Alejandro Serrano ha sido el chef más joven en ganar una estrella Michelin. Lo logró con sólo 24 años y desde entonces no ha parado de crecer profesionalmente. Ahora tiene previsto abrir otro local en Miranda de Ebro y hace unas semanas lo veíamos preparar un menú a cuatro manos con Jaime Rodríguez, cocinero del restaurante Celele, en Cartagena de Indias (Colombia).
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Los platos de Alejandro son una fotografía de su tierra y sus raíces, un retrato colorido de sus vivencias pasadas y presentes. "Me inspiro en el bosque, en las charlas con artistas, en momentos felices de mi vida o en colaboraciones con otros chefs de mi misma onda", cuenta. En su menú degustación Bosque marino, dividido en 4 fases, se entrelazan el paisaje actual de Castilla y León con el monte de San Juan y los recuerdos de su infancia en el restaurante de sus padres.
El arte también es una fuente de inspiración para él. La última parte del menú, La psicodelia, es una prueba de ello. El comensal se coloca unas gafas rosas "para ver el mundo sin prejuicios", tal y como nuestro chef lo veía de pequeño, y a partir de ese momento comienza una interacción entre diversas disciplinas artísticas, como la obra del artista visual Piro a través de una vajilla inédita o el trabajo musical de la mundialmente conocida Rosalía.
"Muchos de mis platos tienen un trasfondo de la música que me gusta, como M83, Tame Impala o Maribou Stat, entre otros", asegura el mirandés. De hecho, en la colaboración con Jaime Rodríguez ofrecieron a los clientes un postre llamado To my love en alusión a Bomba Stereo. No obstante, confiesa que es "la primera vez" que se basa totalmente en el mensaje de una canción para elaborar una receta, como le ha ocurrido con el postre Beso, la última de sus creaciones, extraído de la letra del single que lleva el mismo nombre, de los artistas Rosalía y Rauw Alejandro.
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En un momento del estribillo, la ex pareja canta "Huele a tabaco y melón / y a domingo en la ciudad", fragmento que sirvió a Alejandro para dejar volar su imaginación. "El domingo en la ciudad lo represento con un bizcocho efímero de tarta al whiskey Lagavulin y algodón de domingo de feria, mientras que el tabaco lo representamos con una nata ahumada, toffe de lúpulo, avellana y mantequilla tostada", explica el chef. Una nata ahumada que inevitablemente nos recuerda a Viaje a la Habana, uno de los postres más emblemáticos de Jordi Roca. Por su parte, el melón lo interpreta a partir de una piruleta líquida de chicles de melón que le trae a la memoria los momentos felices en el patio de la escuela.
Otro plato de Alejandro Serrano inspirado en una canción podrá degustarse el 1 de septiembre en Ebrovisión, un festival de música independiente que se celebra en Miranda de Ebro desde 2001. Para esta ocasión, el cocinero ha escogido la canción Sinnerman del grupo post-punk Belako, que tocará en el evento. "Es una canción súper vibrante, evolutiva y explosiva, con un deje tribal que nos hace viajar hasta el Asia más psicodélico, por cualquier night market", dice. Para ello preparará un cold pot de gampas, tallarines de sepia, raviolis líquidos de gambas, daikon, y stinky tofu de limas, una exquisita receta que ideó a raíz de un viaje con su jefe de cocina a Taipei.