Si eres un habitual de Facebook seguro que te has encontrado alguna vez con la historia de la granja autosuficiente de media hectárea. Es una situación de lo más idílica, con apenas 5 000 metros cuadrados y un duro trabajo una familia no sólo tiene un techo donde vivir si no también la comida necesaria para no depender del exterior. O al menos eso es lo que promete Tiene sus condiciones, pero es innegable que la idea de abandonar la ciudad para vivir del campo tiene un componente romántico que te atrae con fuerza. Pero, ¿es todo de color de rosa o estamos ante un mito?
La granja utópica de John Seymour
Para quien no le conozca, John Seymour fue una de las figuras más influyentes del movimiento autosuficiente. Escritor, presentador y sobre todo ecologista saltó a la fama en 1976 por con el “libro completo para la auto suficiencia” del que procede la idea de la granja autosuficiente de media hectárea. En él se explican los pasos a seguir y lo que se necesita.
Todo empieza con el terreno, media hectárea (5 000 m2) de tierra. Aproximadamente el 70% del terreno de juego del Camp Nou o el Santiago Bernabeu. Por supuesto tiene que estar bien drenado y la tierra debe ser fértil.
Una vez se tiene el terreno listo, es hora de empezar a jugar al Tetris. Sin contar el espacio que ocupe, hay que dividir el terreno en dos: una mitad para el cultivo y la otra mitad para los animales y sus pastos. Ambas mitades pueden ser permanentes, aunque se recomienda rotar los roles de cada terreno cada cuatro años.
Hay que adaptar la mitad que no se va a cultivar para que puedan vivir una vaca lechera, una cabra, unos cuantos cerdos y hasta una docena de gallinas. La vaca requiere de dos espacios: un pasto sobre el que estar al aire libre y un cobertizo donde resguardarse del frío y las inclemencias. También hay que reservar una parte del terreno para una pocilga y un corral con el que proteger a las gallinas.
En cuanto a la otra mitad, Seymour plantea un sistema de horticultura intensiva. Para ello se dividirá la parcela en cuatro parcelas iguales en las que se cultivará: patatas, legumbres (alubias o guisantes por ejemplo), vegetales de raíz (zanahorias, remolacha…) y vegetales de la familia de las brassica (broccoli, coles de Bruselas…). Todo ello con una rotación estricta que aumente el rendimiento de la tierra.
Un modelo cogido con pinzas
Con todo ello, según Seymour, se tiene espacio y comida suficiente para que una familia pueda vivir de forma autosuficiente todo el año. Sin embargo, su modelo está cogido con pinzas.
Para empezar, a la hora de hablar de los animales el propio Seymour admite que será necesario comprarles alimentos durante al menos una parte del año. Podríamos seguir considerando que la granja es autosuficiente si tuviese excedentes que generasen el dinero suficiente como para cubrir ese gasto pero con tan poco terreno cultivado es poco probable que ocurra.
Incluso con un cultivo intensivo como el que plantea es poco probable que una familia tenga alimentos suficientes para vivir todo el año. Apenas se cultivan 2 500 metros cuadrados (el 35% de un campo de fútbol) por lo que no sólo no hay espacio para el error, tampoco hay todos los alimentos necesarios. Para una familia de cuatro personas, con una dieta de 2.300 calorías al día, en Small Footprint Family estiman que se necesitan al menos 7 400 m2 de terreno (algo más que un campo de fútbol) para cultivo y animales.
Seymour tampoco contempla problemas técnicos que puedan surgir con el tiempo. La vaca tiene tan poco espacio que es probable que su terreno sufra de sobre pastoreo y acabe convertida en barro. Además, pese al estricto sistema de rotaciones, una agricultura tan intensiva en un espacio tan reducido puede acabar extenuando la tierra, lo que se traduce en una producción menor e incluso puede convertirla en yerma.
No todo es comida
Salvo que quieras vivir como los Amish, el modelo de autosuficiencia que plantea Seymour se ha quedado totalmente obsoleto por el simple hecho de que no contempla ningún método para generar energía. Para generar la energía media que gasta un hogar medio de Estados Unidos al año (11 040 kWh) en condiciones ideales se necesitan al menos 25 paneles solares. O lo que es lo mismo 35 m2.
También es necesario tener el conocimiento y la experiencia que el propio Seymour compartió en su libro. Puede parecer más sencillo, pero saltar de un apartamento en la gran ciudad a una granja alejada de la civilización no es un reto sencillo. De hecho, adalides de la autosuficiencia como Dick Strawbridge y su hijo James recomiendan hacer una transición paulatina. Algo de lo que hablaron largo y tendido en las tres temporadas de “It’s not easy being green” (“No es fácil ser ecologista”) su programa documental para la BBC.
Entonces, ¿es posible tener una granja autosuficiente?
Que la granja autosuficiente de media hectárea de John Seymour no resulte viable no quiere decir que no se pueda realizar de otra forma. Los propios Strawbridge que protagonizan la serie documental de la BBC que acabo de mencionar son un ejemplo de ello. Su Newhouse Farm cuenta con un terreno de más de 10 000 m2. Espacio de sobra para tener varias construcciones y los cultivos, animales e instalaciones necesarios para ser completamente autosuficientes.
Su caso un ejemplo llevado al extremo, pero lo cierto es que hay muchas formas de comenzar a ser más ecológico y depender menos del resto del mundo. No hay que entrar de lleno, sino que se pueden hacer pequeños cambios como tener un pequeño huerto o hacer compost en casa.