¿Queréis comer algo sano y rico? ¿Y además que no sea nada complicado? Pues estáis de suerte, porque en Cocinillas queremos acercaros ese tipo de cocina. Es algo tan simple que te preguntas si es así y ya está varias veces, pero es que sí que lo es. Allá vamos, calabacines gratinados con un toque de ajo y pimienta.

Ingredientes (para 2-3 personas)

  • 2 calabacines
  • 1/4 de taza de aceite de oliva
  • 200 gr de queso parmesano (en lascas o rallado)
  • pimienta
  • sal

CalabacinesGratinados 032

Muy sencillo: tenemos los calabacines y el resto de ingredientes preparados, pues pongámonos manos a la obra. Primero de todo toca tabla y cuchillo. Tenemos que cortar los extremos del calabacín y hacer un corte longitudinal en cada uno, con eso ya tendremos las mitades que es sobre lo que vamos a trabajar.

Mezcláis el ajo picado (si no lo tenéis picado sin más, pues picad dos dientes de ajo muy fino) y una pizca de pimienta con el aceite y reservamos. Poned el horno a precalentar, que nos interesa que vaya estando caliente.

Ahora empieza la parte “artística”, y lo digo porque os recomiendo utilizar pincel. Si no tenéis no hay problema, cuchara y listo pero es que vamos a “pintar toda la superficie del calabacín con el “aceite especial” que hemos preparado. Para la parte del corte (la pulpa) no tendréis mayor problema sin pincel, pero la parte de fuera es mejor así, aunque vamos se puede hacer de miles de formas, el caso es que no haya un mm² de superficie sin aceite.

Los metemos en el horno durante de 7-10 minutos a 200º (sobre rejilla). Sólo queremos que se ablanden un poco. Mientras tanto aprovechad ese tiempo para hacer lascas con el queso parmesano (si utilizáis parmesano rallado no haría falta hacer nada más).

Una vez estén fuera de nuevo, volvemos a utilizar el pincel e incluso la cuchara aunque lo tengáis, tenemos que aprovechar todo el resto del aceite especial sobre la parte de la pulpa, después salpimentáis al gusto (no pasa nada si os pasáis de pimienta, a mi me gusta mucho), y ya sólo queda echarle el queso por encima. Ponedle bastante, es clave.

Los volvemos a meter en el horno y a los dejáis hacerse a 150º otros 10-12 minutos. Voilà. Lo tenéis listo, sano sano y rico de verdad, la verdura tiene su vuelta de hoja, no habrá persona que odie la verdura que no le guste (aquí tenéis a uno y me ha encantado). ¡A comer! Por cierto este plato está bien como primer plato o incluso como guarnición de una carne o pescado, como plato único.

PD: Lo ideal es hacerlo a la brasa, pero supongo que no todos tendréis una lumbre para hacerlo. En el caso de que sí, el fuego tiene que ser vivo y no hace falta más que 5 minutos de parrila por cada vez que lo he metido en el horno.

Tiempo: 25-30 minutos

Dificultad:
2/10

Digestión:
3/10

Precio:
2€

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