- Total: 30 min
- Comensales: 4
El calabacín es una hortaliza muy versátil, podríamos decir que es incluso camaleónica, pues tiene la capacidad de hacerse pasar por lo que no es. Podemos cortarla en láminas y utilizarlas para preparar lasañas o canelones o cortarlos con un espiralizador de verduras y hacerlos pasar por espaguetis. Aparte de las eternas cremas de calabacín o de los socorridos pistos, el calabacín se luce cuando se utiliza en pasteles o en tortillas, cuando se cocina a la plancha o rebozado y sorprende a todos cuando se utiliza crudo o en bizcochos.
Un alimento que, además, aporta muy pocas calorías. Dependiendo de la forma de preparación, puede ser una hortaliza muy adecuada para dietas de pérdida de peso.
[Bizcocho de calabacín y naranja, receta que sorprende y encanta a todos]
En la receta de hoy, que, no nos engañemos, no es la más saludable del mundo, pero sí puede ser una buena alternativa a alimentos precocinados y ultraprocesados, especialmente si se acompaña de alguna ensalada.
Es algo a medio camino entre una tortita y una hamburguesa, con una capa externa crujiente, pero con el interior tierno que puede servirse como aperitivo para comer con las manos o para hacer una cena divertida.
Se podría hacer la receta con calabaza, pero entonces el resultado sería más dulzón, algo que podría compensarse añadiendo alguna especia más a la masa.
Cómo hacer tortitas crujientes de calabacín
Ingredientes
Para 16 unidades
- Calabacines grandes, 2 ud
- Cebolla, 1 ud (o 2 cebolletas)
- Ajo, 1 diente
- Huevos, 2 ud
- Queso feta, 80 g
- Eneldo picado, 1/2 cucharadita
- Orégano, 1/2 cucharadita
- Harina, 35 g
- Queso parmesano rallado, 80 g
- Ralladura de la piel de un limón
- Sal
- Pimienta
- Pan rallado
- Aceite para freír
Paso 1
Preparar la masa y hacer bolas
Paso 2
Pasarlas por pan rallado y freírlas aplastándolas con una espátula
Paso 3
Servir
Paso 1
Ponemos un trozo de malla de nylon -un trapo limpio también nos valdría- sobre un colador y rallamos los calabacines. Envolvemos el calabacín rallado en la malla y estrujamos bien hasta que salga toda el agua de vegetación, que será bastante. Agua que reservaremos porque contiene un montón de vitaminas y podemos aprovecharla para un caldo de verduras o similar.
Paso 2
Ponemos el calabacín rallado en un bol y añadimos la cebolla picada muy fina -en brunoise-, el diente de ajo prensado, los huevos batidos y el queso feta desmigado. Mezclamos todo bien y añadimos el eneldo, el orégano y sal y pimienta al gusto. Mezclamos de nuevo.
Paso 3
Añadimos el queso parmesano rallado y la ralladura de limón. Mezclamos. Para terminar, incorporamos poco a poco la harina mientras vamos mezclando hasta tener una masa manejable.
Paso 4
Echamos aceite en una sartén, cantidad suficiente para cubrir todo el fondo.
Paso 5
Para darle forma a las tortitas, vamos cogiendo puñados de masa, les damos forma de bola y los pasamos por el pan rallado.
Paso 6
Cuando el aceite esté caliente, vamos echando las bolas de masa de calabacín y presionándolas con una espátula de cocina para aplanarlas, como si fueran smash burgers.
Paso 7
Las cocinamos a fuego medio alto durante unos 4 minutos por cada lado hasta que estén doradas y crujientes. Se pueden servir solas o con un poco de salsa de yogur y eneldo fresco.