Los helados no son solamente para el verano, pero es indudable que es ahora cuando más apetecen. No hay nada mejor para vencer las altas temperaturas, que comer un helado fresquito. Y Madrid es el lugar perfecto para hacerlo.
Helados tradicionales, italianos, de toda la vida o innovadores. En tarrina o en cucurucho. De todos los tipos, colores y sabores y para todos los gustos.
Estas son las heladerías donde venden los mejores helados de la ciudad.
Mistura
- Dirección: Augusto Figueroa, 5/Toledo, 71 /Príncipe de Vergara, 254 y más direcciones
- Precio: Desde 2,60 €
Helados artesanos sin aditivos. Esa fue la apuesta de Mistura -mezcla en portugués- cuando llegaron a la capital. Y a día de hoy, siguen fieles a esta filosofía con nueve locales repartidos por toda la ciudad. Crecer no les ha hecho desviarse de su cometido, que es trabajar siempre con lo mejor.
Una vez escoges tu helado preferido, entre sabores como frutos rojos, nata, café de Colombia, stracciatella o mascarpone, lo trabajan sobre una plancha de cuarzo a -20 ºC para darles una cremosidad inigualable. Hay más, porque puedes aderezar cada sabor con toppings. ¿Su última novedad? Un helado de limoncello.
Los Alpes
- Dirección: Arcipreste de Hita, 6
- Precio: Desde 4 €
Pocas heladerías pueden decir que llevan endulzando el paladar de los madrileños desde hace más de 70 años. Es el caso de Los Alpes, la heladería más longeva de Madrid y uno de los clásicos en esta materia, que abrió sus puertas en 1950.
En aquel año, el abuelo de Guillermo Castellot, actual cabeza visible, llegaba desde Bagni de Lucca, en la Toscana, con la receta del verdadero helado italiano bajo el brazo. ¿Lo que él deseaba? Plasmarla en Madrid con la mejor materia prima del mercado. Y vaya si lo consiguió. Aquí podrás disfrutar de helados en diferentes texturas como mantecados, siendo este el más famoso, sorbetes, cremas o yogur. De tarta de queso, de piña con caramelo, avellana, mandarina, fresa ecológica... Te será complicado decidirte solo por uno.
Rocambolesc
- Dirección: Serrano, 52 /Plaza de San Miguel, 13
- Precio: Desde 3 €
Jordi Roca no se cansa de afirmar que Rocambolesc fue el sueño de toda una vida. Los helados siempre significaron felicidad para el pequeño de los Roca, así que decidió hacer de esta pasión, una realidad. Junto a su mujer y pareja profesional Ale Rivas, montaron el primer espacio en Girona. A aquel le han seguido otros, como el que se encuentra en lo alto del Gourmet Experience de El Corte Inglés de Serrano o el del Mercado de San Miguel.
En espacios que parecen salidos del imaginario de Willy Wonka, han posicionado postres de El Celler de Can Roca, convertidos en helados: de chocolate, mandarina, manzana al horno, piña y coco o láctico, a los que añadir toppings de lo más divertidos. ¿Otro imprescindible? sus polos. Desde el rocanas, a imagen y semejanza de la nariz de Jordi Roca, al helado oscuro, al más puro estilo de Star Wars, pasando por homenajes a Madrid como el polo de oso y madroño.
La Pecera
- Dirección: Velarde, 2 /Bailén, 13 y más direcciones
- Precio: Desde 4,5 €
¿Cómo no íbamos a caer rendidos a los pies de una de las mejores creaciones niponas? Los taiyaki llegaron para quedarse y hoy ya cuentan con nada menos que siete locales en la ciudad. Esa es la apuesta principal de La Pecera.
Este dulce en forma de pez, relleno de helado soft, es el rey de Instagram. Y más allá de modas, están realmente buenos. Este verano traen de vuelta un éxito, el pink lemonade, un helado refrescante, de color rosa pastel y sabor a limonada. Este se suma a sus clásicos, de vainilla de Madagascar, yogur, chocolate y caramelo salado. ¿La idea? Coronarlos de toppings como galletas, chuches o mini taiyakitos y disfrutar.
Panda Patisserie
- Dirección: Mesonero Romanos, 17
- Precio: Desde 6,5 €
Y de una fórmula nipona, a otra. El año pasado en Panda Patisserie, el espacio dulce Borja Gracia, creador de la izakaya Hattori Hanzo, se introdujo el popular helado de nieve japonés, el kakigori. Se trata de un helado menos calórico, bajo en grasas y apto para veganos e intolerantes al gluten o la lactosa.
Se trata de una nieve suave al paladar, que se elabora con hielo y siropes artesanos, dando lugar a un imprescindible de los veranos en la capital. De matcha, yuzu, fresa natural, caramelo, chocolate... Al que se le añaden toppings como mochis, crema de mascarpone, anko o galleta caramelizada, entre otros. Lo tienen en dos tamaños y lo sirven en una bandeja de madera y acompañado de té caliente, tal y como se haría en Japón.
