Seguro que más de una vez os habéis preguntado qué es lo que pasa si se guarda la mantequilla fuera de la nevera, pues al fin y al cabo se trata de una grasa en estado sólido y otro tipo de grasas como los aceites se conservan fuera de la nevera sin problemas.
La respuesta obvia a esta pregunta, que sería que al estar fuera de la nevera la mantequilla se fundiría, parece indicar que dejar la mantequilla fuera de la nevera supondría una ventaja a la hora de usarla, pues se untaría más fácil, no tendríamos que hacer malabares para poner la mantequilla a temperatura ambiente cuando la necesitáramos para hacer una receta de repostería y, aún así, la seguimos guardando en la nevera. Veamos ahora qué pasaría si no lo hiciéramos.
¿Qué pasa si guardas la mantequilla fuera de la nevera?
La mantequilla es un producto lácteo que se obtiene a partir de la nata de la leche, batiéndola hasta separar la fracción grasa del suero. Una vez separada la mantequilla del suero, nos encontramos con un producto perfectamente emulsionado que contiene entre un 80 y 85% de grasa y entre un 15 y un 20% de agua. A diferencia de otros productos lácteos como los quesos, la nata o la propia leche, la mantequilla no tiene ni proteínas ni carbohidratos.
La mantequilla no se estropea tan rápido como otros productos lácteos
El bajo contenido en agua de la mantequilla en comparación con otros lácteos hace que las bacterias no se puedan desarrollar con la misma facilidad que lo hacen en el resto, especialmente cuando se trate de mantequilla con sal, ya que la sal hace que disminuya aún más la cantidad de agua y proporciona un ambiente inhóspito para que proliferen la mayoría de las bacterias. De hecho, según la FDA (Food and Drug Administration), que viene siendo el equivalente estadounidense a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, mientras que en la mantequilla sin sal podrían sobrevivir todo tipo de bacterias, en la mantequilla con sal solo una , la S. aureus, es capaz de hacerlo.
En otro estudio realizado para evaluar el tiempo de conservación de quesos y mantequilla llevado a cabo por una universidad coreana, se comprobó que las muestras de mantequilla almacenadas a 10, 15, 25 y 35ºC aguantaron en buenas condiciones 21.94, 17.18, 6.10 y 0.58 meses respectivamente, lo que demuestra que aunque la mantequilla aguante mejor fuera de la nevera que otros productos lácteos, sí es cierto que se conserva mucho mejor dentro de la nevera.
Además, otro factor a tener en cuenta aparte de las posibles bacterias que se puedan desarrollar, es que la exposición a la luz, el oxígeno y el calor favorece la oxidación de las grasas, que es lo que conocemos como enranciamiento, por lo que, de nuevo, la nevera favorece la conservación de este alimento.
No hay problema por dejar la mantequilla fuera de la nevera unas horas.
La principal conclusión que podemos sacar de todo esto, es que la mantequilla no es un alimento que se estropee rápidamente si no está en la nevera, como podría ser el caso de una carne picada o un pescado fresco, por lo que cuando necesites tener mantequilla a temperatura ambiente para ese bizcocho que piensas hornear por la tarde al llegar a casa, no pasará nada si sacas la mantequilla a primera hora de la mañana -lejos de un sitio en el que le vaya a dar el sol todo el día- y la dejas fuera casi todo el día pero, la que te sobre, se conservará mejor si la devuelves a la nevera.