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La receta para hacer un caldo de pollo casero no es algo nuevo; hemos discutido sobre ello en varias ocasiones y el resultado siempre es excelente. Sin embargo, lo que vamos a presentar ahora es más bien un método ingenioso para aprovechar al máximo el tiempo y los recursos. Consiste en utilizar la carcasa de un pollo asado para preparar un caldo de forma rápida.
Una vez que hayamos colado este caldo, podemos quitarle la grasa y congelarlo para usarlo más adelante como base para sopas, arroces, guisos o cualquier otro plato que se nos ocurra.
Además de la carcasa, solo necesitaremos algunas verduras que normalmente solemos tener en la nevera, como zanahorias, puerro, ajo, cebolla, apio, perejil, sal y agua.
Un extra de sabor
Si además tenemos los jugos del asado o nos ha sobrado salsa, será un plus, ya que le dará un sabor extraordinario al caldo. Incluso las pieles del pollo o los trozos de grasa que no hayamos servido pueden usarse, ya que aportan mucho sabor y la grasa se puede quitar del caldo una vez hecho.
Preparar este caldo no llevará más de 10 minutos si lo hacemos justo después de comer el pollo. También podríamos congelar la carcasa junto con las pieles y demás para hacer el caldo en otro momento, y en ese caso ni siquiera sería necesario descongelarla antes de usarla. Bastaría con cocinarlo durante 5 minutos más.
La importancia del colágeno
Como un extra, se puede agregar una pequeña cantidad de vinagre, lo cual ayuda a extraer más colágeno del caldo de huesos de pollo.
El colágeno, una proteína fundamental y la más abundante en el cuerpo humano, despliega una función estructural que varía según la región del cuerpo. En la piel, por ejemplo, actúa como un sostén para la dermis, contribuyendo a mantenerla firme y elástica.
[Cómo hacer caldo de huesos casero, una bebida nutritiva rica en colágeno]
El doctor Roberto Méndez, en un artículo publicado en la sección de Nutrición de El Español, explica que, en teoría, el consumo de colágeno podría mejorar la calidad de la piel y de las articulaciones. Sin embargo, existen diversas teorías al respecto, ya que no necesariamente al consumir un elemento específico de la dieta se absorberá de la manera deseada, en la cantidad necesaria, o dirigido al lugar deseado.
Cuando los alimentos ricos en colágeno llegan al estómago, este lo descompone y libera los aminoácidos que lo componen. Luego, nuestro organismo distribuye esos aminoácidos según considere más necesario, como por ejemplo, para ayudar en la cicatrización de una herida pequeña.
Ingredientes para hacer caldo de huesos de pollo muy rápido
- Carcasa de pollo, 1 ud (*)
- Cebolla, 1/4
- Puerro, 1/2
- Zanahoria, 1 ud
- Ajo, 2 dientes
- Laurel, 1 hoja
- Sal, al gusto
- Vinagre de sidra de manzana, 1/2 cucharadita por cada litro de agua
- Agua, cantidad suficiente
(*) Añadiremos también las pieles, trozos de grasa y jugos del asado si los tenemos.
Paso 1
Pelamos la cebolla, la zanahoria y los puerros y los cortamos en trozos no demasiado pequeños.
Paso 2
Ponemos todos los ingredientes en un bol grande que tenga tapa y que ambos sean aptos para microondas. Los más recomendables son los recipientes de vidrio tipo Pyrex con tapa del mismo material.
Paso 3
Cubrimos con agua hasta un par de centímetros por debajo del borde.
Paso 4
Tapamos y cocinamos en el microondas durante 10 minutos a máxima potencia.
Paso 5
Sacamos el recipiente del microondas con cuidado de no quemarnos, retiramos los huesos y los trozos grandes con una espumadera y colamos el caldo con ayuda de un colador de malla fina.
Paso 6
Podemos utilizarlo así o podemos dejarlo enfriar para que la grasa solidifique en la parte superior y así poder retirarla fácilmente. Una vez desgrasado, podemos congelarlo para utilizarlo cuando lo necesitemos.