Hay ciertas recetas que todos llevamos en la mochila como clásicos de casa, esos que te saben a recuerdos cuando de pronto los recuperas y vuelves a hacerlos. Estas judías verdes al ajillo con zanahoria son ese ejemplo para mí. Vale que en casa de mi abuela las judías verdes las pasaban de cocción un poco (todo hay que decirlo) y creo que la receta mejora sustancialmente dándoles el punto adecuado, pero ese ajito frito, el dulzor de la zanahoria y el punto de vinagre me llevan totalmente a mi infancia más feliz. 

Esta receta tradicional pero muy fácil y rápida requiere sólo de 4 ingredientes: judías verdes, ajo, zanahoria y huevo y es maravillosa. Nos invita a comer verdura de una forma sana pero diferente, muy apetitosa, con pocas calorías si no sumamos el huevo frito. Un aporte que es prescindible y que también podríamos incorporar pochado o a baja temperatura para evitar la fritura. 

Las judías verdes, ahora en plena temporada, son una verdura muy utilizada a lo largo y ancho de España con la que podemos realizar muchísimas recetas. Las podemos cortar en hilos finos para saltear y terminar haciendo una ensalada con un poco de mostaza, las podemos saltear también con cecina terminándolas con huevo, las podemos mezclar con patata y beicon para hacer un plato muy suculento para todos o rematar con una suave ajada y un puré de patata también en los hilos finos de los que hablábamos antes.

Las posibilidades son muchas porque en mi casa también las hacían con tomate y patatas fritas al estilo chips, hacemos cremas con ellas, nos sirven de acompañamiento para carnes y pescado, nos encantan al vapor con mahonesa y patata cocida o las introducimos en quiches y tartas saladas. La zanahoria, además, es su perfecta compañera otorgándoles un punto dulce muy característico de esta hortaliza. 

Cómo hacer judías verdes al ajillo con zanahorias y huevo frito

Ingredientes

  • Judías verdes planas, 350 g
  • Zanahorias, 2 ud
  • Dientes de ajo, 4 ud
  • Aceite de oliva virgen extra, 6 cucharadas
  • Huevos, 2 ud
  • Sal, c/s
  • Vinagre, 1/2 cucharadita
  • Aceite de oliva suave, abundante para freír

Paso 1

Cocer las judías y las zanahorias en rodajas.

Paso 2

Preparar el ajillo.

Paso 3

Saltear las judías y las zanahorias.

Paso 4

Freír el huevo.

Paso 1

Limpiar muy bien las judías verdes. Con la ayuda de un pelador quitar los laterales, unos nervios/hilos duros que se suelen quedar duros con más facilidad. Después quitar también las puntas y trocear las judías verdes al gusto. A mí me gusta que sean de bocado, pero hay también quien las corta muy pequeñas para comerlas con cuchara. 

Paso 2

Preparar una olla al fuego con abundante agua y sal, dejar hasta que empiece a hervir. Mientras tanto pelar las zanahorias, quitar la base y trocear en discos finos de aproximadamente dos milímetros. 

Paso 3

Pelar también los dientes de ajo y laminarlos finamente. 

Paso 4

Cuando el agua comience a hervir incorporar las zanahorias y dejar cocer dos minutos, añadir entonces las judías verdes y dejar cocer 5 minutos más. Necesitamos que se quede todo en su punto, tiernecito, pero aún con color potente, que no pase a estar mustio. Colar bien y enfriar rápidamente debajo del grifo del agua fría. 

Paso 5

Dorar los ajitos fileteados en una sartén con el aceite suave, con cuidado porque el ajo se quema muy fácil y da un toque amargo. 

Paso 6

Cuando los ajos ya estén dorados, añadir el vinagre con cuidado e incorporar inmediatamente las judías y las zanahorias y saltear bien a fuego fuerte para que todo se mezcle. Poner a punto de sal y añadir un poco de pimienta negra si se quiere. 

Paso 7

Paralelamente calentar una sartén con abundante aceite de oliva, que esté bien caliente, y cascar el huevo sobre el aceite para freírlo. Un truco es poner el huevo en una taza o vaso y verterlo desde ahí porque es más fácil. No tocar el huevo durante 45 segundos y después retirarlo con una espumadera. Servir el huevo frito encima de las judías verdes al ajillo con zanahoria, aunque en realidad esto no se hacía en casa de mi abuela...