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Hay ciertas recetas ligeras que en determinados momentos apetecen muchísimo. Tras muchos días de comer fuera de casa, en la playa o en la montaña, tras días de excesos veraniegos y muchos helados, de repente apetece desintoxicar. El cuerpo te lo pide y las verduras serán tus mejores aliadas, en muchas preparaciones diferentes pero que no conlleven cargas de grasa ni de hidratos de carbono innecesarias.
En esta ocasión, la propuesta gira alrededor de una deliciosa sopa de verduras, estilo jardinera, perfecta para los días en los que se quiere comer más liviano pero sin renunciar al sabor o a contrapuntos interesantes como los que aportan las perlas de queso mozzarella. Aquí no hay sofritos, ni pochados, ni nada que se le asemeje, aquí hay un caldo base a partir de verduras que se puede preparar con las verduras que cada uno tenga a mano, y otro segundo caldo a partir de este primero en el que ya se cocinan al punto las verduras que luego se disfrutarán en la propia sopa.
Indudablemente, esta receta básica admite muchas variaciones y muchas evoluciones como podría ser una sopa de verduras con pasta, una sopa de verduras y legumbre estilo minestrone, una punzante sopa agripicante estilo chino o una sopa estilo pho bo vietnamita, una sopa de ternera que en pleno verano vietnamita me ayudó mucho a luchar contra el calor húmedo del país. Por supuesto, a nuestra sopa de hoy le podríamos agregar un poco de pollo, unos trozos de pescado, también incluso un huevo poché o algo de arroz para terminar.
Lo ideal para esta sopa es comérsela al momento para que los vegetales estén crocantes y condimentarla al gusto de cada uno. Podríamos agregar unas gotas de zumo de limón, de salsa de soja o incluso de miel si quisiéramos darle un fondo dulzón. Colada, como un caldo, servirá para que nos entonemos en temperatura en cualquier momento. Por supuesto acepta también algún tomate dentro, unos guisantes, espárragos o incluso algo de perejil.
Cómo hacer sopa jardinera de verano
Ingredientes
- Judías verdes, 200 g
- Brócoli, 150 g
- Rabanitos, 8 ud
- Calabacín blanco, 1/2 ud
- Verde de cebolleta, 2 ud
- Orégano en rama, 1 ud
- Hierbabuena fresca, 1 ramita
- Sal, c/s
- Pimienta negra molida, al gusto
- Bolitas de mini mozzarella, 16 ud
Para el primer caldo
- Verde de cebolleta, 2 ud
- Peladuras de tomate, de brócoli, de patata... lo que se tenga a mano.
- Nabo pequeño, 1 ud
- Peladuras de judías verdes, las que tengamos.
- Sal, c/s
Paso 1
Preparar el primer caldo de verduras y colar.
Paso 2
Picar todos los vegetales.
Paso 3
Preparar la sopa con las hierbas.
Paso 4
Terminar con la mozzarella y, si se quiere, un poquito de aceite de oliva
Paso 1
Lavar todas las verduras que irán al caldo para que no tengan restos de tierra. Trocear por encima y poner en una olla con abundante agua. Aquí podremos poner todos los restos de vegetales que hayamos querido aprovechar: peladuras de patata, peladuras de tomate, peladuras de brócoli. Todo esto nos da sabor a los caldos y sirve para reducir las mermas y aprovecharlo todo muy bien. Por ejemplo, si para la sopa vamos a utilizar judías verdes picadas muy pequeñas para el caldo inicial emplearemos todas las puntas y las peladuras.
Paso 2
Llevar el caldo a ebullición suave y dejar cocinar durante 30-60 minutos hasta lograr un buen fondo. Colar y poner a punto de sal.
Paso 3
Mientras tanto, trocear el brócoli en flores pequeñas, picar las judías verdes en juliana transversal de manera muy fina, partir los rabanitos en cuartos y picar también el calabacín en dados no muy grandes.
Paso 4
Poner la verdura a hervir en el caldo en su momento preciso: primero los rabanitos, a los dos minutos las judías y el brócoli y dos minutos más tarde el calabacín. Dejar cocinar 4 minutos más hasta que todo esté al dente. En los últimos dos minutos agregar las hierbas aromáticas y, si se quiere, cualquier otro condimento como salsa de soja, zumo de limón o las especias que nos gusten.
Paso 5
Poner a punto de sal y de pimienta negra justo a la hora de servir y, una vez ya la sopa esté en el cuenco de cada uno, terminar con las bolitas de queso mozzarella dentro de cada una para que éstas se atemperen con el calor de la sopa y fundan ligeramente quedando muy cremosas.