Maison Glacée
- Dirección: Alcalá, 77/ Ibiza, 42
- Precio: Desde 2,80 €
No todos los días se prueba un helado creado por uno de los más reputados pasteleros de España. Ricardo Vélez, detrás del célebre obrador Moulin Chocolat, se metió de lleno en el mundo de los helados, eligiendo sus sabores favoritos.
Los suyos son helados frescos, elaborados siguiendo un lento proceso de mantecado con leche ecológica, para el que se sirve de las mejores materias primas. Avellana del Piamonte, chocolate guanaja, lemon pie, fresa Mara des Bois, leche merengada con tocino de cielo... Y más sabores como el de caramelo de violeta, de panettone o de pan, aceite y chocolate. Un plus, su barquillo es totalmente artesanal y lo elaboran al momento para cada helado.
Bico de Xeado
- Dirección: Arenal, 5
- Precio: Desde 3 €
Directamente desde A Coruña, llegaba hace unos años una heladería de las mejores que hemos probado. Sus creaciones son helados de granja. ¿La razón? Porque se elaboran a partir de leche fresca de las vacas de la Granxa o Concelo, que combinan con ingredientes frescos y de proximidad.
Y es el lugar perfecto para satisfacer a todos los paladares con sabores clásicos, que son los que más triunfan, como el chocolate, el dulce de leche, la tarta de queso o la avellana, además de otros exóticos como la piña colada o el plátano, pasando por sabores puramente gallegos, como el xeado de café de pota. En Madrid acaban de lanzar una novedad, el helado de crema de ron Ruavieja, ideal para los amantes de estos sabores.
Zúccaru
- Dirección: Vergara, 16 /Palafox, 20
- Precio: Desde 3 €
De Sicilia nos gusta todo. Sus ciudades, su comida, sus playas y cómo no, su gastronomía. Así que cuando abrió en Madrid una heladería artesanal recién llegada de la isla italiana, sabíamos que íbamos a encontrar algo de lo que enamorarnos.
«Nuestro gelato se prepara exactamente como en tiempos pasados. Es un producto que no recurre al uso de colorantes, aromas ni grasas saturadas hidrogenadas», afirman.
Así que se hacen con materia prima de temporada y elaboran sabores como pistacho de Bronte, coco de Sri Lanka, mango de Brasil, turrón de Xixona o el de la casa, el Zúcarru de limón, albahaca, manzana verde y apio.
Más allá del clásico cucurucho o tarrina, proponen practicar una costumbre típica siciliana, comer el helado en brioscia, es decir, dentro de suculento brioche. Y, además, preparan unos cannoli de morirse. No te puedes ir sin probarlos.
Brando
- Dirección: Hortaleza, 55
- Precio: Desde 3 €
Una de las últimas en llegar, lo hizo hace apenas un año y en el poco tiempo que llevan abiertos, ya se ha consagrado como una de las más deseadas. Lo primero que llama la atención de Brando es el azul potente y los neones de su local.
Lo importante está en sus vitrinas. Cuentan con un obrador propio donde elaboran helados de sabores clásicos como pistacho, mango, fresa o leche merengada. ¿Otro hit de su oferta? Los polos. De menta y chocolate, de leche y chocolate belga, de galleta Oreo, de tarta de queso con frutos rojos... No tienen desperdicio.
N2 Lab
- Dirección: Gravina, 5
- Precio: Desde 3,90 €
Si buscas salirte del tradicional helado mantecado y encontrar algo diferente, tienes que probar una heladería en la que los helados no se exponen en vitrinas. ¿Dónde están entonces? Casi en la mente del heladero, porque la peculiaridad de N2 Lab es que trabajan in situ, elaborando helados al momento gracias al nitrógeno líquido.
Podría ser una excentricidad, pero no es más que aplicar la ciencia a la gastronomía. El nitrógeno está a -196 ºC. ¿Qué permite? Hacer nitrolados en un tiempo récord. Cuentan con una carta de sabores que cambian con la temporada, pero podrás elegir entre tan apetecibles como el helado de turrón, de brownie, de nata, chocolate o vainilla negra, entre muchos otros.
Formaje
- Dirección: Plaza de Chamberí, 9
- Precio: 13,95 € la tarrina
¿Qué hace un espacio de quesos en una lista de recomendaciones de helados? Porque los amantes de los quesos están de enhorabuena. Tras el éxito de su primera edición, la genial Clara Díez, al frente de Formaje, lanza de nuevo su queso helado.
«Hay otra forma de comer queso en verano. Prepara la cuchara», afirma. Y es que pensaron en cómo fomentar el queso también en verano, acercándolo al de otro de los lácteos por excelencia, los helados. Y no es un helado de queso, sino queso helado.
Para ello, han cogido cinco de los sabores más icónicos de su selección: Idiazábal ahumado, Stilton Colston Basset, Queixo do País, Comté y Olavidia, galardonado como El Mejor Queso del Mundo y han colaborado con un obrador experto en respetar la estructura del ingrediente protagonista.
Los podrás encontrar en su tienda física y para pedidos online a través de Uber Eats. Eso sí, corre a por ellos porque son de edición limitada. Son fantásticos.