La gastronomía brinda cada vez mayores estímulos para viajar. Y Madrid lo tiene todo. Más allá de los afamados destinos culinarios establecidos, existen muchas otras opciones sin tener que salir de la capital de España. Aquí se las ofrecemos para el puente más largo del año: el de diciembre.
Mercados, museos, musicales, colecciones de arte, animadas zonas de compras, gastronomía nacional e internacional y una palpitante vida callejera. Madrid lo tiene todo condensado para una misma escapada, con lugares de descanso de lo más “chic” en el corazón de la ciudad, para relajarse sin tener que alejarse del centro donde se cocina lo último en tendencias.
Una agenda ideal y completa para disfrutar de unos días de descanso combinando los mejores platos y entretenimiento. Todo invita al disfrute y “Cocinillas” os sugiere esta ruta por el Madrid más chic cervecero, vermutero, mindfulness, cinematográfico y con los mejores hoteles boutique donde poder reposar.
Aires castizos, vermú con sabor a Madrid y un cocido con horas de siesta en el Indigo Gran Vía
Llegar a Madrid y no tomarse un vermú es un auténtico “pecado”. Los hoteles del centro mas “chic” se están adaptando a estas legendarias tradiciones. Es el caso del Indigo Gran Vía, donde el espíritu más castizo de la capital, toma cuerpo en este nuevo espacio para atender a quienes buscan una versión renovada del Madrid con M de mayúscula. La estética del lugar, puramente madrileña, y una propuesta culinaria basada en sabores clásicos de la cocina de la capital, espera a los visitantes que deseen vivir esta experiencia a escasos metros de la Gran Vía. Esta vermutería ofrece opciones para todos los paladares.
La Vermutería del Indigo se ha convertido ya en un lugar de cita obligada, con el toque de una auténtica taberna madrileña, pero con aires de modernidad acoge un ambiente versátil donde los visitantes pueden disfrutar de una suculenta caña acompañada de una tapa. “Este nuevo espacio se compone de tres zonas conectadas entre sí. El acceso principal dirige al cliente a la zona de la barra, más dinámica e informal, que se convierte a su vez en zona de paso al patio, confiriéndole un carácter dedicado al disfrute exterior y donde se consigue potenciar la luz”, afirma Julio Plaza, a Cocinillas.
Otras de las apuestas de este hotelito “chic” es el original plan gastronómico invernal que ofrece por tercer año consecutivo durante los domingos de diciembre, enero y febrero: “Los Domingos de Cocido y Siesta”. Un menú específico del periodo invernal, puramente madrileño y cocinado de forma tradicional pero con toques modernos que finaliza con una siesta en una de las habitaciones del hotel, durante 2 horas y media por el módico precio de 45€. Un plato de cocido y una siesta es uno de los planes más españoles y más apetecibles para un día de frío. Después de una comida contundente, no podría haber mejor forma de empezar la tarde que con una siesta de dos horas y media en pleno centro de Madrid.
Luego una vez practicado el arte más puro del “goro, goro”, a menos de diez minutos de este hotel boutique, se encuentra “El Café de la Ópera”, un peculiar restaurante de referencia en el centro de Madrid que cuenta actualmente con una combinación perfecta de gastronomía y espectáculo en su servicio. En vivo, y con una compañía lírica propia, el Café brinda la oportunidad de disfrutar con los cinco sentidos y vivir una noche mágica gracias a sus actuaciones operísticas. La ópera Carmen, una de las favoritas.
Filosofía mindfulness gastronómica en el corazón madrileño Aloft Marriots, Kalma y el más inovador Chicote
El recién estrenado “Aloft Marriots”, es la propuesta más desenfadada para visitar la capital de España. La cadena americana apuesta por actividades diferenciadores y en línea con las tendencias que se respiran en la ciudad. En plena plaza de Callao se encuentra este espectacular edificio que desde sus instalaciones nos hace disfrutar de una experiencia que aúna gastronomía, tecnología y meditación en un formato innovador y experimental.
Construido en un antiguo edificio de oficinas de los años 50, Aloft en pleno corazón comercial y de ocio de la capital ya es un lugar de referencia. La azotea es el escenario escogido por cualquiera de sus moradores para tocar el cielo de Madrid. Todo está diseñado para que los invitados disfruten de lo que han diseñado como una sesión de meditación un tanto inusual.
