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Esta crema fácil de chirivía se podría convertir fácilmente en un bol tremendamente confortante para el frío de invierno pero también en una salsa o guarnición perfecta para carnes, pescados o mariscos. Se puede servir sola, tal cual o debajo de unas vieiras marcadas a la plancha o junto a unas carrilleras de ternera estofadas. Es verdad que en España no es tan popular esta zanahoria blanca, pero no es difícil de encontrar si se pregunta por ella en la frutería, ¡hay que lanzarse con verduras más desconocidas!
¿Qué son las chirivías?
Las chirivías se parecen muchísimo a las zanahorias, que también las hay blancas, pero su sabor es radicalmente diferente y muy característico. Tienen un fondo dulce marcado pero también cierto sabor a nueces e incluso un punto como picante que nunca llega a picar. Es algo difícil de definir.
En esta ocasión, se utilizan las chirivías tal cual, pero también se podrían asar previamente, en el horno o en la freidora de aire, y ese tostado le daría otro carácter diferente a la crema.
Las chirivías y sus valores nutricionales
Las chirivías están en temporada desde otoño hasta primavera y es una opción fabulosa para los más pequeños de la casa, que las suelen adorar por su fondo dulce. Tienen bastante fibra y son altas en vitamina C además de ser un aporte grande de folatos y de vitamina K. Vamos, que nutricionalmente serán un gran aliado.
El toque final
Por encima, esta crema se termina con un poco de sésamo y pipas tostados, pero se podría acabar con unos croutones de pan, un poco de aceite de cebollino, unos anacardos tostados con za'atar bien picados por encima o incluso con unos taquitos de salmón ahumado. Las mezclas de especias tipo curry suelen ir muy bien con este vegetal por lo que se podría incorporar a la propia crema o se podrían tostar panecillos untados en estas especias y aceite para hacer los croutons.
Para los que se sorprendan, las chirivías también se pueden cocinar en caldo o en agua, pero hacerlo en leche y nata le dará una textura muchísimo más sedosa a la crema final.
Cómo hacer la crema de chirivía
Ingredientes
- Cebolla, 1 ud
- Chirivía, 500 g
- Mantequilla, 30 g
- Leche, 500 ml
- Nata, 100 ml
- Sal, c/s
- Topping de sésamo y pipas tostados, al gusto
Paso 1
Pochar la cebolla
Paso 2
Añadir la chirivía y cocer con la leche y la nata
Paso 3
Triturar muy bien
Paso 4
Terminar con las semillas
Paso 1
Pelar la cebolla y picarla finamente. En realidad, se podría picar tanto en brunoise como en juliana, lo que resulte más cómodo, pero siempre lo más pequeña posible, así se hace de manera más uniforme y más rápido.
Paso 2
Poner a pochar la cebolla en la olla con la mantequilla. Se podrían agregar unas gotas de aceite para evitar que se queme la mantequilla. Añadir un poco de sal para que la cebolla se poche bien. Remover constantemente. Se buscará una cebolla no dorada, simplemente muy tierna.
Paso 3
Mientras que la cebolla se pocha, pelar muy bien las chirivías y retirar la parte del "culo". Entonces, trocearlas en rodajas de medio centímetro aproximadamente.
Paso 4
Añadir la chirivía al pochado de cebolla e incorporar la leche y la nata. Llevar a ebullición añadiendo un poco de sal y tapar. Dejar cocinando a fuego suave hasta que la chirivía esté muy tierna. Hay que tener cuidado de que siempre quede líquido. Agregar un poco más de leche si fuera necesario. La leche se quema muy rápido por lo que el fuego no puede estar muy algo.
Paso 5
Cuando la chirivía esté muy tierna será el momento de triturar la crema hasta conseguir una textura muy sedosa. Es mejor triturar con poco líquido e ir incorporando poco a poco a medida que se vaya necesitando hasta conseguir el espesor deseado de la crema. El mejor secreto para conseguir una crema lisa y sedosa es triturar mucho tiempo, mejor con robot de cocina que con batidora de mano, quedará más fina.
Paso 6
Terminar la crema por encima con el topping de sésamo y pipas tostadas, aunque también se podrían utilizar frutos secos tostados y picaditos o croutons de pan, como cada uno prefiera.