Siendo las brásicas una de las familias de verduras con mejores propiedades nutricionales, son muchos los que escuchan la palabra col y ya no quieren escuchar nada más. Y es normal, somos muchos los que hemos crecido con el trauma de los repollos ultracocidos con olor insoportable. Seguro que tú también has rezado al llegar del colegio porque ese olor a berzas que inundaba el portal no saliese de tu casa. ¿A que sí?
Pero merece la pena darles una nueva oportunidad, porque bien cocinadas, las coles están buenas y hoy te vamos a hablar de unas de las más olvidadas, las coles de Bruselas. Esos repollos en miniatura de textura delicada a los que se les puede sacar mucho partido en la cocina.
Las coles de Bruselas son ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, lo que las convierte en un excelente alimento para promover la salud en general. Ya sea como guarnición, como entrante en ensaladas o como plato principal, incorporar las coles de Bruselas en la dieta puede ser una forma deliciosa de hacerla más variada y favorecer el bienestar de nuestro cuerpo.
Los nutrientes esenciales que aportan las coles de Bruselas
Las coles de Bruselas son una excelente fuente de varios nutrientes esenciales para el cuerpo humano. Lo que más llama la atención en ellas es su elevado contenido en vitamina C, que es un potente antioxidante fundamental para mantener un sistema inmunológico fuerte y saludable. Además, contienen vitamina K, que desempeña un papel vital en la coagulación sanguínea y la salud ósea.
Según datos de la Fundación Española de la Nutrición, las coles de Bruselas aportan 100 mg de vitamina C, por cada 100 g de producto comestible. El doble de la que aportaría la misma cantidad de naranja.
Destaca también su aporte de fibra dietética. Una ración de 200 g de coles de Bruselas proporciona casi 8 gramos de fibra que ayudan a promover la salud digestiva y a aumentar la sensación de saciedad, lo que puede ser útil para controlar el peso. Además, la fibra puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL, conocido como el colesterol "malo", en el cuerpo.
Aparte de su contenido en vitamina C, las coles de Bruselas también son una excelente fuente de antioxidantes, que ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo. Estos compuestos antioxidantes, como los flavonoides y los compuestos de azufre, pueden ayudar a reducir la inflamación y proteger nuestras células del daño causado por los radicales libres.
Incorporar coles de Bruselas en la dieta puede ser beneficioso para la salud cardiovascular. Estas verduras son ricas en potasio, un mineral que ayuda a regular la presión arterial y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Una ración de coles de Bruselas (200 g) aporta también 7 gramos de proteínas, más que un vaso de leche, aunque hay que tener en cuenta que se trata de proteínas que no contienen todos los aminoácidos esenciales por lo que no pueden ser utilizadas como única fuente de proteína.
Muy versátiles en la cocina
Como dice Verónica de MasterChef, las coles de Bruselas te gustan, pero aún no lo sabes, y es que hay mil maneras de prepararlas. Se pueden cocinar asadas, salteadas, al vapor, en puré o incluso crudas en ensaladas, de la misma manera que usamos la col o la lombarda para preparar las ensaladas tipo coleslaw.
Su sabor ligeramente amargo se equilibra maravillosamente con ingredientes dulces como la miel o el sirope de arce, lo que las convierte en un acompañamiento delicioso para cualquier comida.
Aunque la mejor manera de aprovechar sus nutrientes es consumiéndolas crudas o con cocciones muy breves que preserven éstos, hay muchas recetas que nos harán disfrutar de ellas. Una idea rápida, es darles una breve cocción al vapor y después marcarlas en la plancha para que se forme una costra crujiente. Después se sirven con una vinagreta de miel y mostaza y están de locura.
Las coles de Bruselas pueden ser protagonistas de recetas sorprendentes como esta lubina al cava con ensalada en la que estas pequeñas coles se consumen crudas. En crudo su sabor es mucho más delicado que cuando se cocinan y sus hojas más finas hacen que la ensalada quede mucho más delicada que cuando se hace con col china o repollo.
Esta crema de garbanzos con coles de Bruselas es una idea para darle un toque diferenciador a una receta que podemos preparar fácilmente con los restos de un cocido.
Atreverse a saltarse las reglas es la cocina tiene muchas veces como premio el descubrimiento de otras maneras de hacer las cosas que ofrecen resultados incluso mejores. Prueba esta ensalada César de coles de Bruselas con pollo crujiente y entenderás a qué me refiero.
El tostado le queda de lujo a las coles de Bruselas y esta receta es una buena prueba de ello. En esta ocasión, les hemos dado una capa de sabor con un aliño que nos lleva a Italia, pero puedes darles sabor con lo que más te guste.