Los pasteles de verdura son siempre un recurso genial para que todos consuman cualquier vegetal sin quejarse. Son, al fin y al cabo, el relleno de cualquier quiche pero sin base. Los ingredientes fundamentales siempre suelen pasar por los huevos y la nata y, a partir de ahí, lo que cada uno quiera incorporar. Por ejemplo, un pastel de puerros y gambas, un pastel de pescado tipo el pastel de cabracho, con masa y yéndonos a Grecia un pastel de espinacas y queso, o volviendo al formato hablado un pastel de coliflor y beicon

Lo bueno es que estos pasteles se pueden comer tanto calientes como en frío, son perfectos para dejar hechos con antelación e ideales para llevar al campo en un día de montaña o a la playa en un día de calor. Lo importante será lograr una textura cremosa, nada demasiado compacta y que tenga el sabor que marque el ingrediente principal, en este caso las acelgas. Se podrían sustituir perfectamente por espinacas pero también por espárragos o por setas, por ejemplo. Las opciones son tan variadas como la lista de vegetales. Lo genial será siempre utilizar verduras de temporada llenas de sabor. 

El beicon también podría cambiarse por otra opción como panceta o taquitos de jamón. Se podría añadir parte de queso a la mezcla y la recomendación entonces sería comérselo siempre en caliente, para que el queso volviese a fundir y aparecer toda su cremosidad y untuosidad en la mezcla. 

Receta de pastel de acelgas y beicon

Ingredientes

  • Hojas de acelga, 500 g
  • Cebolla, 1 ud
  • Puerro, 2 ud
  • Bacon, 100 g
  • Aceite de oliva, 4 cucharadas
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra, abundante
  • Huevos, 4 ud
  • Nata para montar, 200 ml

Paso 1

Rehogar las verduras

Paso 2

Cocinar el bacon

Paso 3

Mezclar los ingredientes del pastel

Paso 4

Hornear

Paso 1

Pelar la cebolla y picarla finamente. Cortar la base de los puerros y también la parte verde, quitar la piel exterior del puerro y partirlos por la mitad longitudinalmente. Después, picarlo también lo más pequeño posible.

Paso 2

En una sartén grande, poner el aceite de oliva con el puerro y la cebolla. Añadir también un poco de sal y sofreír a fuego medio durante unos 15 minutos, tapando de vez en cuando para que se condense el calor. Dejar cocinar removiendo de vez en cuando.

Paso 3

Lavar bien las hojas de las acelgas y trocear. Cuando la cebolla y el puerro estén bien pochados, añadir entonces las hojas de acelga y remover constantemente durante unos 15 minutos hasta que las acelgas estén bien hechas. Soltarán líquido, y hay que dejar que se evapore lo máximo posible.

Paso 4

Cortar el beicon en trocitos y, o bien cocinarlo en una sartén sin nada más de grasa hasta que se dore, o cocerlo en el microondas durante 2 minutos. Si optamos por la segunda opción lo mejor será taparlo para que no explote y remover pasado el primer minuto, así la cocción es más uniforme.

Paso 5

En un bol, cascar los huevos, añadir la nata e incorporar también las acelgas sofritas con la cebolla y el puerro y el beicon. Condimentar bien con sal y generosa cantidad de pimienta negra. Mezclar todo bien.

Paso 6

Precalentar el horno a 180 ºC y preparar dentro una bandeja con agua para cocinar al baño maría. Es importante que la cantidad de agua sea la mitad de la altura del molde que se vaya a utilizar para hacer el pastel. Untar ese molde con mantequilla de forma abundante, esto nos asegurará que luego el pastel se pueda desmoldar bien.

Paso 7

Añadir la mezcla de las acelgas al molde y llevar al horno precalentado durante 40 minutos o hasta que al insertar un palillo o un cuchillo muy fino, éste salga completamente limpio. Dejar enfriar completamente a temperatura ambiente. Tras esto, llevar a la nevera y dejar enfriar de nuevo. Desmoldar entonces y servir, si se quiere atemperar se puede, tal cual o con un poco de mahonesa normal o picante.