- Total: 1 h 10 min
- Comensales: 8
Los pasteles de verduras son una opción fabulosa para dejar hecha con antelación, comer tanto fríos como calientes y disfrutar de las verduras sin que los que menos las aman se den cuenta. Son buenos para tomarlos tal cual, pero también se pueden rematar con salsas como un tomate frito, una bechamel o una salsa romesco. Se parece, sin duda, a una quiche pero con más esponjosidad y sin masa inferior. En él son vitales tanto los huevos como el queso, que será lo que de personalidad a la receta.
Sin duda es una receta perfecta para la temporada, que se puede hacer tanto con calabacines como con calabaza, con guisantes, con brócoli o con judías verdes. Además, se enfría bien y se conserva en la nevera como un "resto" genial para aprovechar en cualquier otro momento. Para quien quiera, también viaja muy bien en tartera al trabajo o de excursión.
Para hacer este pastel de calabacines y queso es clave el horno. Los calabacines se pueden saltear en una sartén, pero también se podrían cocinar en el horno, la clave es que suelten la mayor parte de su agua. Luego, quien quiera, podrá jugar con las especias para dar unos sabores u otros a su pastel. También se podría agregar a este pastel un poco de cebolla o puerro pochado que le darán mucha gracia.
Este pastel nos recordará a otros como el pastel de gambas y puerro, el pastel de acelgas y beicon, el pastel de pescado fácil o el pastel de espinacas tipo spanakópita. El calabacín es una verdura muy saludable y que permite muchísimas recetas y de lo más versátiles. Algunas ideas podrían ser las tortitas de calabacín y jamón para el desayuno, la ensalada de calabacín asado con burrata, los calabacines rellenos de verduras, los rollitos de calabacín y crema de atún, la ensalada de aguacate y calabacín con queso o la pasta con calabacín, pimienta y queso.
Cómo hacer un pastel de calabacines
Ingredientes
- Calabacines grandes, 2 u
- Huevos, 4 u
- Nata para montar, 300 g
- Pimienta negra molida, 1 cucharada (abundante)
- Sal, c/s
- Queso tipo mozzarella rallada, 100 g
- Queso parmesano rallado, 150 g
- Orégano, al gusto
Paso 1
Saltear el calabacín
Paso 2
Mezclar todo el resto de ingredientes del pastel
Paso 3
Poner todo en un molde
Paso 4
Hornear y gratinar
Paso 1
Lavar los calabacines para quitar la pelusilla que tienen por fuera, frotando ligeramente. Cortar entonces en rodajas de un centímetro aproximadamente y luego en dados. Se tienen que quedar dados bastante grandecitos.
Paso 2
Saltear esos calabacines a fuego fuerte con el aceite de oliva, sal y pimienta negra y dejar que se empiecen a dorar perdiendo gran cantidad de su jugo. No interesa que el calabacín guarde mucha parte de su agua porque eso humidificaría todo el pastel. Este proceso también se podría hacer en el horno a 160 ºC para que se "sequen" ligeramente.
Paso 3
En un bol mezclar los huevos con la nata y los condimentos. Añadir también el queso mozzarella y la mitad del queso parmesano.
Paso 4
Precalentar el horno a 180 ºC y untar un molde con mantequilla o poner un papel de horno. Volcar ahí el calabacín y cubrirlo con la mezcla anterior. Rematar el pastel con el resto del queso parmesano.
Paso 5
Llevar al horno y cocinar durante unos 50 minutos o hasta que esté bien dorado y al meter un pincho dentro del pastel éste salga limpio. Si se dora demasiado el pastel siempre se puede cubrir con un papel de aluminio mientras que si le falta dorado sólo habrá que encender el grill en los últimos minutos de cocción. Dejar enfriar completamente antes de desmoldar. Si se intenta desmoldar caliente es muy probable que se desmorone todo.