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Hemos visto en otras recetas, como la de la pasta con brócoli y langostinos o la colirroz tres delicias, que el truco para comer más verdura e incorporarla a nuestra dieta del día a día, es cocinándola de manera un poco diferente a lo que se espera de ella. En vez de al vapor o cocida con un poco de aceite de oliva, se puede elaborar frita o al horno, o conservando este tipo de cocciones tradicionales, pero incorporándoles un aliño o acompañamiento que le den algo de alegría.
Las espinacas a la catalana son una receta tremendamente fácil que nos lleva a la tradición más popular del noreste de. nuestro país. Combina las hojas de espinacas, preferiblemente frescas (aunque ante una emergencia, para esta receta podrían ser congeladas, sabiendo que perderán toda la textura) con uno de esos acompañamientos que le van a dar un poco de más vida. Es un plato rápido y muy sencillo de hacer, que bien os puede solucionar una cena, el entrante de una comida, la guarnición de un plato principal, o en versión de aprovechamiento, servir para el relleno de unos canelones.
Aunque veáis que la cantidad de espinacas frescas parece mucha, en cuanto las cocinemos soltarán toda el agua quedando reducido su volumen considerablemente, y se habrán de cocinar hasta que hayan perdido toda el agua y la sartén esté seca.
El aliño resultón consistirá en freír primero unas láminas, o trocitos de ajo en aceite de oliva, retirarlo cuando esté dorado, e incorporar ahí las espinacas frescas y lavadas, con un pellizco de sal, hasta que estén cocinadas y no quede rastro del agua. Incorporaremos después unos piñones, que a mí me gusta tostar previamente en una sartén aparte (sin aceite, y con cuidado porque tardan en tostarse a fuego bajo, pero un pequeño despiste y quedarán quemados), pero que se pueden añadir también directamente, y unas pasas, que, según el gusto de cada uno, podremos haber tenido remojadas en agua caliente para que estén más tiernas y jugosas.
Opcionalmente, se puede rematar el plato con el ajo que hemos tostado al principio, o se puede hacer algo más contundente añadiendo unos trocitos de beicon al salteado o jamón serrano al final. Si queréis ver más alternativas para cocinar espinacas de una forma divertida y diferente os animo a que probéis las espinacas a la crema con huevo, las espinacas con holandesa y sardinas o la tortilla de puerros y espinacas.
Cómo hacer espinacas a la catalana
Ingredientes
- Espinacas frescas, 800 g
- Dientes de ajo, 2 ud
- Aceite de oliva virgen extra, 6 cucharadas
- Pasas sultanas o moscatel, 80 g
- Piñones, 50 g
- Sal, c/s
Paso 1
Pelar y picar los dientes de ajo. Sofreír en el aceite.
Paso 2
Retirar los ajos y cocinar ahí las espinacas. Retirar.
Paso 3
Dorar los piñones.
Paso 4
Mezclar todo y condimentar.
Paso 1
Pelar los dientes de ajo y picarlos en láminas. También podríamos picarlos finamente si los queremos dejar mezclados con las espinacas pero a mí, concretamente, no me gusta darle demasiado sabor a ajo a este plato. Casi me vale únicamente con el sabor que deja el ajo en el aceite. En una sartén grande u olla baja donde luego vayan a caber las espinacas, poner el aceite y dorar en él las láminas de ajo. cuando empiecen a tomar color y a estar crujientes, retirar a un plato.
Paso 2
En ese mismo aceite, añadir las espinacas y cocinar a fuego bajo hasta que se reduzcan completamente y cambien de color. Yo utilizo hojas de espinacas, sin tallos, pero también se podrían utilizar las espinacas enteras. Es importante lavar las espinacas previamente si no son de bolsa. Si utilizáis espinacas congeladas, habrá que añadirlas y cocinarlas de la misma manera hasta que se hayan descongelado, siempre mejor comprarlas en montones pequeños y no en un bloque grande.
Paso 3
Retirar las espinacas y dorar, ahí mismo y sin más aceite, los piñones hasta que empiecen a coger color.
Paso 4
Si las pasas están un poco secas, podremos hidratarlas en agua caliente previamente. Si las utilizamos tiernas no hará falta. Ya sólo quedará mezclar en la sartén todos los ingredientes, añadiendo un poco más de aceite de oliva al final y poniendo a punto de sal. Si se desea, podríamos terminar por encima, o integrados, los dientes de ajo tostados.