Si hablamos de gastronomía vasca lo más seguro es que la primera ciudad que te venga a la mente sea San Sebastián. Tranquilo, es normal si tenemos en cuenta la acumulación de estrellas Michelin que hay. Sin embargo, en los últimos años, ciudades como Vitoria no tienen nada que envidiar. La cultura del buen comer no sólo está igual de extendida sino que además cada vez hay más locales que ofrecen menús de primera y barras de pintxos que te hacen la boca agua.
Por eso, si vienes a disfrutar de la mejor música al Azkena Rock Festival (ARF) no sólo tienes que deleitarte de la naturaleza que envuelve la ciudad, también tienes degustar los platos y pintxos que nos llevaron a ser la capital española de la gastronomía.
Los mejores pintxos de Vitoria Gasteiz
Vitoria es una de esas ciudades pequeñas en las que todo queda siempre a mano. De ahí que para hacer la ruta por las mejores barras de pintxos de la ciudad no se requiera nada más que ganas de disfrutar. Si no sabes muy bien por dónde empezar, aquí tienes unas cuantas zonas donde las barras están repletas de pequeños manjares.
La plaza de la Virgen Blanca y sus aledaños
Esta plaza es el corazón de la ciudad. En ella se reúnen los vitorianos cada 4 de agosto para celebrar la bajada de Celedón y el inicio de las fiestas de La Blanca. De ahí que sea el mejor lugar para empezar a disfrutar de los mejores pintxos de Vitoria Gasteiz. Además, durante el Azkena Rock Festival hay conciertos gratuitos al medio día.
Alrededor del monumento a la batalla de Vitoria nos encontramos con bares como La Malquerida, La Vermutería, Dublín o el Deportivo Alavés, que no pertenece al equipo de fútbol si no a una aficionada muy especial que sirve una de las mejores tortillas de patata de la ciudad.
Si nos dirigimos hacia el sur además de ver la escultura de “La Mirada” (punto de encuentro por excelencia y a la que los vitorianos llamamos coloquialmente como “El Coño”) entramos de lleno en la calle de El Prado. Allí tienen sede bares como el Sagartoki, cuyo “huevo frito con patatas” es legendario, o el bar Prado 24.
Situados sobre la propia plaza de La Virgen Blanca, los Arquillos y la balconada de San Miguel son uno de mis rincones favoritos de la ciudad. Son la barrera que divide el casco antiguo del ensanche y salvan de forma magistral el desnivel que separa ambas zonas. En sus faldas, situadas en la calle Mateo Benigno de Moraza como en la cuesta de San Francisco, se encuentran alguno de los mejores pintxos de Vitoria Gasteiz.
Si el tiempo acompaña, la gente se agolpa para disfrutar del celebre vermut de un Arkupe, que pese a ser un restaurante cuenta con una estupenda barra de pintxos. Tampoco hay que obviar el bar Toloño, donde las gildas o el risotto con hongos son los las estrellas. Por último, bajando hacia la calle Olagibel se encuentra el Marañón. Un bar de toda la vida que se ha renovado por completo.
Aquí tienes la lista completa de locales que hemos mencionado y su localización:
- Arkupe. Calle Mateo Benigno de Moraza 13.
- Toloño. Calle San Francisco 3.
- Marañon. Calle Olagibel 21.
- Asador Sagartoki. Calle Prado 18. Tenéis que pedir si o si el “huevo frito con patatas“.
- Prado 24. Calle Prado 24.
- La Malquerida. Calle Correría 10.
- La Vermuteria. Calle Zapatería 4. Además de sus pintxos tienen un cóctel de vermut que merece la pena probar.
- Dublín. Calle Herrería 2.
- Deportivo Alavés. Plaza de la Virgen Blanca 1.
El Ensanche y Desamparados
Aunque técnicamente tanto la Virgen Blanca como los Arquillos forman parte del Ensanche, en este caso me refiero a la zona que rodea la calle Eduardo Dato. Es la calle del centro por excelencia y eso se nota en los comercios y bares.
Si estás volviendo del Azkena Rock Festival puedes empezar la ruta de pintxos por el Tximiso y el Dolar, cuyo pintxo de champiñones es tan bueno que dan ganas de casarse con él; y terminarla pasando por el Usokari y el PerretxiCo. O puedes hacerla al revés si te diriges a los conciertos.
Tampoco hay que obviar la zona de Desamparados. Entre la calle Rioja, Angulema y Canciller Ayala se acumulan alguno de los mejores pintxos de Vitoria Gasteiz. El rincón de Luis Mari, el bar Gardoki o la taberna Aurrera son buen ejemplo de ello.
También es una buena idea pasarse por la plaza de abastos de Santa Bárbara. Ha sido reformada por completo en los últimos años para acomodar, además de los puestos del mercado, una buena oferta de restauración. Aunque todavía no está al 100% su terraza superior es impresionante.
Aquí tienes la lista completa de locales que hemos mencionado y su localización:
- Aurrera. Calle Canciller de Ayala 4.
- Tximiso. Calle Manuel Iradier 8.
- Dolar. Calle Florida 26. Pedir el pintxo de champiñones. Es de 10.
- Usokari. Calle Dato 25.
- PerretxiCo. Calle San Antonio 3. Os recomiendo pedir el foie de turrón.
- El rincón de Luis Mari. Calle Rioja 14.
- Gardoki. Calle Angulema 4.
Lovaina
Otra de las zonas más importantes en lo que a pintxos se refiere es Lovaina. Una zona que puede presumir ser la cuna del famoso pintxo-pote (del que ya hablaré otro día). Además de en la calle Gorbea o la propia Avenida Gasteiz, alguno de los mejores pintxos de Vitoria Gasteiz se encuentran en la calle Sancho el Sabio. La taberna Txiki lleva años y años deleitando a los vitorianos con su jugosa tortilla de patata mientras que al otro lado de la acera el Kotarro ofrece pintxos más contemporáneos.
Por último, aunque no por ello menos importante, no podemos dejar pasar a El Clarete o el bar Erkiaga, cuya innovadora barra de pintxos ha ganado numerosos premios en los últimos años.
Aquí tienes la lista completa de locales que hemos mencionado y su localización:
- Taberna Txiki. Calle Sancho el Sabio 14.
- Kotarro. Calle Sancho el Sabio 11.
- El Clarete. Calle Cercas Bajas 18.
- Erkiaga. Calle Herrería 38.
Algo más que comida
Si entre concierto y concierto tienes ganas de conocer un poco más la ciudad te recomiendo encarecidamente que te acerques hasta el Casco Viejo de Vitoria Gasteiz. Dentro de la “Almendra Medieval”, llamada así por la forma en la que está edificada, podrás encontrar edificios tan majestuosos como Los Arquillos, el palacio de Montehermoso, la Casa del Cordón o la recién reformada Catedral de Santa María. Eso sin contar restos históricos como la muralla que defendió la ciudad hasta su expansión.
Pasear por las calles Pintorería, Cuchillería, Zapatería, Correría o Herrería no es sólo una experiencia que te transporta a otra época, también es una forma de disfrutar la gastronomía. En sus calles se pueden encontrar restaurantes centenarios como El Portalón, así como estructuras tan curiosas como una nevera de 45 000 litros en la que se almacenaba hielo o un depósito de agua situado bajo un palacio que en su día abastecía a la ciudad y hoy es una sala de exposiciones.