Dulces navideños hay muchos. Los hay tradicionales, aptos para personas con intolerancias, revolucionarios... Y muchos los hemos adoptado de otras culturas. Pero existen otros que son patrimonio patrio como el turrón o los mazapanes. Y con el permiso de estos dos, otros que, por nuestra propia idiosincrasia, solo podían hacerse aquí, los polvorones y mantecados.
Elaborados con harina y manteca de cerdo principalmente, son un manjar que no puede faltar en las mesas durante estos días. El origen de este dulce tan tradicional se remonta al siglo XVI, cuando hubo un excedente de cosecha de trigo, así como de manteca de cerdo. Así que con una cosa y otra, en el sur de España se pusieron a preparar estos bocados, que empezaron su historia en el Convento de Santa Clara de Estepa y en La Colchona, responsable del comercio a gran escala de los mantecados de Estepa.
Ahora bien, cada Navidad, surge la duda. ¿Cuáles comprar? Los hay fabulosos de supermercado, como La Estepeña o E. Moreno. Pero hay otros que se pasan el juego. Los famosos mantecados de Felipe II y los que hoy nos ocupan, los del obrador de Antequera San Pancracio, una verdadera obra de arte en cuanto a gastronomía se refiere.
Una historia familiar con un San Pancracio de sorpresa
La familia Aguilera, hoy ya personificada en Pilar, al frente del obrador desde hace unos años, siempre se había dedicado al negocio de la pastelería y más en concreto, de los mantecados artesanos de Antequera. Los doce hijos del clan siempre echaban una mano durante la campaña de Navidad para sacarse un dinerillo para las fiestas.
Lo llevaban en la sangre y hace ya años que dos de las hermanas, Pilar y Carmen, decidieron desmarcarse de aquella producción a gran escala familiar, para centrarse en hacer un producto a mano y más artesano.
El know how lo tenían después de tantos años y solo les quedaba encontrar un local para hacer realidad su sueño. En el centro de Antequera dieron con un espacio que había que reformar por completo, en estado prácticamente ruinoso. Pero había una sorpresa, entre aquel terreno inhóspito, solo se conservaba una cosa, una estatuilla de un San Pancracio sobre una estantería. Intervención divina o no, decidieron que así iban a llamar a su obrador.
¿Los mejores mantecados de España?
Arrancaron hace ya 17 años, en aquel pequeño obrador de la calle Calzada, en Antequera y su popularidad corrió como la pólvora, tanto es así que prácticamente todos los años, la demanda supera a la producción. Y es que lo suyo es de una calidad altísima, que parte de la mejor materia prima y de pequeños cambios en algunas recetas tradicionales.
En su confitería venden desde mantecados de almendra, harina de trigo, ajonjolí, canela y cubierta de azúcar glasé a polvorones de almendras enteras, roscos de vino, bienmesabe antequerano, bolitas de coco e incluso alfajores. El catálogo es impresionante.
Pero hay algo que los hace diferentes. Hace unos años y pensando en quitar algo de grasa de estos dulces, sacaron a la venta sus 'bocaditos', que son como mantecados de tamaño más pequeño, elaborados con aceite de oliva en vez de con manteca de cerdo. Esta línea con AOVE, ha superado en ventas incluso a los tradicionales, llegando a trasladar esta receta a prácticamente casi todos los mantecados, a excepción de los polvorones que por su textura, sí se siguen haciendo con manteca de cerdo.
Aunque la Navidad es su momento estrella, venden muchos otros dulces menos estacionalizados, como las hojaldrinas de zumo de naranja natural con o sin relleno, trufas, yemas confitadas o los piñonate, bolitas de mazapán recubiertas de piñón nacional. Incluso ofrecen una línea reducida de sus productos sin azúcar.
Nueva tienda y nuevos sabores para 2023
Justo al lado del obrador que ya tenían, este año han puesto en marcha un nuevo local en el número 11 de la calle Calzada, ganando así en espacio, para poder atender a más clientes. El anterior y aquel lugar primigenio que vio nacer el negocio, se había quedado pequeño. No era difícil encontrarse con colas de clientes que esperaban religiosamente en la calle, esperando su turno para llevarse a casa estas delicias.
Ha sido Pilar Aguilera, la que decidió desarrollar este nuevo espacio de 130 metros cuadrados, que triplica al anterior, mucho más confortable para todos los que se pasan por allí, especialmente durante estas fechas. Y no solo para clientes, sino también para la zona de obrador.
Y aunque la experiencia de acercarse allí es de lo más apetitosa, también han potenciado su venta online para todos aquellos que residen fuera de esta localidad malagueña. Con el nuevo local, han llegado también novedades a su oferta de productos. Y lo han hecho dentro de su línea gourmet, que son "polvorones muy suaves que se deshacen en boca", tal y como afirman, que ya contaba con sabores como la harina de almendra (polvorón Meraki), pistacho y avellana.
A ellos se unen dos más, los polvorones de anacardo y los de piñones. Una delicia más que añadir a esos 'bocados que guardan la memoria de Antequera', como les gusta llamarlos, que un año más, nos endulzarán la Navidad.