Muy fácil de hacer, reconfortante y llena de umami, esta sopa de miso y chirlas nos llevará directamente a Japón. Aunque la sopa miso más conocida es la que se suele servir con alga wakame y tofu, en Japón hay muchísima variedad para esta sopa que se consume en el día a día y, aunque suene raro, incluso a la hora del desayuno.

La receta de hoy es una opción muy popular en el país nipón y para la que se utilizan todo tipo de bivalvos. Desde almejas a berberechos pasando también por las chirlas o las coquinas. Su preparación parte de una base de esta cocina: el dashi. El dashi es un caldo que infusiona alga kombu y que normalmente lleva, además, katsuobushi que son láminas de bonito seco muy finas. Ambos productos se compran fácilmente online o también en tiendas de gastronomía china. En Madrid, en la calle General Margallo hay varias.

Antes de utilizar las chirlas, se recomienda remojarlas en agua fría con sal durante 30 minutos. Así nos aseguraremos de que pierden toda la arenilla que puedan tener dentro y que luego caería en nuestra sopa.

Es importante siempre añadir el miso cuando el caldo no hierva para que pierda la menor cantidad de nutrientes posible. En la sopa, el miso siempre se añade en el último momento y justo antes de ser servida.

Para completar el menú japonés, esta sopa de miso y chirlas podría ir flanqueada de un tofu frito en salsa, un poco de arroz frito al estilo japonés o unas albóndigas de pollo japonesas, una receta de tsukune que se hace en las parrillas de las izakayas (tabernas japonesas) y que se suele acompañar de una yema de huevo para mojar. Como platos principales del menú, el katsu sando es sin duda alguna hoy toda una moda. Se puede hacer normal, de cerdo empanado, o también un katsu sando de berenjena que da totalmente el pego para los vegetarianos.

Además, no se debería subestimar al delicioso oyakodon (arroz con pollo y huevo) o al chicken katsu curry, un delicioso pollo frito que se sirve con salsa de curry japonés. De postre, tres propuestas: el delicioso pastel de chocolate japonés que tan de moda está hoy en día (se hace sin horno y es superfácil), la tarta de queso japonesa (muy esponjosa y aireada pero también con una elaboración compleja) o los míticos dorayakis que tanto popularizó Doraemon.  

Receta de sopa de miso con chirlas

Sopa de miso y chirlas

Ingredientes

  • Alga kombu, 10 cm
  • Katsuobushi (copos de bonito seco), 6 cucharadas
  • Agua, 2 litros
  • Alga wakame seca, 4 cucharadas
  • Pasta de miso, 2 cucharadas
  • Chirlas, 200 g

Paso 1

Preparar el dashi

Paso 2

Colar y mezclar el miso

Paso 3

Hervir el dashi con las chirlas y el wakame

Paso 4

Añadir la mezcla de miso

Paso 1

Poner el agua fría en el cazo y también el alga kombu. Llevar a ebullición a fuego medio, no demasiado potente, para que se vaya calentando el agua poco a poco y la infusión de kombu sea mejor. 

Paso 2

Cuando rompa a hervir, apagar el fuego y retirar el alga kombu. En ese momento, añadir las virutas de bonito secas (katsuobushi) y dejar reposar el caldo. Lo dejaremos reposar durante 15 o 30 minutos, hasta que todo el katsuobushi haya caído al fondo de la olla.

Paso 3

En ese momento, colar el caldo dejando una parte pequeñita de él en otro recipiente. En esa parte pequeña, añadir la pasta de miso, mezclar muy bien y reservar.

Paso 4

Poner el resto del caldo de nuevo a ebullición, añadir las algas wakame secas y también las chirlas y calentar la máximo hasta que hierva y las chirlas se abran. En ese momento, apagar el fuego.

Paso 5

Por último, incorporar el miso diluido, mezclar muy bien y servir. Si se quiere, se podría añadir por encima un poco de cebolleta china picada muy finamente o también un poco de aceite picante.