La misma cadena ofrece un extraordinario restaurante: Kalma, ubicado en el Madrid Marriott Auditorium, un santuario de paz que hace que la vida sepa mejor, incluso con los fríos de diciembre, la suya es una propuesta muy mediterránea y de alta calidad que te conquistará por la boca en todos y cada uno de sus platos. La fusión entre lo tradicional y lo moderno conforma una carta de sabores y opciones culinarias que consolidan a este restaurante como un referente gastronómico en Madrid. Entre los platos de su suculenta carta destacan platos tan sabrosos como el Tartar de salmón con yema de huevo templada crujiente, Croquetas de bacalao rebozadas en panko sobre compota de manzana, Caviar de melón con jamón ibérico, Chipirón a la plancha con mahonesa ligera de lima; o el Carro de quesos, una oportunidad única para descubrir nuevos sabores.
Y siguiendo el gusto por los rituales americano, nadie debe perderse en el puente de diciembre el renovado Chicote, uno de los epicentros tradicionales donde la Ava Gardner o cualquiera de los actores del blanco y negro nos hicieron soñar. El mítico rincón de las estrellas de Hollywood en los años 50 marcó en su día en Madrid historia: nada más apetecible ahora que inmortalizar a Hollywood en plena Gran Vía como el mejor reducto clásico saboreando, el peculiar mojito de Ernest Hemingway.
El local, tras una nueva dirección ha vuelto a renacer sin perder su esencia. Fue Perico Chicote quien lo fundó, introduciendo con él la pasión por la coctelería en España hace 84 años y dejando tesoros como ‘El Chicote’, su creación más popular, que combina vermut dulce, ginebra, curacao de naranja y Grand Marnier.
Alba y el chocolate en el Room Mate
Para los amantes que quieran perderse en el barrio de las letras en el Puente de diciembre en Madrid la apuesta está clara: el recién inaugurado ‘Room Mate Alba’. Con nombre de mujer, aterriza el hotel más literario de Room Mate con diseño del interiorista y anticuario Lorenzo Castillo.
En este hotel se mezcla un sinfín de estilos y reminiscencias que rinden tributo a la España de la tradición y la intelectualidad. El nuevo establecimiento, que hace el quinto de Kike Sarasola en la capital de España, nos sumerge en la zona en la que vivieron algunos de los más grandes autores del Siglo de Oro español, como Cervantes, Lope de Vega o Quevedo, y que nos regala emblemáticas citas de estos y otros grandes escritores impresas en sus adoquines, además de un acogedor ambiente y una animada oferta gastronómica.
El edificio conserva algunos de los elegantes vestigios de su noble construcción, original del siglo XVII, entre ellos la fachada, la escalera y el zaguán. Su diseñador explica a este medio que lo concibió como una joven bailarina de ballet clásico “sofisticada, elegante y dulce. Como una musa capaz de inspirar a cualquiera y vive en Las Letras, donde la cultura y el arte emanan de todos los rincones, y todos en el barrio la conocen porque “no pasa desapercibida”.
Sus desayunos mirando al Barrio de las Letras, con un buen chocolate caliente, son otro de los atractivos que no se pueden obviar en este reducto de descanso. A su alrededor el museo Thissen, el Reina Sofía y un poco más adelante, Castellana arriba Tatel, un sofisticado restaurante con una decoración muy años 20, que ofrece cocina española actual, música en directo y coctelería.
Su carta pretende ser embajadora de la marca España por lo que no faltan platos como el jamón de bellota, las anchoas de Santoña, el salmorejo cordobés o el pulpo a la brasa. Diseñados por el prestigioso Chef Carlos Posadas, los exclusivos menús navideños* de este año incluyen, desde sus platos más laureados como su tortilla trufada, conocida ya como tortilla TATEL, o su reconocido arroz melosos con bogavante, hasta los más atrevidos como la ensalada de lechuga viva o el aguacate aliñado con carabineros al ajillo, todo acompañado de una selección de vinos que forman parte de la extraordinaria carta del local, que se erige como una de las más destacadas de la capital por su gran número de referencias, incluyendo algunos de los caldos más exclusivos
Gastronomía “millennial” Bluesock Hostels
Para los viajeros millennials y aquellos que quieran disfrutar al máximo su estancia, exprimir las posibilidades que ofrece el destino Madrid, pueden compartir esta fórmula de experiencias con otras personas en el recién estrenado Palacete Bluesock Hostels, donde pueden gozar de estancia y gastronomía a precios muy interesantes. Madrid es una ciudad de todos y para todos.
