Poco podía imaginar la orden premostratense al fundar con la abadía de Retuerta su primer asentamiento de este estilo en España que acabaría siendo el destino de lujo y disfrute que es hoy en día.
Fue en el año 1146 cuando los monjes fundaron la Abadía de Santa María de Retuerta, una institución que en 1931 fue oficialmente declarada Bien de Interés Cultural. Luego, en 2012, el valioso patrimonio cultural e histórico de la abadía, junto con su entorno natural caracterizado por la hermosura de los viñedos a lo largo del río Duero, sirvió de inspiración para dar vida a un destacado destino enoturístico y gastronómico, ampliamente reconocido tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Fue así como Abadía Retuerta LeDomaine abrió sus puertas, ubicándose a apenas dos horas de distancia de Madrid. Desde la capital es muy cómodo ir en tren hasta Valladolid y desde ahí en coche se tarda menos de treinta minutos.
Destino gastronómico
Aunque Abadía Retuerta destaca por su excelente restaurante Refectorio, que cuenta con una estrella Michelin y dos soles Repsol, la oferta gastronómica del hotel es tan amplia como buena. Son varios los restaurantes que encontramos sin salir del complejo, todos ofreciendo una gran calidad.
Marc Segarra lidera como chef ejecutivo el restaurante Refectorio, mientras que Ramón García, el jefe de cocina del hotel, dirige la oferta gastronómica en Vinoteca, Calicata Terroir Bar, Jardín de Hospedería, y en verano, el Pool Bar y el Jardín del Claustro.
Refectorio, que significa "comedor" en español, es un homenaje al espacio donde los monjes compartían sus comidas y cenas en el siglo XIII. Al adentrarse en su interior, uno queda asombrado por los majestuosos muros y bóvedas de piedra, la entrada de luz natural y el fresco "La Sagrada Cena" de 1670. Este espacio acoge hasta 40 comensales y también sirve el excepcional desayuno a la carta para los huéspedes por las mañanas.
Aquí podremos disfrutar de una excelente propuesta gastronómica en la que Segarra explora el territorio a través de sus ingredientes y recetas tradicionales, llevando a cabo una estupenda interpretación que se plasma en un maravilloso menú degustación.
Si lo que se busca es una experiencia más relajada e informal, Vinoteca es una invitación tentadora. Este restaurante está ubicado sobre La Cueva, que en tiempos pasados fungía como almacén de la bodega, donde ahora se encuentra la colección privada de vinos con 8.500 botellas, incluyendo todas las añadas de la finca, desde la primera en 1995.
El vino es el pilar que sostiene, une y eleva la narrativa gastronómica. Agustí Peris, sumiller y responsable de sala en Refectorio, entiende la restauración como la capacidad de satisfacer el alma más allá del simple placer, aprovechando el poder transformador del vino.
Refectorio alberga una selección de alrededor de 400 etiquetas que abarcan prácticamente todo el mapa vitivinícola global, con un enfoque especial en Ribera del Duero y vinos de Francia. La carta incluye tanto vinos modernos de pequeños productores como añadas históricas no solo de Abadía Retuerta, sino también de otras bodegas. En Vinoteca, se pueden disfrutar alrededor de 40 referencias, con aproximadamente la mitad disponibles por copa.
Durante los meses de verano, la experiencia culinaria de Vinoteca se puede disfrutar en el Jardín de Claustro durante el servicio de cenas. Junto a la piscina, un oasis de tranquilidad, se encuentra el Pool Bar, perfecto para un aperitivo ligero o un cóctel. Además, existen otros espacios como la Sala Capitular y el Salón Chimenea, donde los huéspedes pueden relajarse.
No podemos dejar de lado es espectacular desayuno de Abadía Retuerta LeDomaine, uno de los que más he disfrutado en un hotel. Se trata de un desayuno a la carta que se puede disfrutar al aire libre en el claustro: desde huevos benedictinos hasta el completísimo almuerzo tradicional del segador, que incluye huevos con morcilla de la tierra, chorizo y patatas. Hay opciones para todo el mundo.
