En Italia las tortillas también son bastante populares. Bajo el nombre de "frittata", los del país de la bota elaboran este tipo de recetas con muchos ingredientes, generalmente cuajadas completamente - nada que ver con nuestra tortilla de Betanzos, por ejemplo - y sólo hechas por un lado. Tanto con una tapa en la sartén como terminadas en el horno.

Una de las más populares, aunque suene raro, es la frittata de espaguetis. ¡Sí, con pasta del día anterior!

Esta tortilla está inspirada, claramente, en una quiche de brócoli y queso en la que se agrega cebolla y nata, mucha pimienta negra y se cuaja sobre una masa quebrada. Pero sin masa y con la facilidad de hacerlo todo en el mismo recipiente. Siempre y cuando se utilice una sartén apta para el horno, clave para cualquier frittata. Igual que para una tarta tatin.

Una receta sencilla y de aprovechamiento

Lo primero que se tiene que hacer es pochar la cebolla. Para ello recomiendo hacer tandas grandes, de muchas cebollas a la vez. Luego, una vez enfriada, se hacen paquetes o bolsas y se congelan en raciones. ¡Así cuando haya que hacer un sofrito para cualquier receta este paso está solucionado!

Es muy práctico picar toda la cebolla del tirón y pocharla en una olla grande. Lo que no es recomendable es picar la cebolla en máquina ya que suelta mucha agua y se queda muy babosa, el resultado no es el mismo.

Después, se cocina el brócoli haciendo una especie de vapor en la misma sartén, con un poco de agua que se evaporará en los tres o cuatro minutos de cocción que se le da a la verdura. Ésta terminará de cocinarse en el horno mientras la tortilla se hace.

Se puede sustituir el brócoli por otra verdura teniendo en cuenta solo el tiempo de cocción de cada una para que ni se haga demasiado ni se quede poco hecha.

La gracia de la tortilla, sin duda, viene por utilizar una abundante cantidad de queso que puede ser el favorito de cada uno, no tiene por qué ser Cheddar sino que podría ser un raclette, un emmental o un parmesano también.

Lo que sí que es muy recomendable es la capa de queso superior que se agrega tras los primeros minutos de cocción, para que quede dorada y algo crujiente por arriba confiriendo a la receta un toque muy especial.

Cómo hacer la fritatta de brócoli y queso cheddar

Paso 1

Pelar la cebolla, cortarla en cuadraditos (brunoise) y pocharla a fuego suave con un poco de sal durante 20 minutos o hasta que esté muy tierna. Removiendo de vez en cuando para que no se llegue a dorar.

Paso 2

Quitar el tronco al brócoli, pelarlo y trocearlo. Trocear también el resto de las flores, haciéndolas pequeñas.

Paso 3

Precalentar el horno a 210 ºC. 

Paso 4

En una sartén apta para el horno, disponer 4 cucharadas de agua y el brócoli, llevar a ebullición y tapar, dejando que se cocine ligeramente al vapor. Se debe dejar a fuego medio durante 4 minutos. Si el agua no se ha evaporado para entonces, destapar y dejar evaporar por completo. Apagar el fuego.

Paso 5

En un bol mezclar los huevos con el queso cheddar rallado finamente. Añadir también la cebolla pochada, sal y pimienta negra.

Paso 6

Regar el brócoli con el aceite de oliva, para que se quede en la base y no se pegue luego la tortilla. Añadir los huevos por encima del brócoli, extender bien todo e introducir en el horno durante 10 minutos.

Paso 7

Tras ese tiempo, sacar y añadir más queso por encima y volver a introducir en el horno dejando cocinar 5 minutos más hasta que el queso esté dorado y derretido y la tortilla cuajada. Retirar del horno con mucho cuidado de no quemarse con la sartén. Dejar atemperar y desmoldar con delicadeza.