Prueba de ello es la inmensa oferta de ocio que ha creado para este puente y que comienza en el mismísimo Kilómetro Cero situado en la Puerta del Sol, donde cientos de personas se congregan ya para ver el recién inaugurado alumbrado. Aprovechar para pasear por la remodelada Gran Vía, degustar un exquisito chocolate con churros, realizar unas compras en la Calle Mayor, hacer una parada en el Mercado de San Miguel o visitar la emblemática Plaza Mayor, son solo algunas de las posibilidades que presenta Madrid para vivir estos días de ocio como realmente se merece.
Y para no renunciar a nada, la cadena hotelera Bluesock Hostels Madrid, situada en plena Gran Vía 6, es una de las mejores opciones de cara a aquellos que buscan alojarse en el punto de ebullición donde se forja el espíritu festivo que inunda la capital. Su fantástica localización permite exprimir al máximo cada lugar al tiempo que se disfruta de todas las comodidades y del mejor servicio que caracterizan a este alojamiento.
Su ubicación es ideal para vivir la cultura de la manera más cercana posible: musicales, (Billy Elliot, y El Medico, los más vistos), teatros (Manolita Tacones, el más transgresor), o cines, esta es la mejor opción en pleno corazón de Madrid, donde uno esta inmerso en de los mejores planes de la ciudad. El establecimiento ofrece, además, las habitaciones perfectas para quienes viajan en un grupo de tres y buscan habitaciones privadas -con tres camas individuales – y con baño privado; también exclusivas habitaciones dobles superiores, con vistas a Gran Vía y cuarto de baño dentro de la misma.
Destacan las habitaciones familiares Deluxe, suites privadas con cama doble o twin y sofá cama y baño privado. Para comer o cenar muy cerca de este alojamiento esta Doña Luz, un lugar con una azotea con estufas con precios económicos, donde reactivar la hormona de la serotonina con solo poner un pie en ella.
Su oferta gastro y sus vistas la convierten, de día o de noche, en el mejor plan para el puente de diciembre: entre sus propuestas están alguno de sus platos ya clásicos como los Tacos de bogavante con aguacate y mango, Surtido de croquetas de cecina, pulpo y calamar en tinta, o el falso ceviche de pulpo y langostino, como broche final.
Barceló y Mayorazgo y sus templos ocultos de gastronomía: Somos, Garra y Gastrovía 61
Cada vez están más de moda los establecimientos hoteleros en Madrid, que cobijan en su interior la más excelente cocina de autor. Es el caso de GastroVía 61, el restaurante de cocina del Mayorazgo, que innova con platos inspirados en la gastronomía castiza, con un claro predominio de la comida saludable. Platos castizos (donde no faltan toques contemporáneos ni el cocido madrileño).
Así es la propuesta de Gastrovía 61, que resulta ideal para cenas o comidas cuando apetece un ambiente más sosegado y tranquilo donde se quiere disfrutar de un servicio muy profesional. Y en su bar se puede culminar la velada con un cóctel o bebiendo la madrileña cerveza Cibeles. Una exquisitez de cebada elaborada en la capital de España.
En esta misma sintonía de restaurantes en el interior de un hotel, están los templos gastronómicos del Barceló. “Somos” el restaurante panorámico, es una auténtica sorpresa con su carta de sabores asiáticos fusionados con la anterior oferta castiza. El nuevo menú ofrece chispeantes combinaciones de platos madrileños con toques orientales en el entorno de diseño de Jaime Hayón y con unas vistas únicas a la Gran Vía y la Plaza de España, nueva zona de moda. Una gran mesa redonda de hasta 9 comensales en un rincón privilegiado y un panorámico reservado de hasta 10, hacen a Somos idóneo para las celebraciones más “chic”.
La mixología sigue evolucionando y cada vez está más presente en las propuestas de muchos restaurantes, que no son coctelerías al uso pero cuenta con bartenders y proyectos de los que nacen maravillas. Es el caso del nuevo concepto también en la planta baja de Barceló que en su bar Garra cuenta con los cócteles del experto “head bartender”, Andrei Gherman, que ha ideado, además una propuesta de tragos que viajan por diferentes países unos divertidos vasos de su Martínez, con gin tipo Old Tom, vermut, bitter de naranja y licor de marrasquino; del Rebujito con fino y frutos rojos; o del Martes y Trece, a base de pacharán, melocotón y limón. Estos se combinan con otros clásicos globales como el Mint Julep, el Cosmopolitan o el Margarita.