Vinos y viñedos
Con tres décadas a sus espaldas y más de ochocientos años de tradición vitivinícola documentada, Abadía Retuerta encuentra su esencia y propósito en la producción de vinos de pago, aquellos que mejor expresan la personalidad y singularidad del terruño.
Los monjes fundadores de la abadía comenzaron el cultivo de vides y la elaboración de vino, eligiendo este lugar a orillas del río Duero debido a su larga historia en el ámbito vitivinícola. La bodega, armoniosamente integrada en el singular entorno, es ahora una de las más distinguidas de la región al haber obtenido su Denominación de Origen Propia (DOP).
Después del durísimo trabajo que llevó a cabo la propiedad para recuperar un viñedo histórico a través de prácticas ecológicas y un profundo entendimiento del clima, su labor y su tesoro más preciado, el vino, han sido recompensados y respaldados por la calidad certificada por la Unión Europea. La obtención de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Abadía Retuerta supone el reconocimiento de la tierra de sus viñedos y la máxima expresión de su terruño, que abarca las características climáticas y geográficas que confieren cualidades únicas a sus viñas y uvas.
La finca de Abadía Retuerta abarca un vasto terreno de 700 hectáreas, de las cuales solo 180 hectáreas han sido destinadas a la plantación de viñedos en los mejores suelos. Se distribuyen en 54 pequeñas parcelas o pagos, diferenciados principalmente por la composición del suelo, cada uno de ellos plantado con una sola variedad de uva.
La distribución varietal incluye un 70% de Tempranillo, un 10% de Cabernet Sauvignon y otro 10% de Syrah; el 10% restante abarca Merlot, Petit Verdot y algunas variedades blancas que hasta la añada 2011 se utilizaban solo de forma experimental.
Desde el hotel es posible organizar visitas a los viñedos y la bodega, que es no solo altamente recomendable, sino imprescindible para entender el entorno y cómo Abadía Retuerta ha evolucionado en el tiempo para convertirse en lo que es hoy.
Relax y desconexión
El Centro de Wellness & Spa Santuario LeDomaine ofrece una experiencia única gracias a la figura del Spa Sommelier, donde los visitantes pueden sumergirse en tratamientos que no se encuentran en ningún otro lugar. Uno de estos protocolos es "La Selección del Sommelier", que combina los vinos de Abadía Retuerta con las propiedades curativas de la aromaterapia.
Basado en la medicina tradicional tibetana y sus elementos (viento, fuego, tierra y aire), este tratamiento implica una cata de tres vinos y tres aceites. Según las preferencias del cliente, el Spa Sommelier crea una experiencia personalizada para cubrir sus necesidades físicas y emocionales.
Inaugurado en 2015, este spa está ubicado en las antiguas caballerizas subterráneas y recibe un 80% de luz natural gracias a múltiples entradas. Con más de mil metros cuadrados de espacio, el agua se extrae de un pozo a 120 metros de profundidad, se descalcifica y pasa por un proceso de ósmosis inversa antes de almacenarse en un depósito de 120,000 litros, asegurando una calidad de agua potable similar a la del agua mineral natural.
Entre las experiencias holísticas exclusivas que ofrece el Santuario Wellness & Spa desde 2020 se encuentra el Ritual Equilibrante VibraHealing con Cuencos Tibetanos. Este enfoque integral se centra en la relajación y el equilibrio tanto del cuerpo como de la mente. Los cuencos tibetanos trabajan para restaurar la frecuencia natural de cada célula y estimulan las ondas cerebrales, induciendo un estado profundo de relajación. Además, rompen bloqueos energéticos e introducen nueva energía.
Abadía Retuerta LeDomaine es sin duda la mejor forma de combinar una excelente gastronomía con el descanso, los viñedos y la calma de un lugar tan lujoso como acogedor. Un destino vacacional único en el que podemos aislarnos por completo del mundo.