- Total: 1 h 20 min
- Comensales: 4
Está claro que el invierno está hecho para las sopas. Calientes, aromáticas... reconfortan y aportan ese calor necesario en los días más fríos. Las cremas y las sopas deberían ser la base de la alimentación en los meses en los que la ausencia de calor es la protagonista y es que, además, son perfectas para hacer con antelación y sólo tener que servir en el momento del disfrute.
Esta sopa parte de una salsa de tomate sencilla que luego también nos podría valer para poner sobre un arroz, sobre una pasta o sobre unos filetes rusos, pero se aligera con el caldo de cocción de los garbanzos y se tritura hasta lograr un caldo sedoso y maravilloso. Aunque parezca mentira, se puede enfriar y también sería perfecta para disfrutar en verano o primavera.
Al sofrito se podría agregar también un poco de zanahoria y apio y pocharlos junto con la cebolla antes de incorporar el tomate, aportará otros toques de sabor a la sopa una vez triturada.
Esta sopa se puede tomar, claramente, sin los garbanzos, pero como es solamente vegetal siempre es un aporte añadido de proteína agregar algo de legumbre. Se hace una comida más completa con ellos a la vez que más contundente. Se podrían triturar también algunos garbanzos en la sopa para darle una textura más densa. Por supuesto, esta sopa quedaría igual de bien con lentejas o con alubias.
Al terminar la sopa, se puede consumir tal cual y es deliciosa, con esos toques asiáticos de las especias y el coco. Pero también se podrían agregar unas tostas gratinadas con queso como se hace con la sopa de cebolla, se podía añadir un poco de pollo deshilachado como el que se incluye en la sopa de tortilla mexicana o algo de arroz o de pasta para terminar.
Si eres un amante de las sopas, además de esta sopa de garbanzos y tomate - un poco al estilo chana masala por esas especias y el coco - es deliciosa la sopa de pan y albóndigas especiadas, la sopa de verduras y legumbres como una minestrone italiana o la sopa de arroz y legumbres al estilo persa. También, por supuesto, esta sopa se podría servir tal cual sin triturar, aunque haya tropezones en ella.
Cómo hacer la sopa de tomate, garbanzos y coco
Ingredientes
- Cebolla blanca, 1 ud
- Cebolla morada, 1 ud
- Garbanzos, 150 g
- Tomates pelados en su jugo, 500 g
- Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
- Orégano, 1 cucharadita
- Curry en polvo, 1 cucharadita
- Jengibre en polvo, 1 cucharadita
- Coco seco, 2 cucharadas
- Pimienta negra molida, al gusto
- Sal, c/s
- Pimentón dulce, 1 cucharadita
Paso 1
Cocer los garbanzos
Paso 2
Preparar el sofrito
Paso 3
Cocinar la salsa de tomate y triturar
Paso 4
Añadir los garbanzos y servir
Paso 1
Remojar los garbanzos en abundante agua con una cucharada de sal la noche anterior.
Paso 2
Poner los garbanzos a hervir también en abundante agua con sal, escurriéndolos del agua anterior donde se habían remojado. El agua tendrá que estar caliente cuando se pongan a hervir. Dejar cocinar a fuego suave hasta que estén tiernos. Es recomendable que no esté muy fuerte para que los garbanzos no se rompan ni pierdan mucho el pellejo.
Paso 3
Pelar el diente de ajo. Pelar las cebollas y picarlas finamente. En la olla, disponer el aceite de oliva junto con el diente de ajo y las dos cebollas picadas, añadir un poco de sal y rehogar a fuego suave hasta que se pochen bien pero sin llegar a dorarse.
Paso 4
Cuando ya esté todo pochado, condimentar ligeramente y añadir los tomates pelados con su jugo. Ir machacándolos poco a poco y dejar que la salsa de tomate se cocine durante aproximadamente 40 minutos, hasta que se reduzca bien.
Paso 5
Terminar de condimentar la salsa al gusto, añadiendo ahora también el coco rallado, y regar con el caldo de cocción de los garbanzos. Triturar muy bien hasta que quede con textura de sopa.
Paso 6
Por último, agregar los garbanzos cocidos y mezclar bien sin meter ningún utensilio dentro para que éstos no se rompan. Servir con un poco más de coco rallado por encima y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.