Últimamente parece que las flores están de moda en la cocina, de hecho, muchos platos de alta cocina no serían lo mismo sin el toque de color y los matices de sabor que le aportan determinadas flores.
Hoy en día prácticamente nadie se sorprende por ver flores de pensamiento, violetas, jazmines o incluso margaritas frescas formando parte de un plato y no solo como elemento decorativo.
Las flores comestibles hace mucho tiempo que forman parte de nuestra dieta diaria
No pienses que comer flores es algo moderno, pues es muy probable que tú mismo seas un asiduo consumidor de flores aunque no te hayas parado a pensarlo. Y es que, aunque de la mayoría de los vegetales solemos comer las hojas o el fruto, hay algunos en los que también nos comemos las flores, por ejemplo, el brócoli, la coliflor, las alcachofas, las alcaparras, los clavos de olor o la manzanilla que tomamos en infusión son flores que han formado parte de nuestra dieta diaria desde siempre.
La única diferencia es que ahora se está empezando a descubrir el potencial en cocina de algunas flores que siempre hemos considerado ornamentales y de otras que proceden de plantas a las que siempre hemos dado más importancia a otras partes.
¿Son todas las flores comestibles?
No, para empezar hay flores que son tóxicas, pero incluso las que no lo son tienen que haber sido cultivadas sin usar ningún tipo de pesticida y con las condiciones adecuadas de higiene para que sean aptas para el consumo, así que si quieres innovar dando un toque floral a tus platos, recuerda que las flores que venden en la floristería no valen para comer, aunque hay empresas especializadas en flores que sí son comestibles.
De estas flores “bonitas” que se pueden emplear en cocina, algunas de las más populares son:
Cebollino
Del cebollino estamos acostumbrados a comer el tallo verde, pero las flores aportan el mismo sabor en una versión más suave. Sucede lo mismo con las flores del ajo, la cebolla y el puerro, que son una versión más sutil del sabor de la planta, lo que las hace muy interesantes para dar un toque en algunas recetas saladas.
Azahar
Aunque normalmente no consumimos las flores, su sabor es bien conocido ya que el agua que se obtiene de infusionarlas -agua de azahar- es ampliamente utilizada en repostería y es la responsable de ese sabor tan característico de algunos dulces como el Roscón de Reyes.
Aciano
Los pétalos son comestibles, aunque el cáliz es amargo y es mejor desecharlo.
Diente de león
Son muy apreciadas para postres por su color amarillo intenso y su sabor meloso y dulzón.
Pensamientos
Los pensamientos por su gran variedad de colores y el sabor agridulce de la flor en conjunto hace que sean apreciados para preparar postres y platos como ensaladas o tablas de quesos variados.
¿Cuánto cuestan y dónde se compran las flores comestibles?
Haciendo una búsqueda por internet es fácil encontrar varias páginas en las que se pueden comprar flores frescar comestibles para usarlas en cocina. El precio, dependiendo de la flor, puede ir desde los 8 euros que costarían 50 unidades -pensamientos mini- hasta valores mucho más elevados como los casi 30 euros que cuestan 100 begonias.
Así que ya sabes, si quieres presentar tus platos tal huerto florido no tienes más que buscar la que mejor se adapta a tu plato y dejar volar la imaginación.
Imagen cabecera | RitaE (Pixabay)