y las puntas de jamón. Cubrimos con agua, tapamos la olla y la dejamos funcionar durante diez horas a temperatura baja.

Paso 3

Pasado ese tiempo, retiramos el jamón y las verduras y colamos el caldo. Lo dejamos enfriar en la nevera durante al menos cuatro horas -lo más cómodo es dejarlo durante toda la noche-. Al enfriarse, la grasa formará una capa sólida que será muy fácil de retirar simplemente con ayuda de una cuchara o pasándolo de nuevo por un colador. Llegado este momento ya podemos usar el caldo para lo que lo necesitemos, una sopa, un guiso, un arroz,...

Paso 4

Si queremos que quede aún más limpio, podemos clarificarlo, para ello lo ponemos al fuego hasta que esté a punto de hervir, y, en ese momento añadimos un par de claras de huevo batidas. Lo dejamos durante una media hora y lo colamos, de esta manera, cualquier impureza que quedase en el caldo se pegará a la clara de huevo y nos quedará un caldo limpio y cristalino.

Notas

Es mejor no añadir sal, ya que el jamón aportará bastante y siempre será mejor que nos quede soso para poder usarlo después en recetas que lleven otros ingredientes salados como puede ser la salsa de soja.